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Davor Harasic: "Hubiese esperado una conducta más proactiva por parte de la rectoría"

domingo, 17 de junio de 2018

Alfonso Peró y Waldo Díaz.
El_Mercurio

El abogado, ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, plantea que se debe desterrar la cultura de las tomas universitarias y se refiere a las denuncias de acoso en contra del profesor y ex presidente del TC, Carlos Carmona. "No me cabe la menor duda hoy día que se demoró mucho el sumario", afirma.

A inicios de semana, a través de una carta de seis carillas, el abogado Davor Harasic puso fin a tres años como decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. La sede de calle Pío Nono estaba tomada por los estudiantes hacía 46 días tras la irrupción del movimiento feminista y el polémico sumario contra el profesor y ex presidente del Tribunal Constitucional, Carlos Carmona, acusado de acoso a una alumna de la casa de estudios.

Harasic, profesor de derecho procesal en la facultad desde 1986 y director de escuela entre 1999 y 2001, criticó en duros términos la toma al renunciar: "Es mi deber manifestar que esta situación afecta gravemente la excelencia académica y pone en riesgo el proceso de fortalecimiento de la educación pública con el que nos hemos comprometido durante los últimos años".

Desde su estudio de abogado, a ratos molesto, aborda las razones que lo llevaron a tomar su decisión, la situación que hoy atraviesa la Universidad de Chile y los alcances del movimiento feminista.

-¿Se demoró en adoptar una postura más clara, crítica, respecto a la denuncia por acoso al profesor Carmona?

-Recibí una denuncia a través de las vías que existían en ese entonces y dispuse una investigación sumaria. No toda denuncia de inmediato da a lugar un sumario administrativo, tiene que haber antecedentes que avalen el disponerlo de inmediato. Cuando me llegó dispuse de inmediato un sumario administrativo, que es un proceso y como proceso tiene su dinámica. El fiscal era un profesor ajeno a la universidad. ¿Se demoró mucho el proceso del profesor Carmona? Mirémoslo con ojos de hoy y mirémoslo con los de ayer. No me cabe la menor duda hoy día que se demoró mucho el sumario del profesor Carmona. Fueron siete meses. En ese momento, nadie señaló que el proceso se estaba demorando mucho, lo cual no quita que haya sido así, pero quiero también entender el contexto en que se da. ¿Qué haría yo en este minuto si es que pudiera retrotraer la situación? Habría tenido una participación más activa, llamando al fiscal para que tuviera más celeridad, para que me entregara antes los antecedentes y, en vez de que la víctima se reuniera sólo con las personas de la Secretaría de Sexualidad y Género (Segegen). Me habría reunido personalmente con la víctima para preguntarle si desea protección o no.

-¿Hubo acoso sexual?

-No me gustaría referirme al caso en esos términos. Insisto, dado que era una conducta constitutiva de acoso, la sancioné de la única manera que se podía, que era la falta a la probidad administrativa.

-¿Se sintió respaldado por el rector de la Universidad, Ennio Vivaldi, durante los cerca de 50 días que ha durado la toma?

-El rector me ha respaldado desde siempre y yo he respaldado al rector desde siempre. Ahora, si lo que usted me pregunta es si hubiese esperado una conducta más proactiva por parte de la rectoría, en verdad sí. Le pongo un ejemplo. El 5 de junio el rector hizo un llamado a través de un comunicado, que es muy bueno y serio, pero tiene una frase que es muy indicativa de lo que le estoy diciendo: "Es la responsabilidad de sus integrantes evaluar si los paros y tomas son instrumentos que benefician o dañan a la universidad y al justo apoyo que la causa feminista vaya logrando". ¡Es responsabilidad de sus integrantes! ¡Está hablando el rector! El rector tiene que decir a sus estudiante que estima que ese paro está dañando a la universidad. Presenté la renuncia el 11 de junio e inmediatamente sacó otro comunicado: "Reitero nuestro llamado a la comunidad para que responsablemente lleguemos a acuerdo que ponga fin a esta situación que imposibilita concretar soluciones al tema". Esa es la actitud que habría esperado, que me habría gustado y que ahora estoy viendo que se está presentando, porque hace un par de horas recibí un nuevo comunicado, en que habla más claro aún. Por lo menos en las palabras ya estamos viendo un rector que está claramente señalando que no está de acuerdo con las tomas y que insta a la comunidad para que estas terminen de inmediato. Eso la verdad que lo eché de menos desde el principio.

