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Mayor logro tecnológico chileno: Chuquicamata subterráneo

viernes, 22 de junio de 2018

Economía y Negocios Online


Gustavo Lagos Profesor UC

Chuquicamata subterráneo será el mayor logro tecnológico de la historia del país en el momento que empiece a producir cobre, a mediados de 2019.

La mina no puede seguir siendo explotada económicamente mediante el método de cielo abierto debido a la gran cantidad de material que debe ser removida para llegar a las zonas de alta mineralización. Por ello la transformación a una mina subterránea después de 104 años de explotación. En 2018 la mina habrá producido más que cualquier otra mina en el mundo, 34,8 millones de toneladas de cobre refinado, siendo seguida por Escondida cuya cifra será de 26,3 millones de toneladas. La totalidad del cobre producido en Chuquicamata en la actualidad, es exportado como cátodo.

En los próximos 50 años se espera que Chuquicamata subterráneo produzca 15,4 millones de toneladas de cobre refinado, lo que al precio actual del cobre significan ventas por 101 mil millones de dólares, un poco más que un tercio del valor agregado de la economía chilena en 2018.

Esta mina subterránea es del futuro, la tecnología y filosofía de su diseño se debe casi totalmente a ingenieros chilenos de Codelco y de otras empresas del país. Incorpora avances tecnológicos que han sido diseñados incluyendo conceptos de las más avanzadas minas subterráneas, Grasberg en Indonesia, Cadia East en Australia y Oyu Tolgoi en Mongolia.

La idea central de la mina es generar un negocio rentable y sustentable para los próximos 50 años. La mina subterránea tiene un primer nivel de producción ubicado unos 200 metros más abajo que el fondo del rajo de Chuquicamata, el que ya alcanza en 2018 unos 1.200 metros de profundidad. Este nivel tiene una superficie de unas 60 hectáreas atravesadas por una malla de túneles de aproximadamente 5 metros de altura y 5 de ancho, fortificados, iluminados, ventilados y pavimentados. Ya hay más de 100 kms de túneles construidos y al momento de comenzar la producción estos serán unos 140. En el futuro la mina tendrá un segundo nivel de producción ubicado unos 450 metros bajo el primer nivel, para culminar en un tercer nivel por ahí por el año 2050, el que estará ubicado unos 300 metros más abajo, a unos 2 kms. de profundidad.

Las personas que trabajan bajo tierra serán un mínimo comparado con los equipos de servicios y mantenimiento en superficie. En forma permanente habrá unos 300 trabajadores por turno en la operación subterránea, más otros 300 trabajadores en la construcción de la tunelería, la que seguirá desarrollando los nuevos niveles de producción.

En la actualidad, durante la construcción de la mina, túneles, instalaciones eléctricas, de seguridad, de equipos, y de los sistemas de ventilación, hay unos 5.000 trabajadores trabajando en la mina y otros 5.000 afuera. En el auge habría unos 13 mil trabajadores en total, distribuidos en 120 empresas contratistas. Adicionalmente hay unos 400 profesionales y trabajadores de Codelco que están en las obras de inversión.

Los turnos subterráneos serán de 12 hrs., considerando que el tiempo de ingreso, preparación para el trabajo, y salida, varía entre 90 minutos y dos horas. El ingreso se hace en buses tipo inter urbano, con todo tipo de comodidades, pero con medidas de seguridad en sistemas de frenos, y potencia del motor superiores. El túnel de acceso tiene doble vía, es 3 veces más largo que el túnel de Lo Prado y aproximadamente del mismo diámetro.

Cada trabajador tiene un equipo de seguridad consistente en zapatos de seguridad, chaleco anti reflectante, anteojos, guantes, orejeras para el ruido, un cinturón de autorescate que puede proveer oxigeno durante una hora, una lámpara que provee luz durante 12 hrs., y un arnés para casos en que haya necesidad de trabajar a más de un metro de altura sobre el nivel del piso. Cada persona tiene un tag que está monitoreado desde el exterior permanentemente, y trabaja en cuadrillas de 4 a 7 personas, una de las cuales tiene radio.

El nivel uno tiene un área industrial de ocho mil metros cuadrados que contiene, casino, baños, duchas, zonas de seguridad y de salud ocupacional, además de mantenimientos preventivos. Inicialmente este barrio estaba diseñado en 20 mil metros cuadrados, pero posteriormente se redujo fuertemente el contingente de personas que trabajan en la mina.

