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En la localidad se realizan permanentes obras para su normal funcionamiento:

Familias reinstaladas en Santa Olga siguen dependiendo de Constitución

lunes, 18 de junio de 2018

CARLOS SANTANA
Nacional
El Mercurio

El otrora poblado forestal del Maule arrasado por el fuego está habitado por los primeros 40 grupos familiares, y se prepara la entrega de otras 40 casas. Reconstrucción culminará en 2019, con 850 viviendas.



"Casi todos los vecinos aún viven en Constitución arrendando, muchos ya quieren volver, pero aún no se puede. Por mientras, todo se reconstruye. Hay que acostumbrarse a vivir así", dice Benedicto Bastías (75). Está reinstalado desde diciembre en su casa, ubicada en la calle Las Violetas de Santa Olga, una de las pocas que están habitadas en esa cuadra.

Llegó en el primer traslado de habitantes, apoyado por el Ejército, a repoblar la localidad arrasada por los incendios forestales en la Región del Maule, el año pasado.

Hoy, en la que fue considerada la "zona cero" de los siniestros, las calles y casas están en plena construcción; hay viviendas deshabitadas, camiones que entran y salen, y barro producto de las lluvias. Cada rincón de Santa Olga es una faena.

El pueblo, emplazado entre el bosque y la carretera que une Talca y Constitución, fue levantado en 1960 como un asentamiento creado por trabajadores forestales. En su reconstrucción se invertirán unos US$ 60 millones, de los cuales cerca del 35% lo aportará el sector privado y un 65%, el Estado.

Entre las faenas, sus primeros 40 residentes dicen sentirse como nuevos colonos. En tanto, más de 300 trabajadores comienzan desde temprano a laborar en los diversos frentes: los muros de contención, el colegio o la urbanización de las calles.

La mayoría de los pocos habitantes del poblado viaja a Constitución -a solo 20 minutos en bus- por trabajo o para comprar los víveres del mes, mientras los niños se trasladan en un transporte escolar todos los días a esa misma ciudad para continuar con sus estudios.

Aunque el terminal de buses es la primera obra terminada que no corresponde a viviendas, en Santa Olga aseguran que aún no está funcionando. La mayoría de las casas ya construidas lucen vacías y se intercalan con las que sí tienen habitantes. Algunas ya tienen rejas de madera, y las que están sin ocupar se encuentran a la espera de la recepción municipal.

A pocas cuadras de la casa de Benedicto Bastías, Carolina Méndez (33) vive de allegada en la casa que les entregaron a sus padres en enero, en la calle Los Polines. En su calle hay solo tres casas habitadas. "Nos encerramos, porque no se puede salir a la calle, por los trabajos y el ruido, pero esperamos que pronto esté todo terminado. La gente acá puede comprar las cosas básicas, y el resto de los trámites los hace en Constitución".

En el acceso principal del poblado, en unos contenedores se habilitó un pequeño centro comercial de 13 locales comerciales, entre cocinerías, menestras y verdulerías, de los cuales funcionan nueve y atienden principalmente a los obreros.

Bernardita Paúl, encargada nacional de la reconstrucción de Santa Olga, agregó que "se prepara el arribo de otras 40 familias que tienen sus casas listas con recepción municipal y hay 294 inmuebles en ejecución. Además, el colegio debe estar terminado en septiembre".

Recordó que la meta es que la reconstrucción esté concluida a fines de 2019.

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