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Posible nueva cumbre en el otoño (boreal):

Trump invita a Putin a Washington en medio de controversia abierta por la primera cita

viernes, 20 de julio de 2018

Nicolás García de Val
Internacional
El Mercurio

El Presidente de EE.UU. ha recibido críticas y cuestionamientos de la comunidad de inteligencia, diplomáticos y senadores.



No ha pasado ni una semana desde la reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin, y el Presidente estadounidense ya planea la segunda. "Espero otra cita para implementar algunas de las muchas cosas discutidas", tuiteó ayer el republicano. Poco después, su vocera Sarah Huckabee Sanders confirmó que el Mandatario pidió que se iniciaran los preparativos para invitar a su par ruso a Washington en el otoño (boreal), una noticia que dejó atónito a su propio director de Inteligencia Nacional, Dan Coats.

"¿Me puedes repetir eso?", pidió Coats a la moderadora de un foro de seguridad, que le preguntaba sobre la invitación. "Bueeeno. Eso va a ser algo especial", dijo el director de inteligencia, quien minutos antes había catalogado a Rusia como el actor estatal más agresivo en sus intentos por interferir en asuntos internos de EE.UU.

Para los presidentes en cambio la percepción parece distinta y ambos salieron ayer a defender la cumbre de Helsinki. Putin criticó las "fuerzas de EE.UU. que están dispuestas a sacrificar las relaciones con Moscú", y Trump manifestó que "la cumbre con Rusia fue un gran éxito".

El anuncio de la invitación se produjo en momentos en que la Casa Blanca trata de dejar atrás días de declaraciones confusas sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016 que llevaron a Trump a la Presidencia. La poca claridad de los asuntos que se discutieron en la cita de Helinski abrió varios "frentes" dentro de EE.UU. que ahora el gobierno tiene que manejar:

Diplomacia

Como una forma de resolver las disputas por la presunta injerencia de Rusia en las presidenciales estadounidenses de 2016, Putin ofreció que investigadores viajen a Moscú a interrogar directamente a quienes consideren están implicados; a cambio, funcionarios de su país podrían hacer lo mismo con ciudadanos estadounidenses.

Trump consideró en un principio que esta era "una oferta increíble", pero para el Departamento de Estado es "absolutamente absurda", y diplomáticos de alto rango han expresado su consternación ante la posibilidad de que el Presidente siquiera considere la idea.

"Esto es algo que no debería requerir, ni por medio segundo de duda. Es peligroso", dijo John Kerry, secretario de Estado durante el gobierno de Barack Obama. Para James Clapper, ex director de Inteligencia Nacional, "entregar a ex embajadores para que los interroguen los rusos" es "una locura". Menos directo, pero igualmente contrario a la idea se mostró el actual director del FBI, Christopher Wray: "No me gusta decir 'nunca', pero no está arriba en la lista de nuestras técnicas investigativas", dijo a NBC.

Moscú mencionó su interés por interrogar al empresario Bill Browder, y también ha salido a la luz el nombre de Michael McFaul, ex embajador en Rusia (2012-2014). Ambos fueron figuras clave para que EE.UU. aprobara la ley Magnitsky en 2012, que sancionó a funcionarios rusos involucrados en el caso del abogado Serguéi Magnitsky, muerto mientras se encontraba bajo custodia rusa.

Browder calificó la posibilidad como "una sentencia de muerte", mientras que McFaul dijo esperar que "la Casa Blanca denuncie categóricamente esta ridícula petición".

El ex embajador no recibió la enérgica respuesta que esperaba, pero Huckabee Sanders dijo ayer que Trump "no está de acuerdo" con la propuesta -pese a haberla calificado de "increíble"-, contradiciendo lo que ella misma comentó el miércoles cuando aseguró que el Presidente estaba "discutiendo con su equipo" sobre el asunto.

"No existe ninguna posibilidad de que EE.UU. obligue a ex diplomáticos a entregar información a Rusia", dijo a "El Mercurio" William Courtney, experto en Rusia de la Rand Corporation y ex embajador estadounidense en Kazajistán y Georgia. Sin embargo, advierte que la "aparente disposición a considerar la propuesta" mostrada por Trump en la cumbre podría generar problemas con su cuerpo diplomático.

Inteligencia

Durante la cumbre, Trump no respaldó las conclusiones de la comunidad de inteligencia al asegurar que "no ve motivos por los cuales habría de ser Rusia" la que interfirió en las presidenciales de 2016, como han dicho en repetidas ocasiones todas las agencias estadounidenses.

Posteriormente, el Mandatario se retractó, alegando que se expresó mal, pero, un día después, volvió a contradecir a la inteligencia de su país al asegurar que Moscú ya no está intentando intervenir en EE.UU. Como ya se ha vuelto tradición en su gobierno, Huckabee Sanders salió a decir que todo se trató de un nuevo malentendido, pero expertos y los medios, incluyendo a Fox News, subrayaron la contradicción.

La comunidad de inteligencia ha criticado al Presidente por no ser enfático en acusar al Kremlin por su presunta injerencia electoral, pese a que semanas antes de que llegara a la Casa Blanca le entregaron pruebas concretas de que fue Putin el que ordenó la campaña de desinformación, dijó ayer The New York Times.

Republicanos

La suavidad que mostró Trump en su cita con Putin, sumada a la polémica idea de que los rusos interroguen a diplomáticos, han hecho que decenas de políticos critiquen al Presidente. Y los dardos no están llegando solo desde la oposición demócrata.

Republicanos como John McCain, Ben Sasse, Jeff Flake y Lindsey Graham lo han cuestionado. Los líderes del partido en el Congreso también se han distanciado de las dudas mostradas por Trump ante la injerencia de Rusia.

En esa línea, el Senado aprobó unánimemente ayer una resolución que señala que EE.UU. debería rechazar "categóricamente" cualquier solicitud de Putin para interrogar a "autoridades", en ejercicio o retiradas, del país.

Además, se espera que en los próximos días el Senado vote una norma bipartidista que impondrá sanciones económicas a cualquier ruso que interfiera con elecciones en el país de 2018 en adelante. El líder de los republicanos en la Cámara Alta, Mitch McConnell espera que la norma sea votada sin pasar por las comisiones, para ahorrar tiempo, aseguró The Hill.

Pentágono

Trump dijo haber discutido varios temas de seguridad con Putin, entre ellos la desnuclearización de la península coreana y el conflicto en Siria, pero parece que se le olvidó entregar los detalles al Departamento de Defensa.

"Se alcanzaron acuerdos verbales importantes", dijo el embajador ruso en EE.UU., Anatoly Antonov. Estos pactos incluirían renovar acuerdos de desarme y "propuestas más específicas" sobre cómo ambos países pueden cooperar en Siria.

Esta es más información de la que, aparentemente, maneja el Pentágono. "Cuando tengamos más detalles se los haremos saber", fue la esquiva respuesta de la vocera del Pentágono, Dana White, ante las preguntas de los periodistas.

El Ministerio de Defensa ruso ha dicho estar "listo" para "intensificar" los contactos con su contraparte estadounidense, pero el general Joseph Votel, jefe del Mando Central de las Fuerzas Armadas de EE.UU., dijo ayer que no había recibido ninguna orden en ese sentido.

El secretario de Defensa, Jim Mattis, no ha aparecido en público desde la cumbre de Helsinki.

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