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Drosophila suzukii

Claves para detectar a la mosca de alas manchadas

lunes, 16 de julio de 2018

El Mercurio Campo/Rolando Araos M.
Campo
El Mercurio

La plaga podría generar la pérdida de hasta el 80% en cerezos, arándanos y uva de mesa.



P reocupación provoca en la fruticultura la irrupción en el país, desde hace un poco más de un año, de la Drosophila suzukii o mosca del vinagre de alas manchadas, plaga cuarentenaria que estaba ausente del territorio nacional y que puede generar cuantiosos daños en los huertos de especies frutales.

"En otros países se ha visto que las pérdidas asociadas a su presencia pueden llegar al 80% de la producción", afirma Julia Pinto, gerente técnico del Comité de Arándanos.

Hoy el insecto, que se encontró por primera vez en el país en el paso fronterizo Mamuil Malal, en la Región de La Araucanía, se ha expandido hasta la Región de O'Higgins, en especies como cerezos, arándanos, frambuesos, "Los problemas para el sector exportador podrían venir por un alza en los costos de producción, producto de un aumento de los controles y de la dificultad en la cosecha. Y es que este último proceso podría hacerse más lento, debido a la revisión exhaustiva de los frutos que habrá que hacer", plantea Luis Devotto, representante del INIA en la Mesa Nacional Público-Privada de Drosophila suzukii .

Una mosca de temer

La Drosophila suzukii es una de las pocas integrantes del grupo de las mosquitas del vinagre -compuesto por más de 4.000 especies- que genera daño a la actividad agrícola.

Liliana Camelio, gerente general de Biofuturo, empresa que cría y comercializa controladores biológicos, explica que la responsable es la hembra adulta, que al poner sus huevos penetra la fruta.

"Dichos huevos eclosionan dando paso a larvas que se desarrollan y alimentan de la pulpa del fruto, siendo casi imperceptible el daño a simple vista. Uno de los grandes problemas es que puede ser provocado justo antes de la cosecha, lo que llevará a que se exporte fruta aparentemente sana, pero que al llegar a destino evidenciará su real mala condición. Esto, de paso, hará que esta pierda valor comercial", explica.

Dentro de las señales de su presencia están el cambio de color de la pulpa (adopta un tono café) y la aparición de zonas hundidas y de fluidos en su superficie (esto sucede más comúnmente en cerezas y arándanos). De hecho, con lupas de alta precisión (idealmente 30x) es posible ver los pequeños orificios redondos que deja la mosca tras poner sus huevos.

La Drosophila suzukii tiene predisposición a infectar y desarrollarse en fruta en maduración y en buen estado, especialmente en especies como los berries y los carozos. La infección abre la puerta para la aparición de enfermedades como penicillium y botrytis.

Tatiana Montenegro, investigadora de Biofuturo, considera que la macrozona del centro sur de Chile es la de más alto riesgo para que se produzca un óptimo establecimiento y una elevada proliferación de la mosca. Los expertos insisten en que lo mejor es detectar la mosca en la fase larvaria, para lo cual se puede realizar un análisis a la fruta; o detectarla en estado adulto, con atrayentes orgánicos.

20°C es la temperatura ideal para quese desarrolle, junto con unaalta humedad.

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