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Bauhaus 100 años de influencia en la moda

martes, 14 de agosto de 2018

Por Sofía Beuchat
Moda
El Mercurio

Próxima a cumplir cien años de su nacimiento, la Bauhaus (1919-1932) sigue impactando en la moda, pese a que nunca tuvo un departamento dedicado al diseño de ropa y accesorios. Jason Wu, Issey Miyake, Fendi y Marni son algunas de las marcas que han trabajado con los conceptos de esta escuela, que llamó a priorizar la funcionalidad antes que la forma.



Cada cierto tiempo, la profunda huella que dejó la escuela Bauhaus, madre del diseño industrial y gráfico tal como lo conocemos hoy, vuelve a dejarse ver en las pasarelas de las más importantes semanas de la moda del mundo. Y todo indica que se hablará cada vez más de su influencia: la escuela nació en 1919 y ya se están realizando una gran cantidad de actividades en torno al centenario que se viene el próximo año.

El último desfile de la diseñadora londinense de origen griego Mary Katrantzou, ex alumna de Central Saint Martins, en la Semana de la Moda de Londres, lo dejó claro. En las pasarelas de febrero trajo el tema al tapete con evidentes referencias a la escuela alemana: las prendas llevaban el nombre Bauhaus y en algunos abrigos se usaron gráficas modernistas, en tonos negros, dorado y rosa, inspiradas en los pósteres con los que la escuela alemana anunciaba una exposición en 1923.

"Lo que ocurre con la estética Bauhaus es que no tiene fecha de caducidad. Es eterna", dijo el diseñador taiwanés-neoyorquino Jason Wu, en 2015, luego de presentar una colección para la marca alemana Hugo Boss -con la que trabajó hasta comienzos de este 2018-, donde destacaron los tejidos, botas y botines con diseños geométricos y colores fuertes, que remiten a conceptos icónicos de la Bauhaus. Poco antes, en 2012, Rick Owens también le rendía tributo a la escuela alemana con una colección de prendas deconstruidas y acolchadas, mientras Carolina Herrera hacía lo propio con un desfile en el que reinó el rojo intenso y el amarillo, además de cortes precisos y funcionales. "Me inspiré mucho en la Bauhaus. Me intrigaba por la fluidez y la pureza de líneas, por los colores y por el estilo de vida que se vivía en ese momento", declaró la diseñadora neoyorquina al diario El País de España.

A ellos se suman marcas como Jil Sander, Michael Kors, Fendi, y Marni, entre otras casas de moda que también han trabajado, en más de alguna ocasión, con conceptos clave de la Bauhaus. Una escuela que, pese a su corta vida -solo duró 14 años-, no para de ejercer influencia en las industrias creativas, gracias a su invitación a priorizar la funcionalidad antes que la forma y a reducir al mínimo todo lo ornamental.

La Bauhaus fue fundada en 1919 por el arquitecto Walter Gropius como Departamento de Arquitectura, Artes y Oficios en la ciudad de Weimer, al centro de Alemania. Se trasladó a Dessau, en 1925, y a Berlín, en 1932, donde fue clausurada un año más tarde por impulsar lo que en los albores de la Segunda Guerra Mundial eran consideradas "ideas peligrosas": el cuestionamiento, la libertad y el pensamiento crítico como marco idóneo para el desarrollo de la creatividad. Estas ideas se volcaron, principalmente, en la arquitectura y el diseño de mobiliario: Bauhaus, de hecho, significa "casa de construcción". No había en la Bauhaus nada parecido a un departamento de moda. Sin embargo, en su innovador laboratorio textil se plantaron las semillas de su impacto posterior en el diseño de ropa y accesorios, cuya influencia se puede ver -por dar solo algunos ejemplos- en los trajes retro-futuristas de Pierre Cardin o en la simplificación estructural de Giorgio Armani.

-Como no había un taller de diseño de moda, la influencia de la Bauhaus en el vestuario ha sido indirecta. Durante años, muchos creadores de moda trabajaron con ideas de esta escuela, aunque no siempre lo evidenciaran. Con el tiempo comenzaron a mirar esta escuela como referente de manera más consciente -explica Paola Moreno, diseñadora a cargo del curso de Historia de la indumentaria, en la Escuela de Diseño de la Universidad Católica de Chile.

Vinculado con el taller de teatro, el laboratorio textil de la Bauhaus entendía a la vestimenta como un elemento más de cada puesta en escena. Con materiales experimentales, como el alambre, la espuma o la madera, daban a la ropa volúmenes y formas cúbicas, espirales u ovales.

-Los estudiantes hacían ropa experimental, que usaban para ir a las fiestas que se celebraban en la escuela. Por ejemplo, usaban chaquetas-sombreros, influencias por los ejercicios en torno al volumen que hacían en sus clases, con cartones -acota la académica.

