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Plan apunta a reducir la brecha entre zonas urbanas y rurales en ocho años

Comité interministerial, consejo asesor y nueva institución: la estrategia del Ejecutivo para reducir la pobreza rural

jueves, 18 de octubre de 2018

Manuel Fernández
Nacional
El Mercurio

"Tenemos una agricultura pujante, pero, muchas veces, al lado hay pueblitos que están en el siglo pasado", dice ministro Antonio Walker.



Los resultados de la encuesta Casen 2017 fueron elocuentes: mientras en las zonas urbanas el 7,4% de las personas viven en la pobreza, en el Chile rural esa cifra se dispara a 16,5%. Lo anterior, si se mide solo por sus ingresos; pero si se consideran otras dimensiones, la vulnerabilidad urbana es de 18,3%, mientras que la rural alcanza el 37,4%.

"Hay una brecha muy grande en la calidad de vida; tenemos el doble de pobreza en el mundo rural comparado con el urbano", ilustra el ministro de Agricultura, Antonio Walker. Su cartera recibió el mandato del Presidente Sebastián Piñera de diseñar un plan para cerrar estas diferencias en un plazo de ocho años.

"Tenemos una agricultura con huertos muy modernos y pujantes, pero, muchas veces, al lado hay villas y pueblitos que están en el siglo pasado. El objetivo es mejorar la calidad de vida del mundo rural", afirma Walker.

Tres pilares

El plan se basa en tres medidas centrales. Una de ellas se concretó ayer y fue la creación del Departamento de Desarrollo Rural en la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del ministerio. La nueva institución es liderada por José Luis Romero y sus prioridades serán proponer un cambio de metodología para que Chile mida la ruralidad de la misma manera en que lo hace la OCDE, crear un sistema de indicadores de calidad de vida en el mundo rural, identificar sus principales problemáticas y establecer sitios de importancia para el patrimonio agrícola que puedan recibir apoyo económico internacional.

"Un objetivo es ver si los criterios que estamos ocupando para medir la pobreza rural son los indicados, dado que hemos visto que muchas veces todo esto se mide con un criterio muy urbano", plantea Walker. Por ejemplo, afirma que tener un vehículo, en el mundo rural, es algo básico, por la escasa conectividad existente. Sin embargo, al aplicarse el mismo criterio que en las ciudades, una familia que tiene un auto podría ver mermadas sus posibilidades de acceder a apoyos sociales.

Un segundo punto es la instalación del comité de ministros de Desarrollo Rural liderado por Agricultura e integrado por otras once carteras. Su objetivo es priorizar las acciones estatales en las zonas compestres, para lo cual, a contar de 2019, implementará Políticas Regionales de Desarrollo Rural.

El tercer punto de la estrategia es la convocatoria a un consejo asesor nacional de desarrollo rural que se concretaría antes de fin de año y será conformado por cerca de 30 representantes del mundo público, privado, civil e internacional con experiencia en el abordaje de la problemática rural. Su objetivo será acompañar el proceso de definición de lineamientos de políticas públicas para estos sectores.

En todo caso, más allá del marcado énfasis social de esta agenda, Walker destaca que la única forma de que tenga éxito es que esté acompañada de un potenciamiento de la actividad económica en las diferentes zonas: "La principal herramienta para terminar con la pobreza rural es tener una agricultura fuerte, pujante, rentable, moderna y sustentable en cada una de las regiones de Chile".

En ese sentido, destaca la opción que ha tomado la actual administración en el sentido de potenciar la asociatividad entre pequeños productores, ayudándolos a reconvertir sus cultivos para hacerlos más rentables y a agruparse en cooperativas para generar mayores volúmenes de producción y exportaciones.

246 comunas
se definen como rurales a lo largo del país. En la Región Metropolitana suman 18.

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