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Alejado de las modas

sábado, 23 de junio de 2018

Texto y producción, Beatriz Montero Ward. Fotografías, Carla Pinilla G.
Decoración
El Mercurio

MUEBLES QUE LLEVAN AÑOS ACOMPAÑÁNDOLA, VARIOS DE SU AUTORÍA, UNA BUENA SELECCIÓN DE PINTURA CONTEMPORÁNEA NACIONAL Y LÁMPARAS DE DISEÑO DE AUTOR SON LOS INGREDIENTES CON QUE LA DISEÑADORA ANDREA ETCHEVERRY ARMÓ SU PROPIO DEPARTAMENTO. UNA PROPUESTA PERSONAL CON LA QUE BUSCÓ QUEBRAR PREJUICIOS Y ROMPER ESQUEMAS.



Q ue no se deben pintar los muros de un color grafito porque oscurece o que el verde inglés es un tono ya pasado de moda son mitos que la diseñadora Andrea Etcheverry derriba en su departamento en la comuna de Vitacura. En este espacio, en el que se instaló después de enviudar, hace cinco años, ha hecho lo que ha querido, sin importarle las modas ni el qué dirán. "Me gusta romper esquemas con la decoración de mi casa, buscando crear un lugar bien personalizado, diferente", explica.

Ha recibido elogios y también críticas, hay quienes se han fascinado con su propuesta y otros que la han encontrado un tanto audaz, pero a ella nada de eso la afecta o la hace cambiar de opinión. "Lo importante es que siento que me representa en esta etapa de la vida", dice esta mujer egresada de la Escuela de Diseño de la Universidad de Valparaíso y con estudios de especialización en el Instituto Europeo del Diseño en Milán. Cómo no, si apenas puso un pie en este dúplex con jardín cambió el clásico beige de los muros de la planta superior, donde están los espacios de uso común, por uno negro con tinte de café. "Tengo una debilidad por los colores oscuros, porque siento que todas mis cosas lucen más con un fondo así", advierte. Además, se dio el lujo de pintar las paredes del área de comedor en un verde intenso, atrevido, sobre el que resaltan obras de artistas chilenos contemporáneos como Patricio González Bezanilla, Bororo y Benmayor.

Como venía de un departamento bastante más grande, tuvo que adaptar algunos de los muebles para darles cabida. Por ejemplo, la mesa de comedor con cubierta de mármol negro, que la ha acompañado por años, la achicó, y en vez de complementarla solo con sillas Consejo de Indias, optó por una alternativa más liviana y dispuso dos de ese estilo y dos tipo banqueta con respaldo. También retapizó los sofás y lo hizo en terciopelo, una tela que ayuda a dar calidez y elegancia a los ambientes, en dos tonos contrastantes: negro y azul rey. "He ido variando mis gustos con el tiempo y si antes detestaba las alfombras, ahora me encantan. Lo mismo me ha pasado con los objetos y adornos; pasé de ser minimalista absoluta a maximalista. Me ha dado por mezclar piezas de diseño contemporáneo con otras antiguas", cuenta Andrea en el living de su casa, donde se aprecian, sobre un carro licorero cromado, varios botellones de cristal cortado, y sobre una gran mesa de fierro y cristal, una imagen religiosa colonial, policromada. A eso se agregan copones de fierro fundido de líneas neoclásicas, candelabros de cristal y una variedad de velas aromáticas que de noche, prendidas, ayudan a crear una atmósfera única. "Me fascinan; las pongo en todas partes", aclara.

La iluminación es para esta diseñadora (@andreaetcheverryp / andreaetcheverryycia@gmail.com) algo primordial, tanto en su casa como en cada uno de los proyectos de arquitectura interior, decoración o remodelación que realiza. Por eso siempre escoge lámparas de diseño, verdaderos clásicos que se mantienen en el tiempo, como la Arco, creada por los hermanos Achille y Pier Giacomo Castiglione en 1962; la Tizio, de Richard Sapper (1972), o la Tolomeo de Michele de Lucchi (1986). El arte tampoco puede estar ausente en sus ambientes, ya sea a través de pinturas, esculturas o fotografías, sobre todo en blanco y negro. "Compro mucho en el atelier de la fotógrafa Claudia Kuhn. Siempre tiene obras interesantes, como la del argentino Gabriel Rocca que puse en el muro de cabecera, en mi dormitorio", dice Andrea.

El jardín que rodea este departamento es uno de sus mayores desahogos. Es ahí donde en primavera y verano sus hijos Simone y Philippe hacen los asados y donde Mick, el perro Jack Russel terrier , pasa parte del día. 

"EN MIS AMBIENTES LES DOY IMPORTANCIA A LA PINTURA Y FOTOGRAFÍA; A LOS OBJETOS CON HISTORIA Y RECUERDOS DE FAMILIA".

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