viernes, 14 de septiembre de 2018
Economía y Negocios Online
Nathan Lustig Emprendedor y socio de Magma Partners
Si bien Latinoamérica llegó un poco tarde a la revolución mundial de la tecnología, la región ya está alcanzando la potencia que vimos cuando empezamos a invertir en 2014. En los últimos dos meses, hemos visto el cuarto ‘unicornio’ latinoamericano del año, las rondas semilla y Serie A mas grandes de la historia de la región y dos adquisiciones por corporaciones internacionales.
Específicamente, Rappi se transformó en el primer unicornio colombiano con una inversión de US$ 200 millones, Grin (México) levantó US$ 28 millones en una ronda semilla, Yellow (Brasil) recibió una Serie A de US$ 68 millones y Cornershop (Chile) y Linio (Mexico) fueron adquiridas por Walmart por US$ 225 millones y Falabella por US$ 138 millones, respectivamente.
Un inversionista de un family office siempre decía que las valorizaciones en Latinoamérica eran “gatos y conejos”, porque eran de “aire, sobre papel, no con retornos de dinero en el bolsillo”. Estos exits y nuevas rondas de financiamiento señalan que el ecosistema está madurando y las empresas están convirtiéndose en empresas de verdad, no de gatos y conejos con números de fantasía.
El creciente valor de las startups en la región y de sus exits son una señal clara que el ecosistema está madurando y abriendo el paso para que salgan más startups innovadoras. Sin embargo, el desarrollo de la tecnología en Latinoamérica no ha sido igual en todas partes; los deals notables aún se concentran en Brasil, México, Chile, Colombia y Argentina, donde históricamente ha habido más casos de éxito.
Devin Baptiste, cofundador de GroupRaise, tiene la mejor manera de explicarlo: Cuando haces el aceite de oliva, la mejor cantidad y calidad sale en la primera prensada. Está claro que estamos en la primera prensada de emprendimientos de la región que están rindiendo más retornos para sus inversionistas y sirviendo de ejemplo para la próxima generación de emprendedores.
