La historia de Jireh FC, el peor equipo de Chile
lunes, 10 de septiembre de 2018
Cristóbal Valencia
Deportes
El Mercurio
El cuadro cristiano lamenta el desastre: ningún triunfo en 22 partidos de la fase regular y 82 goles en contra. "Se ha dejado de lado a Dios y nos ha pesado muchísimo", explica su DT.
U na noche en Viña del Mar, Óscar Rojas, ex arquero de los extintos clubes amateur Hosanna y Cristo Salva, sintió un llamado de Dios. Así nació Cristo Salva Viña del Mar, un proyecto que duró poco, pero que fue el germen de Jireh FC -que en hebreo significa "Dios proveerá"-, el equipo que carga con la ignominia de tener el peor rendimiento de todo fútbol chileno en 2018. La campaña del cuadro cristiano este año ha sido un desastre: tres puntos en 22 partidos por el grupo 2 de la Tercera B, la quinta y última categoría del balompié nacional federado, ningún triunfo, 22 goles a favor y 82 en contra; números que inevitablemente lo enviaron a la liguilla de descenso, que definirá a la escuadra que sufrirá el oprobio de tener que volver a su asociación de origen. "Empezamos el proceso bastante tarde porque el profe estuvo con la incertidumbre hasta el último momento de si íbamos a participar este año. Se nos fueron varios jugadores y no hicimos pretemporada", explica Nicolás Valenzuela, capitán del elenco que hace de local en la población Santa Julia de Macul. La temporada ha tenido capítulos trágicos, como las goleadas 7-1 con Juventud Salvador en la tercera fecha y 9-1 con Rodelindo Román en la vigésima jornada. "Uno entrena y lo da todo en el día a día. Llegar motivado y que te hagan siete o nueve goles es fome, nunca me había pasado", cuenta el golero Camilo Jara. Dentro de todo el calvario, hubo un episodio alegre: en la tercera fecha, Jireh estuvo a punto de ganarle al mismo Rodelindo. "Ese día se notó una motivación distinta en los jugadores porque Vidal estaba en Chile y se suponía que iba a ir. Nunca supimos por qué no llegó, algunos dijeron que estaba en una fiesta. Estuvimos a punto de ganar: íbamos 3-1 arriba y nos empataron al final. Hay partidos en los que hemos jugado bien, pero no se nos han dado los resultados", comenta el atacante Mauricio Lara, hoy por hoy la gran figura del equipo, con 13 goles anotados. Pero la historia no siempre fue agraz. En 2015, Jireh se estrenó en la Tercera B con un decoroso quinto puesto en la zona sur. "Ese año hicimos una campaña tremenda. Tuvimos dos pretemporadas y en ambas la parte más importante fue la espiritual, no la física. De tanto escuchar de Dios, los muchachos creyeron a ciegas en él. Eso permitió que diéramos vuelta cinco o seis resultados imposibles", recuerda Rojas, el fundador y DT del club. Y continúa: "Jugamos en Tomé, con unas 800 personas en el estadio. Como a la mitad del segundo tiempo, ellos nos hicieron un gol y la gente nos gritaba: '¿Dónde está su Dios, canutos tal por cuales?'. Yo me molesté y le pregunté a uno de mis delanteros: '¿Cuánto amas a Dios?', y él me respondió 'demasiado profe'. Le dije: 'Entra y haz dos goles'. Y el chico con la guata más grande que he visto en el fútbol hizo un doblete llevándose a los defensas en velocidad", afirma. Para el estratega, la razón del flagelo actual está clara: "Estos años han sido duros. Se ha dejado de lado a Dios y nos ha pesado muchísimo. Si nos recuperamos, podemos dar pelea nuevamente", asegura.
