Dólar Obs: $ 956,32 | -1,25% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.207,48
IPC: 0,40%
Estudio en 2.456 niños de séptimo y octavo básico de la ONG World Vision y U. de Chile:

La mitad de las familias chilenas utiliza la violencia en su estilo de crianza

miércoles, 27 de junio de 2018

AMALIA TORRES
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Este maltrato psicológico y físico es un método disciplinario común. Sin embargo, los niños también reconocen que sus padres les demuestran cariño y ternura. La madre es percibida como la encargada de acoger y poner límites.



Un cuarto de los niños en Chile (22,7%) dice sufrir violencia psicológica en sus hogares. Es decir, sus padres o adultos significativos los critican, amenazan o no los hacen sentir bien con sí mismos, siempre o casi siempre. La violencia física, por su parte (recibir golpes, cachetadas o empujones siempre o casi siempre) es autorreportada por cuatro de cada 10 niños (41,4%), según los datos del estudio "Modelos culturales de crianza en Chile: castigo y ternura, una mirada desde los niños y niñas", realizado por la ONG World Vision y la U. de Chile.

En el estudio -en el que se participaron 2.456 niños de séptimo y octavo básico de colegios municipales, particulares y particulares subvencionados de cinco regiones del país (Antofagasta, Metropolitana, Valparaíso, Biobío y La Araucanía)- también se pudo saber la cantidad total de niños que sufren una o ambas formas de violencia. En ese caso la cifra llegó al 49,9%, es decir, uno de cada dos hogares en Chile utiliza la violencia como un método de crianza.

"La violencia está naturalizada en los patrones de crianza, y un dato que nos llama la atención es cómo los niños validan esas conductas", explica Juan Pablo Venegas, director de Incidencia de World Vision y quien participó en el estudio. "En el caso de aquellos niños que les gritan a los padres y reciben un golpe, el 46% dice que replicaría el golpe si fuera un adulto en la misma situación", agrega.

Sin embargo, a pesar de la alta cifra de violencia, los niños también reconocen altas prácticas que demuestran ternura por parte de sus madres y padres. El 93,2% de los encuestados dijo que sus progenitores les daban besos, les decían que lo querían y/o lo hacían sentir bien consigo mismo siempre o casi siempre.

Para Ana Vergara, académica e investigadora en infancia UDP, esta aparente contradicción entre violencia y cariño no es extraña. "Hay otros estudios, de Unicef, por ejemplo, que coinciden en el autorreporte de los niños de maltrato, pero también muestran una relación cariñosa con los padres. Nosotros también hemos visto una valoración muy marcada de la relación con los padres, pero una crítica de los niños a ciertas formas de ejercicio de autoridad".

Y agrega: "Hemos encontrado que los niños ven a los padres muy estresados, y entonces los chicos tienden a justificar estas explosiones de los padres. Estas reacciones de padres sobrecargados no invalida el conjunto de la relación".

Sin embargo, la importancia de evitar los actos violentos, físicos y psicológicos es clave. Así lo asegura Francisco Aguayo, psicólogo y director de "Eme, masculinidad y equidad de género". "La violencia como forma de disciplina es un fenómeno global muy fuerte en América Latina. Y es necesario avanzar en un cambio cultural. Hay una tendencia a replicar los métodos de disciplina que uno vio en casa, por eso es importante que se cuestione el uso de la violencia desde los colegios, que se trabajen temas como derechos de los niños, para ir cambiando año a año, de generación en generación, hasta hacerla menos legítima".

Mamá a la cabeza

La madre, asegura el estudio, es vista por los niños con un doble rol: de disciplinar y acoger (ver infografía).

Pero además, los niños perciben que es ella quien toma las decisiones en la casa y es ella con quien pasan más tiempo, seguido por los hermanos y la abuela.

Para Aguayo, estos resultados no son una sorpresa, a pesar del cambio que está teniendo la figura del padre. "Hay un gran porcentaje de las familias donde el hombre es el proveedor principal y la mujer se encarga del cuidado de los hijos. Y en las parejas en las que los dos son proveedores económicos, igual la mujer pasa más tiempo en tareas de cuidado y crianza. Pero es importante que los hombres se involucren más, que pasen más tiempo cuidando a los hijos. Los hombres en las parejas en que papá y mamá trabajan están al debe, y eso tiene que ver con razones culturales".

Eso sí, también reconoce: "Hoy hay más interés de los hombres por participar, y de las mujeres por dejarlos que participen".

En el estudio, reconoce Venegas, no se ven grandes diferencias según la zona geográfica de las familias o su nivel socioeconómico. "Entendemos que las experiencias de violencia y los estilos de crianza son muy transversales".

"(Estos datos) reflejan lo naturalezada que se encuentra la violencia doméstica en el país''.

''(Estos datos) reflejan lo naturalizada que se encuentra la violencia doméstica en el país". SANDRA CONTRERAS, directora ejecutiva de World Vision


 Imprimir Noticia  Enviar Noticia