-El rector de la UC, Ignacio Sánchez, intervino personalmente en la movilización de las alumnas de la facultad de Derecho y se llegó a un acuerdo ¿Hubiera esperado algo similar?

-Son dos universos enteramente distintos. Si me pregunta si me gustó la actitud del rector Sánchez, me encantó. Me encantó verlo en los medios y metido en la toma. Pero pretender que Vivaldi haya hecho lo mismo... no es extrapolable. Son universos distintos y por lo tanto, hay maneras distintas de enfrentarlo. Con todo respeto por la Universidad Católica, la Universidad de Chile tiene instancias mucho más democráticas en la génesis de sus autoridades, tiene un sistema de democracia interna que es mucho más rico y, por lo tanto, no necesariamente es el rector el que tiene que tener un involucramiento de primer nivel.

"Era necesario renunciar para dar una voz de alerta"

"Creo que la toma sí va a parar, pero el tema importante es cuál va a hacer la actitud de la comunidad universitaria a futuro. El tema de fondo que hoy tenemos como Universidad de Chile es pensar cuálva a ser la forma de manifestar los desacuerdos y desagrados entre los distintos estamentos", afirma Harasic.

-¿Por qué no permaneció en el cargo entonces?

-Por varias razones. Llegó un momento en que me di cuenta que todo el programa que le ofrecí al claustro estaba cumplido, tal como lo digo en mi carta de renuncia. Me quedaba la alternativa de seguir siendo decano con todo lo que ello significa, una remuneración, un cargo honroso, pero me enfrenté a esta toma que es absolutamente absurda. Y luché porque terminara, pero no logré convencer a la comunidad universitaria que estábamos frente a un absurdo que nos estaba destruyendo, y en consecuencia, decidí renunciar, con mucho dolor. Por mi cariño a la universidad me parecía que era necesario renunciar para dar una voz de alerta que estamos llegando a un extremo que es insostenible.

-Sus críticos han dicho que su decisión fue irresponsable.

-Me han dicho que soy el responsable por haber renunciado, creo que no. Lo hice para tratar de remecer algo, un ambiente en el cual aparentemente no estaba pasando nada. Hay otra persona que dijo que yo había abandonado el barco. No me parece afortunada esa frase, porque eso se usa cuando un barco se está hundiendo y la Universidad de Chile está lejos de hundirse. Pero si queremos hablar metafóricamente de abandono de barco, yo no he abandonado un barco, lo que he pretendido con esto es remecer la fragata entera, la armada entera. Esta toma es absolutamente paradojal porque no hay desacuerdo, hasta donde nos imaginamos, porque a estas alturas aún no se conoce un petitorio, lo cual es doblemente grave. No hay nadie que esté en contra del término del acoso sexual, del abuso, de la desigualdad de género, nadie.

-¿Por qué afirma que no existe un petitorio de los estudiantes?

-Los estudiantes presentaron un documento que lo llamaron petitorio al inicio, pero lo retiraron porque señalaron que lo que necesitaban era un petitorio unificado. Estamos esperando el petitorio unificado desde el primer día de la toma, que es singular, aparte de ilegal y absurda. Y mientras tanto, está suspendida la docencia, la investigación, la extensión y además los profesores estamos desmoralizados y desmotivados y muchos estudiantes simplemente en sus casas haciendo no sabemos qué. Otro tipo de tomas también se han institucionalizado en la universidad y mal. Frente a un desacuerdo primero hay que conversar, debe existir un intercambio de opiniones hasta tratar de llegar a un entendimiento. Si no, hay un segundo paso, que es el paro. Y durante el paro hay que seguir negociando y si el tema es extremadamente importante, y no ha habido acuerdo, podría darse una toma. No repelo las tomas per se . Hay personas que han dicho que poco menos no tengo autoridad moral para referirme a la toma porque estuve de acuerdo con una en una oportunidad.

-Contra el ex decano de la facultad de derecho, Roberto Nahum.

