EL JUICIO A LA TV DE CATALINA PAROT

sábado, 22 de septiembre de 2018
por RODRIGO MUNIZAGA fotos matías delacroix
Crónica
El Mercurio

Abogada y exmilitante de Renovación Nacional y Evópoli, la nueva presidenta del Consejo Nacional de Televisión analiza las denuncias más comentadas que han llegado al organismo en el último tiempo, y dice que el personaje de Yerko Puchento "atenta contra la dignidad de las personas". Además, asegura que se debe hacer una revisión del modelo de TVN y advierte sobre los riesgos de disminuir los fondos de fomento audiovisual que recibe el Consejo.

Reconoce que se demoró "medio segundo" en decirle que sí al Presidente Sebastián Piñera, cuando le ofreció ser presidenta del Consejo Nacional de Televisión (CNTV). Catalina Parot, abogada, exministra de Bienes Nacionales, tres veces candidata al parlamento, casada con el empresario Guillermo Toro y madre de cuatro hijos, asumió el cargo hace casi dos meses y cuenta que cuando prende la televisión, es para hacer zapping en los noticieros. Dice que antes veía series por las noches, pero que ya no, "porque me quedo dormida a las 11 de la noche". No mira los matinales porque no tiene tiempo y los fines de semana ve Netflix, donde comenta haberse enganchado con Breaking bad y Black mirror.

Nacida y criada en Talca, recuerda que allá vio por primera vez televisión el mismo año en que llegó el hombre a la Luna, que tiene en su memoria los programas de baile de antaño, las teleseries Sol tardío, La madrastra y Ángel malo, y que su paso como panelista del programa Estado nacional (2014-2016) significó su transición desde la acción política al análisis. "Es un panel que intenta ser bastante equilibrado", dice sobre las críticas que ha realizado el excandidato presidencial José Antonio Kast por la presencia de Beatriz Sánchez.

En 2017, el periodista Fernando Paulsen la invitó a integrarse al panel de Tolerancia cero, "un período extremadamente interesante y demandante", dice, en el que decidió no entrar a las redes sociales.

-No miré Twitter, justamente porque conozco cómo es: la gente reacciona un poquito impulsivamente. Quería tener la libertad de ser yo. Después de esos programas veo que por ahí, como analista, no es mi fuerte. Me gusta la acción política -recuerda sobre su paso por el programa, en el que compartió con Fernando Villegas, quien a fines de julio fue denunciado por acoso sexual y maltrato laboral en un reportaje de The Clinic.

-Creo que él siempre fue un aporte en Tolerancia cero, fue respetuoso conmigo, pero indudablemente la sociedad chilena ha cambiado y muchas de las conductas que antes eran toleradas por todos hoy no se toleran -dice sobre las denuncias-. Creo que lo que sucedió con Fernando Villegas representa un cambio social importante. Y es bueno que pase, que conductas que se consideraban normales de los hombres hacia las mujeres, hoy ya no lo sean.

Su arribo al CNTV se produjo luego de un escenario particular: el abogado Gastón Gómez, inicialmente designado, declinó al puesto y se mantuvo como consejero, mientras ella era la candidata favorita para ser embajadora de Chile en Estados Unidos.

-No sé lo que sucedió ahí, pero voy a decirlo con todas sus letras: me molestó mucho la razón que se dio sobre por qué no habría sido electa como embajadora. Se dijo que había sido porque la embajada no tenía las condiciones para que una persona con discapacidad llegara a ocupar ese cargo. Creo que si esa hubiera sido la razón, habla mal de Chile y de las autoridades, porque no es posible ese tipo de discriminación -plantea-. Tengo la secuela de la polio desde los seis meses de vida (que la obliga a usar como apoyo un par de muletas), he subido y bajado escaleras mil veces y nunca me he parado por una discapacidad. Creo que esa no fue la verdadera razón, sino darle espacio a gente de carrera que pudiera ocupar ese puesto. Lo otro no lo habría aceptado de mi gobierno, con todo lo que eso significa.

Los fondos

en peligro

Parot habla con marcada pronunciación y, de tanto en tanto, golpea la mesa para reafirmar lo que dice, en uno de los salones del CNTV, en Providencia. Al lado está su oficina, decorada con pósteres de Los 80 y 31 minutos, dos emblemáticos programas que han recibido fondos del organismo, el que en los próximos días volverá a entregar dineros para la realización de programas y series. Justamente, ese fue su primer golpe a la mesa: en una carta a El Mercurio, el 8 de agosto, contó que la Dirección de Presupuestos pretende rebajar los actuales 4.316 millones de pesos que se entregarán este año a 2.225 millones de pesos en 2019. Es decir, la mitad.

-Es un fondo que la opinión pública no lo conoce. La disminución que se estaba evaluando era importante, afecta a los audiovisualistas y he encontrado muy buena recepción, porque se ha abierto un debate. Creo que va a ser una reducción menor, espero que se pueda revertir la situación -dice sobre el tema, que ha provocado alarma entre las productoras independientes.

