domingo, 27 de mayo de 2018
Carlos Agurto López
El_Mercurio
Las cifras revelan que el Aporte Previsional Solidario ha ido ganando creciente peso dentro del gasto fiscal total destinado a pensiones del sistema contributivo. Si en 2010 se llevaba solo el 18% de dicho gasto, ahora ya representa casi la mitad. En el Gobierno aseguran que propuesta considera elevar el límite para acceder al aporte previsional, de modo de beneficiar a quienes más cotizan.
Quedan tan solo cuatro días para que el Presidente Sebastián Piñera concurra a su primera cuenta pública en el Congreso de su segundo gobierno, el próximo viernes. Y en medio de la expectación por los anuncios que se incorporarán, la reforma al sistema de pensiones es -junto a la reforma tributaria- uno de los dos grandes proyectos en torno a los que hay amplias expectativas de tener mayores luces y detalles de en qué consistirá la reforma. Hasta ahora, uno de los puntos clave que parece estar definido es el reforzamiento del Pilar Solidario -creado en 2008, durante la primera administración de la ex Presidenta Michelle Bachelet-, como uno de los elementos centrales de esta reforma. De hecho, este punto fue parte del programa de gobierno del actual Mandatario, apuntando a un incremento gradual del aporte estatal de hasta 42% en pensiones. En la práctica, esto implicaría inyectar casi US$ 1.000 millones adicionales en régimen de recursos fiscales a pensiones. Pero ¿cuánto está destinando actualmente el fisco para subsidiar las pensiones de quienes no pueden autofinanciarlas? "El Mercurio" tuvo acceso al último informe elaborado por el Consejo Consultivo Previsional (CCP), una instancia que asesora a los ministros del Trabajo y de Hacienda en materias relacionadas con el sistema de pensiones solidarias. Dicho documento muestra que en 2010 el gasto del Estado en este ítem fue de casi $705 mil millones, unos US$ 1.500 millones al tipo de cambio de la época, el equivalente al 0,64% del PIB. Tras una serie de modificaciones en las coberturas y topes -incluido el aumento de 10% anunciado por la ex Presidenta Bachelet que se concretó en enero del año pasado-, el gasto aumentó a $1.411 billones, casi US$ 2.300 millones al tipo de cambio de diciembre pasado. Dicha cifra representa el 0,8% del PIB. Así, medido en pesos, el gasto se ha duplicado en ocho años. Dichas cifras consideran los cuatro tipos de beneficios estatales (ver recuadro). ¿Mucho o poco? La subsecretaria de Previsión Social, María José Zaldívar, explica que la ley estableció valores ajustables de las pensiones cada 1 de julio, pasando desde $60 mil hasta $75 mil entre 2008 y 2010. Posteriormente, los ajustes de valor a las pensiones se han realizado de acuerdo al IPC. En tal sentido, admite que las proyecciones de gasto estimadas por la Dipres "siempre han estado levemente sobre el gasto efectivo". Carlos Díaz, miembro de la Comisión Consultiva Previsional y director de la Escuela de Administración de la Pontificia Universidad Católica (PUC), reconoce que el gasto en el Pilar Solidario ha estado dentro de las proyecciones. "Los gobiernos han sido muy responsables desde un punto de vista del gasto fiscal", asevera. Andras Uthoff también es miembro del CCP y plantea que desde la creación del sistema de AFP, el Estado ha venido gastando más del 4% del PIB en pensiones, si se incluyen los costos de transición y del gasto en las Fuerzas Armadas. "0,8% del PIB para atender la pobreza en la vejez de más de un millón de personas parece poco", afirma. El economista y ex asesor de la Cepal en temas previsionales acusa que las proyecciones iniciales del actual sistema de cotización individual no contemplaba este mayor gasto fiscal asociado. "Este surgió por sus malos resultados", y agrega que probablemente en el futuro estos requerimientos sigan aumentando. "Ello se debe a las bajas densidades de cotización a raíz de la situación laboral de los