-No sólo he estado de acuerdo con la toma en una oportunidad, sino que en varias. Creo que la de la Universidad Católica, de 1997, fue virtuosa. Permitió un proceso de democratización en una universidad hasta entonces monárquica, eso le ha hecho muy bien al país. Tengo mis dudas si el proceso de democratización terminó o no. Personalmente, con todo el respeto que tengo por la Universidad Católica, creo que no ha terminado, pero sí tenemos una universidad enteramente distinta a esa eclesial y unipersonal, y eso es producto de una toma. También está la toma de Federici, en la época de la dictadura. Desgraciadamente nos quedamos con esa toma, la de Federici, en una época donde no había autoridades democráticas, posibilidad de dialogar ni intención de dialogar por las autoridades. Usted menciona la toma de 2001. Ahí sí se dio la conversación, la paralización y terminó en toma. Estábamos en presencia de un plagio cometido por una autoridad universitaria para lograr el título de profesor titular, que requiere tener alguna publicación y esta persona no la tenía. Mi error fue que por el ímpetu del tema, que lo encontraba sumamente importante para el futuro de la facultad, le envié unas pizzas a los alumnos (en toma), que por lo demás, con mucha madurez me las rechazaron.

-¿Se arrepiente?

-Hoy día no lo volvería a hacer. Pero en el tema de la toma, la verdad es que no me arrepiento.

-¿Es partidario de desarraigar las tomas de la cultura universitaria?

-Absolutamente. Las tomas hay que desarraigarlas. El desafío de la Universidad de Chile en pro de su futuro es desarraigar las tomas de la cultura universitaria. El objetivo de la universidad es recrear el país. Y para eso se requieren profesionales de primer nivel, investigación, docencia y extensión. Esas cuatro cosas se dañan tremendamente con una toma.

"Hay movimientos ultra que están sacando provecho"

-¿Cuán de acuerdo está con las demandas del movimiento feminista?

-Estoy absolutamente de acuerdo con toda la situación de igualdad de género, de término del acoso. Es algo de lo cual he dado muestras. Demandé a una universidad privada, hace ya más de 20 años, porque expulsó a una alumna por haber quedado embarazada. No fue un asunto que lo hiciera por interés profesional, pecuniario, sino porque estaba convencido que esa era una aberración. Como decano de Derecho, fue la primera facultad que tuvo un protocolo contra el acoso sexual. Perfectible, a lo mejor malo, pero fue el primero. Curiosamente lo íbamos a lanzar en el aula magna de la facultad y nos dimos cuenta que no iba a haber público y, por lo tanto, lo cambiamos a la sala de profesores. Determinadas cosas que pasan hoy día se tienen que mirar también dentro del contexto. Me tocó defender a las estudiantes de filosofía que un profesor las acosó, que fue sancionado y expulsado de la universidad. Fueron 18 audiencias ante el tribunal. Lo que quiero decir es que el tema no me es ajeno y que tenemos que enfrentarlo con mucha fuerza.

-María Inés Horvitz, consejera del CDE y profesora de la facultad, señaló: "Me consta personalmente el sesgo absolutamente machista que tienen muchos profesores varones de la facultad porque lo he vivido". ¿Cuánto comparte usted esa afirmación?

-A partir de la irrupción de este movimiento va a haber un antes y un después muy importante. Era un tema sobre el cual lamentablemente mayoritariamente no se tenía conciencia. Creo que a más de alguien lo ha hecho pensar y espero que impere un mayor respeto y una igualdad de género que en verdad no se daba mucho.

-Algunos analistas han planteado que no estamos del todo frente a un problema de relaciones entre hombres y mujeres en este conflicto en la universidad de Chile, sino también a una ofensiva ideológica de naturaleza contracultural impulsada hace varios años impulsada por sectores afines a la ultraizquierda en su facultad. ¿Coincide con esa mirada?

-No me cabe la menor duda que hay movimientos ultra que están sacando provecho de esta situación. Pero sí veo que, por lo menos a las estudiantes que yo conozco, están involucradas en este movimiento. Lo mismo todas las profesoras de la facultad, por lo que debo concluir que es un movimiento totalmente transversal. Que alguna facción de la ultra pueda querer radicalizar este proceso, está en su ADN. Si lo está haciendo o no, creo que lo está intentando. Pero decir que el movimiento feminista es consecuencia del manejo de la ultra, creo que no es así.

"Esta toma es absolutamente paradojal porque no hay desacuerdo, hasta donde nos imaginamos, porque a estas alturas aún no se conoce un petitorio, lo cual es doblemente grave".

"Con todo respeto por la Universidad Católica, la Universidad de Chile tiene instancias muchos más democráticas en la génesis de sus autoridades, tiene un sistema de democracia interna que es mucho más rico".

"No logré convencer a la comunidad universitaria que estábamos frente a un absurdo que nos estaba destruyendo"

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