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Experta en tecnología y ética:

Sheila Jasanoff

martes, 18 de septiembre de 2018

Por Sofía Beuchat.
Oficina con vista
El Mercurio

"Pienso en mí como una pionera, más que una líder"



1 Cuando le dije a mi padre que me quedaría en Alemania para hacer mi PhD en Lingüística, me advirtió que en ese caso no me mantendría más. El punto de quiebre en mi vida, el que provocó la transformación más importante, fue independizarme económicamente de él. A los 25 años, ya tenía un sentimiento de victoria.

2 A comienzos de los años 70, cuando entré a estudiar Derecho, había un 15 por ciento de alumnas mujeres y apenas un 5 por ciento llegó a graduarse. El auge de la mujer era aún una rareza. Pero yo siempre fui distinta a mi entorno. No era blanca, no era afroamericana. Tenía estatus de ciudadana, pero no green card . Tal vez por eso no pensaba, al menos de manera explícita, que estudiar y trabajar en lo que quería sería difícil. Simplemente me fui abriendo camino.

3 No pienso en mí misma como una líder. Prefiero usar la palabra pionera, que captura una sensación de exploración. Inventé un campo de trabajo alrededor mío, de manera no planificada, porque pensaba que nadie estaba haciéndose preguntas en torno a los propósitos. Otros se preguntan cómo se resuelve algo y eso les basta. Pero yo siempre agrego dos cuestionamientos: por qué eso importa y qué consecuencias tiene. Esto es un asunto profundamente ético que la industria de la tecnología suele olvidar.

4 Una y otra vez, me pregunto a mí misma sobre mis objetivos y sobre dónde puedo ser más efectiva como persona. Marchar en las calles, por ejemplo, no es lo mío. Mi espacio de lucha es el área académica. Es un lugar donde tengo poder. Me siento orgullosa de haber creado desde ahí una comunidad internacional que se preocupa de la tecnología con una mirada humanista.

5 Me tocó hablar en la Marcha por la Ciencia (evento en contra del retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático). Dije ahí que los científicos no deben marchar por la ciencia, sino por la democracia.

6 Hago lo posible por llevar mis ideas más allá del ámbito académico. Es importante buscar nuevas audiencias. No sacamos nada conversando en una acogedora esquina con la gente que ya entiende de qué hablas. Se me dan muchas oportunidades para esto porque sucede que estoy en una de las universidades más prominentes del mundo, pero mantengo la tradición india de servicio, entrega y humildad.

7 El consejo más importante que le puedo dar a las nuevas generaciones es que si quieren dedicarse a lo académico, piensen siempre en lo que está bajo la superficie, en lo que no se ve. La gran belleza de lo académico es que tiene una base ética en torno a la idea de entrenarse a uno mismo. A todos mis alumnos les enseño siempre a ser autocríticos. No pueden quedarse pensando en a quiénes van a agradar. Deben entender que su manera de pensar no se quedará solo en ellos, sino que afectará al mundo.

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