afiliados", añade. ¿Las medidas de fortalecimiento del Pilar Solidario generan un incentivo a subcotizar? En este escenario de gastos que, se prevé, serán crecientes para pensiones y arcas fiscales estrechas, la pregunta que surge es cómo compatibilizar la solidaridad que se le quiere imprimir al sistema con que ella no signifique un desincentivo a cotizar , profundizando el problema de las bajas pensiones. Para Carlos Díaz, el gran desafío de la autoridad es continuar mejorando la ayuda a los pensionados, "procurando el menor impacto posible en términos de desincentivos a continuar trabajando en el mercado formal, a no dejar de cotizar y ahorrar para la vejez". José Luis Ruiz, académico en la FEN de la Universidad de Chile y ex miembro de la Comisión Bravo, cree que siempre que se entrega un beneficio sin necesidad de financiarlo en forma individual se generan incentivos perversos. "Lo importante es que el beneficio logre financiar condiciones mínimas y que el Gobierno ayude a la creación de empleos formales que permitan a la población en conjunto mejorar sus pensiones, reduciéndose la probabilidad de uso de estos fondos". Por esta razón, Ruiz plantea que se requiere una adecuada supervisión para que los empleadores paguen la cotización de sus trabajadores, y por los montos brutos reales. Asimismo, señala la necesidad de promover una adecuada cultura financiera en las personas, "de manera de que perciban los beneficios esperados de largo plazo de cotizar regularmente y por los montos reales". Por último, el experto manifiesta que es relevante eliminar las asimetrías del sistema, entre ellas, asevera que urge "hacer obligatoria la cotización de los independientes". Enfática, la subsecretaria de Previsión Social advierte que las medidas que anunciará el Gobierno "en ningún caso" generarán incentivos a la subcotización. "En nuestra propuesta, las personas obtendrán un beneficio del Estado que será un incentivo directo a que tengan más ahorro". Explica que está contemplado aumentar más el límite máximo de pensión necesario para ser beneficiario del APS -denominado PMAS o Pensión Máxima de Acceso Solidario-, que actualmente es de $309.231. En otras palabras, se premiará a quienes tengan más ahorro. Divergencias sobre el origen de la solidaridad que necesitaría el sistema Los expertos consultados coinciden en la necesidad de aplicar mayores niveles de solidaridad al sistema de pensiones, pero difieren respecto de su origen. Para Carlos Díaz, "el Pilar Solidario es solidario por cuanto se financia con fondos generales del Estado, los cuales provienen mayoritariamente de la recaudación que se obtiene por el impuesto a la renta y el IVA". Ruiz plantea que vivir en sociedad "hace implícito el contrato social de ser solidarios, pero esta se debe financiar con recursos generales de la nación "de manera de evitar distorsiones en el mercado laboral". Esta visión está en línea con lo que plantea María José Zaldívar. "Es fundamental que haya más solidaridad en el sistema, pero esta debe ser lo más justa posible, en el sentido de que quienes reciban más sean quienes más lo necesiten, y que se aporte también en relación con los ingresos. Creemos que eso se logra de mejor manera vía impuestos generales", afirma. En cambio, Andras Uthoff advierte que no será posible cubrir el acceso de todos los adultos mayores a niveles dignos de pensiones sin financiamiento solidario. Por esta razón, el economista plantea la necesidad de que las personas de mayores ingresos aporten a la pensión de los más necesitados. "Se precisa de subsidios cruzados desde aquellos con capacidad de ahorro hacia aquellos sin capacidad de ahorro. Ese es el desafío", advierte. En nuestra propuesta, las personas obtendrán un beneficio del Estado que será un incentivo directo a que tengan más ahorro. (...) Está contemplado aumentar más la PMAS que la PBS". MARÍA JOSÉ ZALDÍVAR, SUBSECRETARIA DE PREVISIÓN SOCIAL
