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Además de Barcelona y Tonda di Giffoni:

Avellanas europeas, las otras con potencial en Chile

lunes, 20 de agosto de 2018

El Mercurio Campo/Rolando Araos
Reportaje
El Mercurio

Pese a que en los últimos años han llegado varios cultivares al país, solo un puñado de ellos cuenta, según los expertos, con un potencial productivo y comercial atractivo. En ese grupo destacan básicamente tres: Yamhill, Lewis y Jefferson.



E n la industria del avellano lo tienen claro: para seguir creciendo, requieren ampliar la zona de plantación. Ello implica incorporar variedades que respondan mejor a esas nuevas zonas y no son pocos los productores que en el último tiempo se han atrevido a plantar otras variedades distintas de Barcelona y Tonda di Giffoni, las dos con mayor presencia en el país.

Los resultados están siendo positivos: esta temporada, por primera vez, AgriChile, filial de Ferrero en el país, pagó a sus productores un precio diferenciado para nuevas variedades (US$ 2,79 por kilo), el cual se ubicó entre el rango de valoración de Barcelona (US$ 2,45 por kilo) y Tonda di Giffoni (US$ 3,24 por kilo).

"Este precio diferenciado está preparando el terreno para que, a la larga, se encuentren clientes nuevos que estén interesados en una variedad determinada", sostiene Jaime Armengolli, productor y dueño de agrícola La Campana.

Gabriel Aguilar, asesor experto en avellanas europeas y quien hace algún tiempo formó parte del Departamento Técnico de AgriChile, indica que la señal que está dando la empresa con esta medida apunta a ampliar el universo en el que en la actualidad se mueve el negocio en Chile, lo que finalmente beneficiará tanto a los productores como a la propia empresa. "Debemos entender que el potencial de crecimiento que tiene Chile, en términos de hectáreas, no merece tener solo dos variedades", asegura.

Pese a ello, algunos sostienen que hay que tomarse este tema con calma, debido a que encontrar buenas variedades como Tonda di Giffoni, con la que se obtienen rendimientos de entre 600 y 900 kilos/ha, es muy difícil.

"Por lo mismo, creo que cualquier variedad nueva solo podrá entrar a competir con Barcelona", asegura Pablo Grau, investigador del INIA Quilamapu.

Yamhill y su prometedora producción

De las distintas variedades que se vienen probando en el país, de acuerdo con los expertos, tres son las que cuentan con un potencial productivo y comercial atractivo, donde la relación pepa-cáscara de la fruta aparece como uno de los aspectos más importantes: Yamhill, Lewis y Jefferson.

Yamhill fue creada en la Universidad Estatal de Oregón, en Estados Unidos, en respuesta a la enfermedad Eastern Filbert Blight (EFB) que no está en el país.

Según Jorge Mohr, socio director de Viveros Nefuen, este es un cultivar que cuenta con potenciales productivos muy buenos, lo que está quedando demostrado en las plantaciones que la empresa está desarrollando en las regiones del Maule, Biobío y Los Lagos.

"En Osorno, por ejemplo, hay experiencias donde los huertos de Yamhill producen sobre los 4.500 kilos/ha, llegando incluso cerca de los 5.000 kilos/ha. En Chillán, en tanto, hay huertos más nuevos, que entregan sobre 3.500 kilos/ha", asegura.

Esta variedad, que alcanza un peso promedio de 2,3 g, madura cerca de 10 días antes que Barcelona. El árbol es, en general, compacto y posee un vigor de entre 55% y 60%, lo que permite plantarlo en mayor densidad y alcanzar mayor precocidad y productividad por hectárea.

"Se trata de un árbol bastante abierto, lo que es bueno en términos de poda. Además, no se embosca, crece abierto, lo que también permite que tenga una alta productividad y entregue frutos con calibres de entre 11 y 15 mm, aunque con mucha concentración entre 12 y 13 mm, que es lo que pide la industria", advierte Jorge Mohr.

