Independientemente de lo que sucediera en la elección presidencial del año pasado, Rocío Fonseca ya había definido que con el cambio de gobierno iba a dejar la dirección ejecutiva de Start-Up Chile, un cargo a través del que logró consolidar el liderazgo internacional de la aceleradora estatal. Sin embargo, un llamado de Sebastián Sichel la convenció de aceptar la gerencia de Innovación: "La propuesta me pareció súper sexy, en el sentido de que tienes una organización que va a cumplir 80 años y tienes en tus manos la oportunidad de rejuvenecerla y de actualizarla a la época en la que estamos corriendo", explica. Desde su nueva posición Fonseca está enfocada en llevar a cabo una transformación del organismo que define como Corfo 2.0 y que pasa por simplificar los procesos y también por ir más allá de la mera entrega de recursos. "Desde mi experiencia de Start-Up Chile puedo aportar desde todo lo que tiene que ver con cómo vinculamos, cómo conectamos actores, cómo hacemos match entre las necesidades de uno y las soluciones de otros", asegura.