La producción subterránea incluye tronaduras, carga y transporte del material desde el frente de explotación en máquinas llamadas LHD, sin chofer, que son gigantescos cargadores frontales, hasta un chancador subterráneo gigante que procesa hasta 140 mil toneladas de material por día. Incluye transporte del mineral chancado por correa transportadora hasta la planta concentradora ubicada a unos 15 kms de distancia. Los LHD, el chancador, el sistema de ventilación, el funcionamiento de las correas transportadoras, el monitoreo de las personas, y el comando de las cuadrillas será comandado desde un edificio construido en la Mina Ministro hales, a unos 20 kms. de distancia.

Un tercio de la energía que gasta la mina subterránea es debido a la ventilación la que se hace por dos piques, uno de ingreso y otros de salida, que están diseñados para un flujo de 2.600 metros cúbicos por segundo. El aire es impulsado por bombas gigantes en el exterior y se cuenta con un sistema de regulación del aire en cada sector subterráneo, de tal forma que si no hay personas la ventilación baja, ahorrando energía. Todos los lugares donde hay personas se mantienen con presión positiva para evitar el ingreso de polvo que podría venir de la caverna de chancado y del túnel de transporte. El sistema de ventilación tiene por objetivo la seguridad y confort de las personas, la evacuación de los gases de combustión de los LHD y camiones de servicio, y el polvo.

La mina cuenta con un área industrial externa de 29 hectáreas que contiene servicios de emergencia, rescate, tratamiento de residuos, sólidos y de aguas servidas, alimentación almacenaje de combustible, insumos de la operación, y de muestras de las exploraciones que siguen realizándose a profundidades mayores de 2 kms.

Aún hay incrédulos y detractores, sin embargo. Estos critican fuertemente el aumento del monto de inversión, no creen que el proyecto partirá a tiempo e incluso dudan que este funcionará.

La inversión aumentó desde 3,5 mil millones de dólares, estimada al final de la ingeniería de factibilidad, en 2009, a 5,5 mil millones de dólares. De acuerdo a la información de Codelco el 47% del aumento se debió a mayores tarifas de la tunelería por escasez de empresas que la hicieran. La estimación inicial se hizo en 2009 recién ocurrida la gran crisis financiera, mientras la construcción de obras tempranas se inició en 2011 en el auge del superciclo. El 34% del aumento de inversión se debió a subestimación de las cantidades de material en la ingeniería básica. Y el 19% del aumento se debió a la necesidad de comenzar a tiempo y apurar la ejecución de los contratos. Al mismo tiempo que se elevó el costo de capital, se hicieron ahorros de cerca de 800 millones de dólares mediante la modificación de varios aspectos del proyecto.

Aunque no es justificación, todos los grandes proyectos mineros que tenga recuerdo en la última década a nivel global estuvieron sobre presupuesto y atrasados. Esto ha pasado a ser algo esperable. Lo clave, en este caso, es que Chuquicamata Subterráneo sigue siendo rentable, con un valor presente neto de cerca de 3,5 mil millones de dólares, y eso que fue evaluado a un precio del cobre ultra conservador. Este valor es válido, sin embargo, sólo si se cumple el retiro anticipado de cerca de 1.700 trabajadores que trabajan en la mina en la actualidad. Este proceso estaría avanzando.

Recientemente se invitó a los trabajadores de la mina a visitar la obra subterránea y posteriormente se invitó a voluntarios a un proceso de selección para entrenamiento en la mina subterránea. No todos los que visitaron la faena subterránea decidieron postular a trabajar en ella. El proceso de entrenamiento de los trabajadores seleccionados ya comenzó y se realiza en el Teniente, como podría esperarse.

En dos ocasiones el proyecto sufrió retrasos importantes por diversos motivos, por lo que se contrató a una de las más prestigiosas empresas consultoras estratégicas del mundo, la que ha realizado en conjunto con los ingenieros del proyecto de Codelco un trabajo logístico impresionante para recuperar el tiempo perdido. Una de las metas logradas es que el ritmo de construcción de túneles es ahora muy superior a los estándares globales.

Si bien el proyecto sigue siendo una promesa, los indicios son que este será exitoso económica y tecnológicamente. Posiblemente no hay otro proyecto en Chile que haya sido de este tamaño y complejidad. Un éxito para la ingeniería y tecnología del país.

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