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Caso del ex párroco de Jesús de Nazareth y ex canciller del Arzobispado de Santiago:

Obispo informó a fieles en enero que salida de sacerdote Muñoz era por "situación personal"

sábado, 26 de mayo de 2018

P. Gutiérrez, V. González y D. Gotschlich
Nacional
El Mercurio

Monseñor Galo Fernández dijo ayer que, cuando el presbítero ya se había autodenunciado por abusos, "había que resguardar el sigilo del proceso de investigación".



Hace casi cinco meses, la comunidad de la iglesia Jesús de Nazareth, en Estación Central, fue informada del alejamiento de su párroco, el entonces canciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz, por "una situación personal de carácter familiar".

Ayer, luego de que el jueves "El Mercurio" hiciera pública la investigación por presuntos abusos del presbítero, el obispo auxiliar Galo Fernández emitió un comunicado en la página web del propio templo en el que señala que "cuando en enero de este año el P. Óscar dejó la parroquia, solo les pude informar que el motivo era una situación personal de carácter familiar que él mismo había manifestado. Hoy les puedo informar que esta situación fue una autodenuncia de abuso ocurrida hace más de diez años en un contexto no eclesial... Les ruego orar por quien haya sido víctima de esta dolorosa situación, por nuestra comunidad y por el mismo P. Óscar".

El comunicado suscrito por el también vicario de la Zona Oeste fue subido a internet horas después de que el Arzobispado, el jueves en la noche, declarara que el "martes 2 de enero del año en curso el presbítero Óscar Muñoz Toledo se autodenunció por abuso", por lo cual se le había relevado de sus cargos como canciller de la curia y suspendido del ejercicio público del sacerdocio.

Contactado por este diario, el obispo auxiliar respondió ayer sobre por qué a comienzos de año apuntó a "una situación familiar", en circunstancias que la autodenuncia por abuso ya se había presentado.

"En ese momento había que resguardar el sigilo del proceso de investigación en curso. Ahora que ya es pública la información, que la indagación fue enviada a la Santa Sede, se ha podido comunicar que la situación personal fue una autodenuncia por abuso", justificó monseñor Fernández.

Acerca de Muñoz, el prelado aseguró: "Me duele mucho lo que ha cometido, me duele que haya personas que, entiendo, son familiares, que han sido gravemente afectadas. Me parece bien que él reconozca, también que se autodenuncie y que se pueda hacer la investigación".

El caso del ex párroco está siendo examinado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, en el Vaticano, porque las presuntas víctimas, al momento de ocurrir los hechos denunciados, eran menores de edad.

"El Mercurio" intentó obtener una versión del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, pero el Arzobispado respondió que el cardenal "agradece cordialmente el interés de conversar acerca de los temas planteados y conocer su visión acerca de los mismos. Sin embargo, por ahora, no emitirá declaración alguna. Agradece la comprensión".

Tampoco se refirió al tema el nuncio apostólico Ivo Scapolo.

Muñoz, en tanto, mantuvo su postura: "No estoy disponible para dar entrevistas".

"Un acto desesperado"

La madre de uno de los presuntos afectados por abusos afirmó ayer que la vía de la autodenuncia no constituye "un acto noble, como han dicho algunos sacerdotes".

"Lo encuentro insólito, porque él (Muñoz) sabía perfectamente cómo bajar el perfil de este tipo de cosas", argumentó, y aludió al caso Karadima, donde tomó declaraciones a las víctimas.

"No fue un acto noble, como dicen, sino desesperado para que bajaran las penas en el caso de que pudiéramos denunciar ante la justicia", dijo.

La mujer, que además es prima de Muñoz, sostuvo que recientemente se enteró de que uno de sus tres sobrinos -otros presuntos afectados por los abusos, además de su hijo mayor- tuvo la intención de denunciar los hechos. "Y Óscar le depositó una plata en su cuenta", expresó.

Señaló que el ex canciller solía hacer regalos al joven, quien hoy se encuentra en un tratamiento de rehabilitación por consumo de drogas. "Nosotros decíamos 'qué bueno', porque mi hermana tenía hartos hijos más. Ahora uno saca conclusiones".

M.C., padre de uno de los jóvenes, cree que "los episodios ocurrieron en la casa de la familia de él, en Macul".

Muñoz se ordenó sacerdote en 2000, con 38 años. "Trabajó en un banco hartos años; él era un ejecutivo bancario normal. De la noche a la mañana supimos que se iba a ir al seminario", recuerda la esposa de M.C. y prima del clérigo.

La familia de las presuntas víctimas espera "medidas duras". "Si lo van a sacar como cura, bien. Pero si lo sacan y lo trasladan a otro lado, trasladan el problema no más", sostuvo M.C.

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