Vivian Urmeneta, arquitecto y directora de la carrera de Diseño de Vestuario en Duoc UC Viña del Mar, destaca en esta línea el Ballet Triádico desarrollado por el pintor, escultor y escenógrafo alemán Oskar Schlemmer, quien estuvo a cargo del taller de teatro de la Bauhaus entre 1921 y 1929. En este proyecto, los personajes tenían un vestuario que potenciaba la geometría sobre el cuerpo.

-Un símil del traje de ballet Bauhaus de 1921 se puede ver en los trajes diseñados por el diseñador japonés Kansai Yamamoto para David Bowie, personificando a Ziggy Stardust en una foto de 1973 y que luego el músico reinterpreta como máxima simplificación hacia el final de su vida, en su último video Lázaro, a través de rayas pintadas sobre el cuerpo -agrega Urmeneta.

El Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires exhibió hasta el 12 de agosto tres de estos trajes experimentales, en los que las telas son estiradas por estructuras de alambres que forman una suerte de armador. Además, en la inauguración se presentó un espectáculo de ballet con réplicas de los trajes usados por el Ballet Triádico. Una idea que se dejó traslucir en los coloridos vestidos con forma de tortas y pasteles que presentó la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada en febrero de 2017, en el Madrid Fashion Week, y que está también en el célebre vestido Minaret, que creó el diseñador japonés Issey Miyake en 1995. Aunque, acota Paola Moreno, "en este caso, es probable que Miyake llegara a la forma no inspirándose en la Bauhaus, pero haciendo la misma relación ideológica que los diseñadores de la escuela alemana".

Abstracción para vestir

Durante los primeros años, el taller textil estuvo influenciado por Johannes Itten, pintor y diseñador suizo que llamó a los alumnos a trabajar a partir de formas geométricas básicas, como el círculo, el triángulo y el cuadrado, en interacción con colores primarios (rojo, amarillo y azul). ¿El resultado? Piezas de vestir que evocaban cuadros abstractos.

-El ejemplo más clásico de cómo la Bauhaus tuvo influencia de manera posterior es el vestido Mondrian, de Yves Saint Laurent: fue realizado en 1965, 32 años después del cierre de la Bauhaus, en honor al holandés Piet Mondrian, fundador del neoplasticismo e impulsor de la abstracción pictórica, quien durante algunos años fue profesor en la escuela alemana. En la misma línea, la casa de modas Hermés lanzó en 2008 una colección de pañuelos que recoge seis cuadros de la serie Homages to the Square, de Joseph Albers, uno de los más importantes maestros de la Bauhaus. En estos diseños, se reproduce su trabajo más característico, la interacción cromática entre cuadrados. Y los diseños de Kandinsky, otro de los maestros, hoy son replicados con bastante frecuencia, aprovechando técnicas de sublimación sobre poliéster, muy convenientes para la industria del retail -acota la diseñadora Paola Moreno, mientas que Vivian Urmeneta agrega al célebre bolso Rojo Amarillo Azul, de Chanel; los trajes sastre, del diseñador francés Jean-Charles de Castelbajac, y la colección verano 2015, de la marca francesa Celine.

-Este racionalismo cromático se podría homologar, guardando las distancias, a lo que hoy se conoce como color block , donde planos de colores muy definidos juegan entre sí, construyendo un vestuario con proporciones, un orden y una marcada visualidad geométrica -agrega Vivian Urmeneta.

En una segunda fase, el taller textil fue influenciado fuertemente por la obra del célebre artista Paul Klee, quien investigó en torno al uso de materiales novedosos, como el celofán, y profundizó en torno a la idea central de la Bauhaus ("la forma sigue la función"). Esto se tradujo en diseños en los que la reducción de adornos fue la tónica y la adopción de formas geométricas, una constante.

-La armonía entre forma y función da lugar a la vigente expresión menos es más, acuñada por Mies van der Rohe, quien fue director de la Bauhaus, y que nos habla de la ausencia de ornamentación como principio rector del diseño. La abstracción de la forma se valora en sí misma -acota Urmeneta.

Entre las discípulas de Klee, destacó la alemana Anni Albers, quien llegó a la Bauhaus como estudiante, obtuvo su título luego de diseñar una cortina de algodón y celofán que absorbía sonidos y reflejaba la luz, y luego llegó a dirigir el taller textil. Algunos diseños de la llamada "poetisa del tejido" están en la colección de Jason Wu, de 2015.

Pero, más allá de los criterios netamente estéticos, la Bauhaus dejó su impronta en el mundo del diseño de moda de una manera más amplia y profunda, al insertar en los procesos creativos la idea -actual hoy; revolucionaria para su época- de buscar la sinergia entre diferentes disciplinas para potenciar los resultados.

-La Bauhaus era algo más que un lugar donde enseñar y aprender. Era una comunidad, un movimiento espiritual, un enfoque radical de todas las formas del arte. Más que un legado visual, la Bauhaus cambió la forma de pensar y de entender el diseño- concluye Vivian Urmeneta.

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