No me ha dejado de impresionar la foto de Merkel frente a Trump: una imagen vale más que mil palabras. Tres temas relevantes y contingentes saltan a la vista: cooperación, mujer líder y sostenibilidad.
Vivimos en un mundo cada vez más competitivo, en el cual para poder triunfar se hace imperativo la cooperación. Tratar de sacar ventaja puede ser beneficioso a corto plazo, pero puede dañar al largo plazo. Al cooperar no se pierde tiempo en disputas, y no se pierde el foco en lo importante; se obtiene lo mejor de cada persona/empresa/país, llevando a un ambiente más dinámico, eficiente y productivo. Y se crea una cultura de cooperación a todo nivel.
Se ha dicho mucho estos días de lo importante que es el respeto y paridad del trato entre hombre y mujer, y lo importante que es reducir la brecha de salarios y cargos en alta dirección. Un estudio “Mujeres en Directorios” de MSCI World Index a nivel mundial mostró que compañías con un liderazgo fuerte de mujeres en el directorio obtenía un ROE de 10.1% vs. 7.4% del resto; es por eso que no deja de impactar en la cumbre del G7 que sea Merkel la que pide explicaciones a Trump, mientras que los otros 5 líderes observan.
Sostenibilidad se define como características del desarrollo que asegura las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones. Esto aplica tanto a organizaciones como a países. Los tratados son para mejorar el orden mundial, y mejorar el comercio y competitividad de los países. Al igual que las empresas, que a través de una actividad sostenible genera valor compartido y asegura el éxito futuro. Según un estudio de EY las 4 ventajas de ser sostenible son: capacidad de atraer al mejor talento, crear un legado, mejorar la eficiencia operacional e innovación responsable que perdure en el tiempo.