La Guerra de las Galaxias tiene un equipo chileno de combate
lunes, 20 de agosto de 2018
Ignacia Prado G-H.
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio
Todos los martes y jueves, un grupo de santiaguinos se reúne en el Parque Balmaceda para aprender la técnica de esgrima y artes marciales que se despliega en la saga de películas de George Lucas y para dominar el sable de luz. En Viña del Mar y Talca también se congregan adherentes .
Son las siete de la tarde y el Parque Balmaceda comienza a iluminarse. No es el alumbrado público el que desbarata las sombras, sino una veintena de sables de luz que, entre saltos y movimientos de esgrima mezclados con artes marciales de sus portadores, se fueron encendiendo. El parque ahora es escenario del entrenamiento semanal del grupo Esgrima Jedi Chile. "Que la fuerza esté contigo", les escucho decirse y los sables comienzan a moverse con rapidez. El color de los rayos de luz, rojos, verdes, azules, morados y amarillos, representan diferentes personajes o virtudes de quienes los empuñan. Aunque debido a la ropa me parece reconocer a varios íconos de la saga La Guerra de las Galaxias -la Princesa Leia, Luke Skywalker y hasta el mismo Darth Vader-, son otros sus nombres y cada uno luce su propio estilo de combate. Esgrima Jedi Chile nació en marzo de 2015 como un grupo improvisado de tres amigos que se reunieron para practicar una coreografía que presentarían en un evento de cosplay . Con espadas de madera e imitaciones de escenas de la película, de a poco fueron sumando adherentes que los observaban ensayar en el Parque Balmaceda, cerca de la estación Salvador del metro, hacia Plaza Baquedano. Hoy ya es una agrupación que suma 64 adherentes entre Santiago, Viña y Talca, todos de entre 13 y 50 años. Unos tres mil los siguen en las redes sociales. "Ellos partieron de cero, no había instrucción de nada, veían las películas y trataban de imitar las luchas, nadie acá en Chile lo hacía como algo serio. Pero ahora ya se armó un método establecido que se les enseña a los nuevos integrantes", dice Cristian Fuentealba o maestro Rurik, su cargo en el Consejo Jedi, cuyos miembros toman las decisiones importantes. Mientras arma cuidadosamente su sable, que desprende una luz neón y emite un zumbido con el movimiento, tal como ocurre en la película, cuenta que son muy pocos los participantes que tenían conocimiento previo sobre esgrima o artes marciales. Más bien abundan los autodidactas de YouTube. Un estilo de vida Entre más de una veintena de espectadores que se detienen a sacar fotos, se inicia la práctica. Aunque el grupo es muy libre y cada uno se mueve como más le acomode, existe un esquema de práctica con tres elementos: coreografía, improvisación entre pares y duelo con puntos. En todos ellos, la lucha se da entre todos los participantes, desde los iniciados (que están en sus primeras clases), pasando por los padawan , los caballeros e incluso los maestros. Los diferentes rangos dependen del nivel de experiencia y son los mismos que se utilizan en la película. Sin embargo, el objetivo del entrenamiento no es ganar batallas, sino imitar y dominar los movimientos de la esgrima jedi . "Hay caballeros (con entrenamiento avanzado) que hacen leer el libro de los jedi a sus padawan (alumnos con menos tiempo), para que aprendan no solo de la lucha, sino también del verdadero significado de ser un jedi . Esto al final es como un estilo de vida que uno intenta seguir", dice Erik Galleguillos que ya lleva un año y medio entrenando. Esgrima Jedi es una agrupación que trata de ir más allá del combate, concuerda Andrés Salvo, con apenas unos meses de entrenamiento. "Aunque uno no lo anda diciendo a todo el mundo para no parecer tan nerd , por lo menos yo, siempre trato de vivir mi día a día tomando decisiones con valores como el respeto, el servicio y la paz, que son propios de un jedi , porque esto es más que venir acá y liberar el estrés de la pega". Para llevar esta filosofía a la práctica, la agrupación también realiza obras sociales (se los puede contactar en su cuenta de Instagram EsgrimaJediChile) en conjunto con distintas organizaciones como Unicef o Entre Garras y Patas. Reúnen sus mejores trajes y presentan sus coreografías en hospitales u hogares de ancianos, y en campañas de adopción de animales. Todo por amor a "La Fuerza".
