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Laicos y religiosos rinden una prueba online para certificarse:

Así se forman quienes enseñan a prevenir abusos sexuales en los ambientes eclesiásticos

martes, 17 de julio de 2018

Valentina González
Nacional
El Mercurio

Quienes se acreditan como "formadores" estudian cómo evitar, detectar y reparar estos casos, para luego transmitir estas estrategias a sus comunidades.



"¿Qué son?", pregunta Pilar Ramírez, coordinadora del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a las Víctimas de la Conferencia Episcopal (CECh), ante una sala con unos 80 religiosos y laicos.

"Terceros", responden al unísono. El punto es uno de los que, con mayor énfasis, se abordan en la capacitación a la que asisten quienes desean ser formadores en prevención de abusos. La idea es transmitir que todos son parte de un sistema de relaciones, en que se pueden crear escenarios más o menos propicios a situaciones abusivas.

La formación entregada por la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Chile (Conferre) dura dos jornadas -tuvo su edición más reciente el 21 y 22 de junio- y permite a sus participantes obtener una certificación, para enseñar en sus propias comunidades los contenidos básicos definidos por el consejo de prevención de la CECh.

En clases

En la capacitación que reciben, los contenidos van desde cómo acoger a una eventual víctima desde una mirada psicológica, hasta comprender cómo ha enfrentado la Iglesia Católica los abusos. También se incluyen los aspectos legales, del derecho civil y canónico, y estrategias para crear ambientes seguros. Tras asistir a clases, los futuros formadores deben acreditarse con una prueba online .

Los expositores también buscan aclarar ideas erróneas que puedan existir en torno al abuso. Marcela Sáenz, religiosa y coordinadora del Consejo de Prevención de la Conferre, explica que uno de los "mitos" que abordan en las jornadas es el de las denuncias falsas. "Está demostrado que el porcentaje es bajísimo. Es lo primero que les decimos en la capacitación, porque esa es como la bandera que queda: '¿Y las denuncias falsas, y el daño que pueden hacer?'. Eso lo derribamos en la primera media hora de capacitación", asegura.

Sáenz afirma que no es poco habitual que en el contexto de las capacitaciones aparezcan testimonios de los participantes: "Hay gente que de repente le pone nombre a algo que le pasó".

Al igual que Ramírez y otros expositores de las jornadas, como los sacerdotes Larry Yévenes y David Albornoz, la religiosa es parte del servicio de escucha a víctimas, formado tras la visita más reciente del arzobispo Charles Scicluna.

Al respecto, recalca que dicha instancia no puede sustituir a los canales ya existentes para recibir denuncias, en las diócesis y congregaciones. "El Papa, con toda su buena intención, y Scicluna, lo mismo, saben muy bien que no pueden hacer algo que reemplace eso. Sería como decir 'sanemos a este enfermo desahuciándolo'. No, ellos confían en que la institucionalidad va a mejorar".

EN TODO EL PAÍS
La CECh estima que se ha formado a unas 20 mil personas, a través de los cursos que han hecho los monitores.

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