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JetSmart optimista en Argentina pero recurrirá a un "seguro de tipo de cambio" para vender pasajes

viernes, 14 de septiembre de 2018

Economía y Negocios Online
ValorFuturo


El millonario estadounidense Bill Franke, socio fundador y director de Indigo Partners, el fondo que controla la aerolínea JetSmart "mantiene la calma" ante la crisis económica de Argentina, y confía en el potencial del país para el mercado de las aerolíneas low cost.

La Nación destacó una entrevista al empresario que se declara "optimista" pero aclara que la devaluación cambió algunos de sus planes, por lo que recurrirá a un "seguro de tipo de cambio" para vender sus pasajes, entre otras maniobras.

Consideró probable que con la subida del dólar algunos argentinos utilicen los aviones de JetSmart como una conexión a Santiago de Chile para ir a otros destinos.

Para Franke el plan central "no cambió", pero si tuvo sus modificaciones ante los desafíos que hoy pasa la Argentina que "no se crearon ni se arreglarán en un día, y nosotros vemos más allá que la coyuntura actual".

De todos modos, "hay que entender que una aerolínea tiene un costo que oscila entre un 50% y 60% en dólares, sin importar dónde opere. Cuando vendes un pasaje y el dólar se va de ARS 20 a ARS 40, el margen que te queda en el proceso de cambio de moneda se reduce dramáticamente", explicó.

El empresario reconoció que ante la pérdida del valor del peso "tuvimos que encontrar la manera de hacer negocios y lo que hicimos fue un arreglo ´back stop´ (un seguro de tipo de cambio) para evitar riesgos para nosotros y los clientes. Durante muchos años tuvimos una aerolínea en Europa del este, con sede en Hungría, y esas monedas también tenían vaivenes. Nos volvimos expertos en manejar el tipo de cambio que suceden, sin sacrificar margen".

Comentó que en este momento Argentina se vuelve muy atractiva para la chilenos. "Comparado con el resto del mundo, los aregntinos viajan muy poco por aire y queremos promover esos viajes. Quizás viajan en micro trece horas, pero si pueden cambiarlo a dos en avión, y aun precio muy similar, seguramente lo haga".

Consultado sobre el atractivo que ve en el mercado argentino, Franke destacó que "es un mercado natural para nosotros. Es un país grande en tamaño y población, tiene mercados subofertados, con una oferta inadecuada y un público latente que hoy no viaja".

Reveló que había recibido un email de otro estadounidense que le preguntaba con desconcierto que "qué hacía aquí abajo (Argentina), yo les respondí que estamos acá porque pensamos que nos puede ir bien. Va a haber gente preguntados por los empresarios que invirtió y están invirtiendo acá. Es un mundo pequeño, la gente va a notar nuestro compromiso, y esperamos que algunos sigan el camino".

"Hay que entender como inversor que hay un plan, y hay un tiempo para ejecutarlo", enfatizó.

SE REUNIÓ CON EL PRESIDENTE MACRI

El socio fundador y director de Indigo Partners informó a La Nación que se reunió con el presidente Mauricio Macri, y le pareció "muy sincero" y le impresionó "cuan directo era para explicar lo que pasaba. El país tiene que llegar a acordar un plan y se debe comprometer, en conjunto, a ejecutarlo".

En la reunión trataron el tema de las tasas aeroportuarias, que era "lo que más nos preocupaba". Dijo que el Gobierno se mostró "muy dispuesto", añadió el nuevo sistema ILS, para poder despegar y aterrizar en condiciones metereológicas adversas, en El Palomar.

"Trabajamos mucho con el Gobierno para que la tasa de El Palomar sea menor que Ezeiza, y hay lugar para bajarlas incluso más. Es negocio, porque habrá mucho volumen de operación", definió Franke.

Respecto a la conflictividad gremial en la nación suramericana, el empresario resaltó que al final del día, "es necesario pagar salarios competitivos y proveer a los empleados de buenos beneficios, y lo haremos aunque sean trabajadores sindicalizados o no".

Reconoció que hay "mucha ineficiencia en el trabajo", pero "desafortunadamente, las leyes del trabajo para el sector aerocomercial se dictaron, en casi todos los países, entre los años 40´y 60´, cuando la industria era completamente distinta. Queremos evitarla, porque el tiempo que pasamos en el aeropuerto debe ser corto".

"A veces se tarda hasta tres horas en mover un avión, nosotros tardamos 45 minutos cuando mucho. Eso requiere una fuerza de trabajo que entiende el resultados", subrayó.

"En la Argentina vi una oportunidad, y no soy una persona que me guste perder", concluyó Bill Franke.

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