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Informe de Contraloría a Sename:

Hogar donde murió Lissette registra educadores con solo cuarto medio y falta de atención médica para los niños

lunes, 18 de junio de 2018

Andrés López
Política
El Mercurio

La entidad realizó una auditoría entre el 5 de octubre de 2016 y el 30 de junio de 2017 a tres centros emblemáticos.



El 7 octubre de 2016, en La Moneda, el Gobierno lanzaba una serie de medidas urgentes para mejorar la situación de los niños, niñas y adolescentes que estaban en el centro del Servicio Nacional de Menores (Sename). El llamado Plan de Acción para la Infancia Vulnerada buscaba solucionar en el corto plazo la situación de estos recintos y contemplaba la inversión de $2.500 millones.

Uno de estos recintos era el Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Galvarino, lugar donde la niña de 11 años, Lissette Villa, murió tras una serie de contenciones de un grupo de cuidadoras, quienes actualmente están siendo investigadas por el Ministerio Público.

Uno de los organismos que miraba atento este anuncio era la Contraloría, que decidió realizar una auditoría entre el 5 de octubre de 2016 y el 30 de junio de 2017 para verificar que se aplicaran y ejecutaran correctamente las medidas anunciadas. Así, del total de 20 centros del Sename que formaban parte del plan, se decidió tomar en cuenta tres Cread emblemáticos de la Región Metropolitana: Galvarino, Pudahuel y la Casa Nacional del Niño.

Solo cuarto medio

En uno de los puntos del análisis, la Contraloría revisó las competencias de los Educadores de Trato Directo que se desempeñaban en estos tres centros, es decir aquellos que deben interactuar directamente con los niños.

Del total de 142 educadores, los fiscalizadores determinaron que el 39% (56) solo tenían estudios hasta cuarto medio. En el caso del Cread Galvarino, recinto donde murió Lissette, el porcentaje sube, dado que de los 39 funcionarios de este tipo, los que tienen estudios hasta cuarto medio son 23 (59%). En Pudahuel, 19 de 35 de estos educadores tienen hasta ese nivel de estudios y en la Casa Nacional del Niño de un total de 68, hay 14 en la misma situación.

Para la Contraloría, esta da cuenta de que no se cumple "con los requisitos académicos ni la experiencia laboral necesaria para desempeñar dicha labor, a saber, ser titulados de técnico, auxiliar social o educador especializado con experiencia en atención de graves vulneraciones en derechos de la infancia y adolescencia, tal como se exige para los organismos colaboradores del Sename".

Al ser consultado el personal de esos centros, se señaló que esta situación se debe "a los bajos sueldos que se ofrecen en los procesos de contratación de funcionarios calificados".

Salud mental

Otro aspecto en que repara la investigación de Contraloría es la atención de salud de los niños. En este ítem el informe de la entidad fiscalizadora señala que "actualmente los centros que fueron examinados, salvo la Casa Nacional del Niño, cuentan sólo con un siquiatra para contener y atender los casos existentes (...) dichos profesionales se encuentran contratados a honorarios y por un determinado lapso de tiempo, el que oscila entre 11 y 15 horas semanales". Para graficar esta situación relatan el caso de Pudahuel, donde el siquiatra tiene 15 horas a la semana para atender a 56 niños, lo que implica que una parte de ellos no reciban una prestación, sin un diagnóstico, o son vistos una vez al mes por el especialista. Además, se detectó que en el Cread Pudahuel tres menores a los cuales se les administran medicinas para tratar patologías mentales, "no han sido atendidos por un siquiatra en un lapso de hasta 4 meses desde la última consulta registrada, pese a que el consumo de este tipo de medicamento debe ser vigilado regularmente por los profesionales del ramo".

Niños fugados

En la investigación, Contraloría también descubrió que en los tres centros priorizados había 63 menores ausentes.

En el caso del Cread Galvarino, las plazas convenidas eran 100 y estaban como vigentes 78. Pero al constatar a agosto de 2017, en realidad había sólo 63 menores, dado que 15 niños de entre 5 a 13 años no estaban.

En Pudahuel se registraban a esa misma fecha 48 menores ausentes de entre 11 y 18 años. En la Casa Nacional del Niño, en tantos, se registraban 98 menores en un recinto con capacidad para 80.

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