Además, la relación pepa-cáscara es buena, especialmente en relación con otras, como Barcelona.

"El fruto es chico, orientado a la industria chocolatera, y entrega una conversión de cáscara a fruta cercana al 48%, siendo que, en Chile lo normal es 42%", indica Jaime Armengolli.

Además, su floración tardía permite que los frutos se alejen de las heladas. Lo anterior, sumado a su corto desarrollo y caída temprana, la hace, según los expertos, una buena alternativa para la zona sur del país.

De acuerdo con Gabriel Aguilar, Yamhill ha adquirido una ventaja competitiva muy importante con la nueva valorización de precios por parte de AgriChile, haciéndola una opción muy atractiva para los productores. De hecho, recuerda que esta variedad entró al país al mismo valor que Barcelona.

Para el asesor Jean Paul Joublan, el verdadero potencial productivo de Yamhill se conocerá dentro de 3 a 4 años, cuando existan árboles de 6-7 años, que alcancen su máxima productividad.

"No obstante, hay que reconocer que esta variedad ha dado resultados interesantes, puesto que su producción, en un horizonte de 7 años, alcanza entre 10% y 15% más que Barcelona, entregando de 3 a 5 ton/ha. Si se compara con Giffoni, la producción debería ser entre 30% y 40% mayor", asegura.

Pese a estas cifras, Gabriel Aguilar sostiene que Yamhill no puede competir con Tonda di Giffoni, que es la variedad más valorada por AgriChile. "Para que Yamhill equipare a Giffoni, en términos de ganancia, necesita entre 16% y 20% más de producción...Pero, además, hay que considerar los costos de producción, necesitaría entre 21% y 23% más para tener un buen resultado económico por hectárea", dice,

Jefferson y Lewis: las otras opciones

En la misma línea que Yamhill, se encuentran Jefferson y Lewis, dos variedades provenientes del programa de mejoramiento genético de la Universidad Estatal de Oregón, en EE.UU.

Los árboles de Jefferson, que en EE.UU. se plantan como reemplazo de Barcelona, suelen crecer de forma ligeramente vertical. Además, son moderadamente vigorosos (65% a 70%) y cuentan con una canopia verticalmente expandida, lo que facilita la llegada de la luz solar y favorece su desarrollo. Su fruto pesa un poco menos que el de Barcelona, llegando a los 3,7 g, y logra un rendimiento al descascarado de 45%.

Para Gabriel Aguilar, el problema de Jefferson radica en que tarda en entrar en producción. "Así, si planto una hectárea de Jefferson y al lado una de Giffoni, en el año cuatro estaré produciendo 1.500 kilos/ha de Giffoni y cero de Jefferson", asegura.

De todas maneras, los expertos coinciden en que para tener certeza acerca del real potencial del esta variedad, habrá que esperar algunos años, cuando existan árboles que se encuentren en plena producción. "Las plantaciones más antiguas en Chile deben tener 3 a 4 años y son un poquito menos productivas que Yamhill. Se trata de una variedad que produce fruta cuyo tamaño está más pensado para la industria de cáscara que de descascarado", indica Jorge Mohr.

Algo similar ocurre con Lewis, cuya presencia en el país aún es incipiente. Se sabe que esta variedad cuenta con un árbol de un vigor que llega al 75% y un tamaño de 3,5 metros de alto. Su fruto se puede cosechar entre 5 y 7 días antes que Barcelona y, puede llegar a 2,9 g. Su rendimiento al descascarado puede llegar al 47%.

"De todas maneras, pensamos que con esta variedad, fácilmente podemos llegar a las 6 ton/ha, lo que habla de una alternativa con gran potencial", indica Pablo Grau.

Se espera que Lewis pueda adaptarse bien a las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos y el extremo norte de Los Lagos.

Para los expertos, una alternativa para la comercialización de variedades como Lewis y Jefferson es seguir el camino de muchos agricultores norteamericanos, quienes las exportan a Europa.

US$ 2,79
POR KILO pagó AgriChile por algunasde las nuevasvariedades

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