viernes, 13 de julio de 2018
Economía y Negocios Online
Gonzalo Muñoz Cofundador de Sistema B y CEO de TriCiclos
Tengo la suerte de haber dedicado los últimos dos años a recorrer el mundo sosteniendo reuniones con grandes empresas que están interesadas en involucrarse en la economía circular y/o en el modelo de las empresas B. Ambos son conceptos que hace 5 años eran casi desconocidos y actualmente ya están son parte de la estrategia de miles de empresas en decenas de países. Las empresas están necesitando encontrar una forma innovadora de equilibrar rentabilidad y riesgo. Calidad, competitividad y cuidado del medio ambiente. Desarrollo organizacional e impacto social. Y si bien esto no es simple ni rápido, son cada vez más las empresas que se acercan a pedir apoyo para entender y aproximarse a estos modelos. Organizaciones que ven en la economía circular la posibilidad de reducir sus externalidades negativas; cambiar de vender un producto a vender un servicio; promover el saludable cuestionamiento al modelo de negocio tradicional; y conectarse con el nuevo mercado creciente de las economías colaborativas, circulares y restaurativas. En cuanto a las razones para medirse bajo el modelo de empresas B, están por un lado las compañías que llevan años trabajando en criterios y protocolos de RSE y que reconocen en la evaluación de impacto B la mejor forma de atender el cumplimiento de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sustentable) propios de la agenda 2030. Otras ven en esta herramienta de medición la mejor forma de gestionar el propósito de la compañía. Y las empresas menores o que no tienen un historial en RSE ven en el modelo B una excelente forma de entrar al mundo de la sustentabilidad empresarial directo a la vanguardia.
Las razones por las cuales las personas se acercan a estos conceptos y comienzan a cuestionar sus modelos de negocios varían bastante. Muchos evidentemente lo hacen por ser visionarios o por tener algún grado de sensibilidad respecto de cómo las personas podemos ser parte del problema o de la solución a los temas globales. Algunos se aproximan porque el nieto o nieta se lo enrostra en cada almuerzo dominical, haciéndoles sentir como un dinosaurio que no sabe para dónde necesita ir el mundo. Hay muchos que deciden tomar acción después de haber vivido una crisis más o menos escandalosa, mientras que otros se empiezan a ver provocados por los clientes. Lo destacable es que la gran mayoría, por lejos, toma estos caminos para ser capaz de atraer y mantener el talento en la empresa (y algunos también para atraer capital inteligente). En general son los equipos al interior de las empresas los que están exigiendo que se trabaje por un propósito y que la organización logre su rentabilidad a través de generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Ese es el gran cambio que está ocurriendo en el sector empresarial. Y si no me lo cree, haga la pregunta dentro de su empresa.