-En los últimos años, las series financiadas por el CNTV han tenido mal rating, salvo las exhibidas por Mega. TVN tiene varias guardadas sin emitir. ¿Cómo pretenden mejorar ese escenario?

-A mí eso me parece que debe ser objeto de estudio. Queremos hacer una revisión profunda de los contratos y apoyar a los audiovisualistas en su relación con los canales para que esto no suceda y que las series premiadas sean exhibidas en un horario al que pueda acceder una mayoría; que no permanezcan guardadas en bodegas. No puede ser que las pasen a las once o doce de la noche, daña la producción.

Una de las tareas en las que ha estado concentrada por estos días, cuenta Parot, es en definir qué es lo que se entiende por programación cultural -a través de un recién creado consejo asesor- para normar un asunto que se les exige a los canales de libre recepción, pero que en la práctica ha dado pie a que las televisoras presenten programas que no se ajustan. Un ejemplo fue en marzo de 2017, cuando Mega presentó su teleserie Perdona nuestros pecados como "programación cultural" en horario prime, lo que fue rechazado por el Consejo.

-En el último tiempo se está metiendo de todo en un saco. Estamos revisando, pedimos un estudio, porque no me van a decir que los noticieros caerán en el concepto cultural. Esa definición es la que estamos acotando -plantea.



Denuncias en la mira

Entre enero y julio de este año hubo 2.803 denuncias que se presentaron ante el Consejo Nacional de Televisión, a través de su página web. En igual período, en 2017, hubo 4.044 denuncias, lo que habla de una disminución de un 31 por ciento. Aun así, las denuncias se han vuelto una de las caras más visibles del Consejo, y Parot habla aquí sobre algunas de las más mediáticas del último tiempo.

-El 11 de enero de este año, en Bienvenidos, las panelistas Francisca Merino y Raquel Argandoña dijeron sobre el acoso callejero femenino que la mujer "busca" o "provoca", recibiendo 21 denuncias que consideraron que naturalizaba ese acto. ¿Qué opina?

-Existe un grupo de gente que piensa que cuando hay un acoso o una violación, es porque la mujer provocó o porque anda con minifalda, lo que es un despropósito gigantesco. No estoy para nada de acuerdo con eso, a mí no me representan esas palabras, pero eso cae dentro de la libertad de opinión.

-El 18 de abril, en Mucho gusto, los panelistas comentaron cómo corrigieron a sus hijos utilizando la violencia. Hubo 109 denuncias que aseguraron que esos comentarios "atentan contra el debate sobre la infancia sin maltrato".

-No sé el tono en que se habló. Antiguamente, se usaba castigar a los niños, hoy me parece que la defensa de los derechos del niño debe ser transversal y el respeto, desde que nace, debe venir desde la casa. Hay que buscar formas de educar sin violencia.

-El 11 de mayo, en Hola Chile, un químico farmacéutico invitado dijo que los medicamentos no vencen y se pueden tomar sin problemas. Llegaron 12 denuncias.

-Ahí hay una irresponsabilidad gigantesca, también cuando hay médicos que llaman a no vacunar a los hijos. Son irresponsabilidades, porque hay mucha gente que se cree eso y va a sufrir las consecuencias de tomarse un remedio vencido. Los canales deben tener cuidado de llevar a gente que se podría calificar de "chanta". Eso es un abierto engaño y grave.

-El 21 de junio, en Bienvenidos, Tonka Tomicic habló de la tortura que sufrieron los imputados por el crimen de Margarita Ancacoy y dijo: "Bien merecidos los cachuchazos... lesiones leves". Hubo 92 denuncias al CNTV por sus dichos.

-Me parece que es una muy mala señal, porque la justicia tiene su proceso. La muerte de la mujer, a mano de los ecuatorianos, fue muy brutal, pero eso en ningún caso justifica que uno avale lo que pasó al interior de la cárcel. Esos dichos son una muy mala señal y, como son de una conductora estable del canal, los condeno. En el Consejo hubo fallo dividido: cuatro consejeros estuvieron por formular cargos, entre ellos yo, y otros cuatro por declarar no a lugar las denuncias. Por falta de quórum (faltaron dos integrantes del Consejo ese día) no se amonestó.

-El 22 de junio, en Muy buenos días, la panelista Macarena Tondreau dijo, a propósito del mismo caso, que los derechos humanos no son aplicables para las "bestias", refiriéndose a los autores del homicidio. Hubo 51 denuncias.

-Ahí lo que sucede es que el canal tomó una medida (no renovarle contrato a Tondreau). No se sancionó, justamente, porque el canal tomó medidas.

-Un caso de 2017: el 28 de marzo, en Bienvenidos, el doctor Ricardo Soto dijo que "el cáncer es el resultado de una vida llena de odio". Más de 140 personas lo denunciaron ante el Consejo.

