A nivel mundial, los grandes retailers están enfocados en desarrollar estrategias “omnicanal”, integrando su presencia física y online.
Desde el universo de la venta online, hemos visto que los grandes actores internacionales han salido a adquirir compañías de retail en Estados Unidos.
Mientras tanto en casa las cosas también se mueven: Recientemente uno de los grandes representantes de las empresas de venta online adquirió uno de los principales “online marketplaces” de Latinoamérica. Para los actores “brick and mortar” este tipo de compras les aportan un marketplace diferenciado y una plataforma de pago alternativa de las que carecen.
Los actores internacionales se han visto beneficiados con operaciones que aumentan su omnicanalidad, ya que existe un universo de inversionistas que premian su agresividad, no se asustan con la inversión de capital y les exigen muy pocos flujos corrientes a los activos. Los inversionistas locales, en cambio, tienden a tomar en general un enfoque más tradicional y esperan que las compañías en las que apuestan generen utilidades y flujos de caja libres en el corto plazo.
Esta diferencia– que se traduce en un mayor costo de capital– podría poner a las compañías chilenas en una desventaja frente a la creciente arremetida de los “e-tailers” globales en Latinoamérica. La decisión de las empresas del retail de acelerar su inversión en canales digitales parecería necesaria e inevitable. El reto de las firmas locales que apunten a este tipo de operaciones será poder mostrar el desarrollo exitoso de su estrategia en el tiempo, generando confianza entre los inversionistas que les permita invertir las sumas necesarias hoy para asegurar su competitividad en el futuro.