jueves, 16 de agosto de 2018
Economía y Negocios Online
Emol
En más de $3.000 millones avaluó Sebastián Dávalos el perjuicio ocasionado por el actor Daniel Alcaíno mediante sus rutinas realizadas bajo el nombre de Yerko Puchento y las cuales fueron transmitidas por Canal 13.
Es por esto que el hijo de la ex Presidenta Michelle Bachelet llegó hasta el 12° Juzgado Civil de Santiago, el pasado 27 de julio, para presentar una demanda de indemnización en contra de la estación televisiva.
De acuerdo al documento, Dávalos fue víctima de "persecución" por parte del medio controlado por el empresario Andrónico Luksic, exigiendo así el pago de $3.360.000.000 por las presentaciones realizadas en el programa nocturno Vértigo.
"Se ha solazado injuriándome a lo largo de tres años, burlándose de mi situación judicial, de mi familia, de mi trabajo, incluso de mi apariencia física o mi modo de vestir. Expresiones como `el hijo del año` o `el epidemia con aros`, ladrón, y otras de peor clase han sido proferidas por este sujeto en forma sistemática, sin que jamás se le haya hecho por parte de sus superiores jerárquicos una reprensión", señaló en el escrito de 10 páginas, aludiendo a las consecuencias que le trajeron la investigación por la venta irregular de terrenos en Machalí.
Y sobre esta última precisó: "Hacer frente a una investigación judicial, a toda luz malintencionada y carente de fundamento, no ha sido suficiente. He debido enfrentar además la desinformación y los comentarios malintencionados, que me han perjudicado, a mi familia y a mi madre, quien por ostentar durante estos años el cargo de Presidente de la República se ha visto directamente afectada por las noticias que prácticamente a diario se emitían, supuestamente, por los ilícitos que yo habría cometido".
Y concluyó: "Dudo que otra persona de connotación pública se haya visto expuesta al escarnio y a la mofa de un canal de televisión con la persistencia y contumacia con que yo personalmente lo he sido. Sólo puedo calificar la actividad del demandado como una persecución completamente infundada en mi contra".
"Un ejemplo de irresponsabilidad" De acuerdo al cientista político, las mofas de Puchento se sustentaban al amparo de la "libertad de expresión", pero que "nada se ha dicho cuando la propia justicia ha eliminado los cargos en mi contra y me ha sobreseído definitivamente de cualquier cargo".
Es por esto que calificó a Canal 13 como "un ejemplo de irresponsabilidad", al indicar que "por una parte emite o ha emitido en sus noticiarios la información `seria`, (y) por otro lado, durante los últimos años ha mantenido sustentado y respaldado otro tipo de información: vulgar, grotesca, desinformada e injuriosa".
De las críticas tampoco se escaparon los conductores del programa, indicando que estos "avalaban" las expresiones de Alcaíno.
"La rutina se reitera semana tras semana con la aquiescencia de los productores del programa, y cuando las rutinas de este sujeto son retransmitidas al día siguiente de su emisión en los programas matinales dando una nueva oportunidad para que las injurias sean repetidas, y cuando dichas rutinas son repetidas en otras ocasiones, como por ejemplo en los días feriados de elecciones, sólo puedo entender que el demandando Canal 13 ampara, avala, justifica y propicia la emisión de tales injurias", añadió.
Desglose de la demanda El alto monto de la demanda fue justificado por tres aspectos: daño emergente, lucro cesante y daño moral. Por el primero de ellos exigió $360.000.000, "debido a las suspensiones de trabajo profesional que fueron anulados producto del actuar doloso del demandado".
En cuanto al lucro cesante, la suma fue de $1.000.000.000, "por no contar con las sumas de dinero que, de acuerdo al mercado y de nuestros últimos balances financieros (2011, 2012 y 2013) me habrían correspondido por mi actividad como funcionario público y como profesional".
Mientras que por el supuesto daño moral que el demandante acusa, exigió la cancelación de $2.000.000.000 "al verse presionado por decenas de personas quienes erróneamente y debido a las rutinas cómicas emitidas por Canal 13 consideraron como ciertas las acusaciones efectuadas en mi contra, lo que se tradujo en insultos y malos tratos para mi familia y para mí".
De acuerdo al procesado en el caso Caval, sintió "angustia frente a la posibilidad de perder toda credibilidad y no poder responder de la misma forma frente a un medio de comunicación masivo", así también como "temor por las amenazas y acusaciones que en público he debido sufrir por las acusaciones de terceros que justificaban su actuar por las rutinas del personaje del programa Vértigo"; y agotamiento continuo por tener que haber ido a tribunales a justificar "nuestra inocencia y por otro lado, soportar las burlas que socavaban todo mi trabajo en ese sentido".