-Necesitamos cuidar la dignidad de las personas y no hacer afirmaciones como la del doctor, que me parece que es completamente irresponsable. No iría a ver a ese doctor. Ahora, si son panelistas del canal, las emisoras deben de tener cuidado, porque representan al canal.

-El personaje de Daniel Alcaíno, Yerko Puchento, fue denunciado ante el CNTV por la actual ministra Cecilia Pérez y Sebastián Dávalos está demandando por 3.360 millones de pesos a Canal 13 por injurias. En ambos casos, alegan, se aludió a su físico.

-Al principio, había mucha gente que pensaba que Yerko Puchento representaba una especie de rebelión sociológica, pero he vivido la sensación de verme ridiculizada por un humorista por mi propia situación, entonces no me da risa. No nos olvidemos de que antes el humor ridiculizaba a los homosexuales, a los discapacitados, al cojo. Siempre se basó en los defectos físicos. Hoy, la medida con la que eso se ve es completamente diferente y Canal 13 siguió mostrando a un personaje que atenta contra la dignidad de las personas. Lo que hizo Yerko Puchento con Cecilia Pérez fue de mal gusto, una falta a la dignidad de la persona y también con Dávalos. No solo se rio del físico de él y lo mantiene, sino que, además, asumió una culpabilidad y una sentencia antes de que hubiera una pronunciación de tribunales.

-Varias veces han llegado al Consejo denuncias contra Patricia Maldonado, panelista de Mucho gusto, por su defensa a la dictadura.

-Me parece que eso cae dentro de la libertad de expresión. Habrá mucha gente que podrá decir que le gusta el régimen de la dictadura militar o el régimen de Cuba, que hieren sensibilidades, obviamente, pero todavía no he visto ninguna denuncia que diga que, en el marco de esas discusiones, venga algo que pueda agredir a una persona en especial.



La TV pública

Estudió tres años filología y luego se cambió a Derecho, aunque casi no ejerció. Se casó estando en quinto año de la carrera, se vino a Santiago con su marido, tuvo a su primer hijo y luego vino su carrera política. Dice que ese ingreso fue difícil, "por ser de región y por ser mujer". Recuerda un ejemplo:

-Un señor importante en RN, cuyo nombre no diré porque lo estimo, me dijo una vez en una reunión: "¿Qué hace aquí? Usted está para que la ciuden".

Dice que no haber sido electa diputada, en las tres elecciones a las que se presentó, fue "una frustración", y que con su marido tiene diferencias políticas.

-¿Él sigue siendo tesorero de la Fundación Pinochet?

-No, ya no participa en esa fundación. Con mi marido tenemos muchas diferencias. Tengo una diferencia muy grande con lo que fue el gobierno militar respecto de los derechos humanos. Ahí me parece que todo ese capítulo mancha lo que puede considerarse un positivo legado económico o social. Todo ese horrible capítulo no se puede obviar.

Exmilitante de Renovación Nacional y Evópoli, actualmente Parot no tiene partido político y dice que pretende mantenerse en la independencia, al menos mientras esté en la presidencia del CNTV, donde busca poner acento en la programación infantil y en programas producidos en regiones. Cuenta que a mediano plazo esperan lanzar una señal televisiva cultural del Consejo, licitando la idea con un operador de TV paga, y un adelanto ha sido la plataforma que se lanzó hace un par de semanas, con más de cien series y películas chilenas que han recibido fondos de la entidad y que hoy pueden ser vistas gratuitamente.

-¿Por qué usted, siendo abogada y política, tendría que estar presidiendo el CNTV?

-Es un órgano colegiado, que se elige por una propuesta del Presidente y es ratificado por el Senado. Se trata de que exista una conformación pluralista, dentro de un órgano que toma decisiones importantes respecto de una industria que es muy influyente en la cultura del país. Entonces, no se trata de que solo sea una definición técnica, también debe estar presente la definición política y siento que el Consejo, en su diversidad, aporta una gran riqueza. Respecto de mí, soy designada por el Presidente, pero luego paso a ser independiente; aquí represento a una institución independiente.

-Aún no siendo materia de la entidad que preside, ¿qué opina de la capitalización a TVN?

-Por el momento TVN no ha hecho un giro, porque está sometido a las reglas del mercado. No sé si es viable el proyecto como está, porque lo que vemos es que la televisión chilena tiene una alta llegada en los sectores medios y más populares, pero la tendencia es que se van las audiencias, especialmente la más joven. No había otra manera de resolver el problema de TVN que apoyándolo, no se podía dejar quebrar el canal, pero hay que hacer una revisión del modelo.

-¿Tiene sentido para usted una televisión pública?

-¡Pero no esta televisión pública! Uno podría pensar en un modelo como el de la BBC, y sobre todo con una democracia en los impuestos, de que las personas podamos decidir si queremos o no apoyar a esa televisón pública.