Disfrutar de máximas prestaciones sobre un auto eléctrico es lo que el diseñador Fabrizio Pepe quiere ofrecer a los amantes de la adrenalina. Eso sí, solo podrán usar el Spice-X, con 300 cv, en circuito porque no tiene homologación para circular por la calle. Con apenas 3,8 m de longitud y 1,69 de anchura y peso de 600 kilos, tiene espacio suficiente solo para su piloto. Cuesta unos 150 mil euros.