lunes, 24 de septiembre de 2018
Economía y Negocios Online
EFE
El Gobierno de Argentina aseveró hoy que este no es "un momento oportuno" para hacer la huelga general que la principal central sindical ha convocado para este martes, que se da en medio de la crisis que afecta al país por la devaluación del peso, la inflación y la caída de la actividad económica.
"Seguimos pensando que no es un momento oportuno en este momento donde todos estamos haciendo un esfuerzo colectivo: empresarios, trabajadores y gobiernos provinciales para superar esta crisis", expresó el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, en declaraciones a la prensa en Buenos Aires.
Este lunes, varias organizaciones sindicales comenzaron un paro de actividades que durará 36 horas, con el que buscan protestar contra "el ajuste" que está implementando el Gobierno para enfrentar la situación económica, que mañana coincidirá con la huelga general convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT).
Para Sica, que remarcó que estas medidas de fuerza son "un derecho constitucional que tienen las organizaciones sindicales y los trabajadores", esta iniciativa "impacta" en la economía y en aquellas personas que quieren ir a su trabajo.
"Estamos en un momento en que todavía la actividad esta cayendo y tenemos que empezar a recuperarla. A pesar de todo eso seguimos manteniendo los canales de diálogo abierto. Vamos a seguir trabajando acompañando a los trabajadores, empresarios, charlando en cada uno de los ámbitos que nos toca con las organizaciones sindicales", añadió.
El Ejecutivo está calculando cuánto será el impacto total de la huelga para la economía en su conjunto por la pérdida de producción.
"Son millones de pesos que en este momento tendrían que estar ayudando a que vayamos saliendo de las dificultades que tenemos, donde tenemos un montón de buenas señales para que las crisis que hemos tenido la vayamos dejando atrás", dijo por su parte el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, que reconoció que este martes "lamentablemente no va a haber transporte publico".
"Del área metropolitana (de Buenos Aires) hay entre 13 y 15 millones de viajes todos los días en colectivo (autobús), tren y subte (metro)", añadió.
Par Dietrich, esta "no es la forma en que se resuelven los problemas".
"Esto no significa que tengamos desafíos y problemas a resolver pero se resuelven conversando", subrayó.
"El impacto es muy importante para cada una de las empresas. En un momento en que todos estamos trabajando para que la economía se empiece a recuperar y que tenemos que todos hacer nuestros esfuerzos, estamos dejando de producir un día", sentenció.
También lamentó el "impacto" millonario, por ejemplo para la estatal Aerolíneas Argentinas, por los "aviones que no vuelan".
Según se conoció el pasado miércoles, el producto interno bruto argentino registró en el segundo trimestre de este año una caída interanual del 4,2%, por lo que se rompió así una racha de cinco trimestres consecutivos de alzas interanuales al verse el país particularmente afectado entre abril y junio por una fuerte inestabilidad financiera y las consecuencias de una dura sequía.
No obstante, estos paros sindicales coinciden con las conversaciones entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para renegociar el crédito de US$ 50.000 millones firmado en junio pasado, con el que el Ejecutivo busca acelerar las reformas para reducir el alto déficit fiscal al que atribuye la falta de confianza de los inversores y los desequilibrios.
"El acuerdo se está terminando de cerrar y estamos muy cerca del anuncio", adelantó Sica, quien agregó que este convenio con el FMI y el presupuesto nacional para 2019 que ya se debate en el Congreso van a ser "dos señales muy claras para terminar de despejar las incertidumbres" con respecto a la política fiscal y monetaria.
