Ricardo Muga Muñiz, periodista irreductible
miércoles, 15 de agosto de 2018
Nacional
El Mercurio
A los 58 años ha fallecido el periodista Ricardo Jesús Muga Muñiz, destacado editor de "El Mercurio". Nació en Rancagua en 1960, hijo de Ricardo Muga Naredo y María Dolores Muñiz Fernández, quien migró a Chile desde Asturias, España. Estudió en el Instituto O'Higgins de Rancagua y luego de cursar un año de Ingeniería en la U. de Chile cambió de rumbo hacia lo que sería su vocación definitiva: el periodismo, carrera que estudió en la Universidad Católica del Norte. Luego de realizar su práctica en la sección Crónica de "El Mercurio", en 1984, volvió a su ciudad natal, donde fue corresponsal de Las Últimas Noticias y editor general del diario El Rancagüino, además de comentarista deportivo en el programa radial Caravana Celeste. Pronto, en 1988, su destacado desempeño lo llevaría a la sección Regiones de "El Mercurio", en Santiago. Esa y otras secciones de este diario, como Crónica, Política y Deportes, supieron de su talento y rigor informativo. Por ello, en 2010 fue designado editor en terreno del equipo de "El Mercurio" que cubrió el rescate de los 33 mineros de la mina San José. También fue editor de Justicia y Seguridad, y luego parte del equipo de Temas Especiales, trayectoria que lo hizo dueño de una particular mirada, transversal y acuciosa, sobre el ejercicio del periodismo. En estas casi tres décadas se transformó en un referente para sus colegas editores, quienes constantemente le pedían un juicio crítico sobre las ediciones diarias. Como editor de Justicia y Seguridad, fue un inclaudicable defensor de la presunción de inocencia, otorgando a las complejas informaciones de ese ámbito un sello de exactitud y objetividad. Juzgaba sin populismo las resoluciones de los tribunales y las actuaciones de las policías. Crítico cuando era necesario, también era capaz de reconocer los avances que la ciudadanía demanda. Jamás perdió el vínculo ni su identidad con la Región de O'Higgins. Viajaba a ella prácticamente todos los fines de semana, seguía el acontecer noticioso local y, desde esa perspectiva, enriquecía la oferta informativa de "El Mercurio". Irreductible seguidor del Club Deportivo Universidad Católica -al que defendía por igual en columnas, apariciones televisivas y cuanto debate se improvisara-, tuvo en el deporte su mayor pasión. Era extremadamente generoso para compartir su sabiduría en distintas disciplinas, desde el golf hasta el fútbol, y disfrutaba contradiciendo las opiniones de la mayoría en la mesa de editores, propiciando siempre un debate amplio, informado e histórico. "No es fácil ser hincha de la Católica. Nunca lo ha sido. Ni en las pocas oportunidades de gloria; ni en las muchas veces en que hemos tropezado con el fracaso", escribió una vez. Hombre entrañable y querido, le sobreviven su esposa, Ana María Urrutia Celis; su hijo, Ignacio Muga Urrutia, y su querida nieta, Josefa, a quienes "El Mercurio" expresa sus más sentidas condolencias.
