Con un intratable James Harden (30 puntos, incluyendo tres triples), Houston Rockets venció en el patio de Golden State Warriors (95-92) y recuperó la ventaja de campo en las finales de la Conferencia del Oeste de la NBA. Los texanos habían perdido su primer partido en casa y parecían complicar su futuro, pero ayer pudieron controlar a Stephen Curry (que llegó a 28 canastas) y, sobre todo, a Kevin Durant, quien encestó uno de los cinco tiros perimetrales que intentó. La serie, al mejor de siete lances, vuelve ahora a Houston, que buscará ratificar su condición de mejor equipo en la temporada regular, apelando a su fuerza colectiva, que ayer se hizo notar en California. En el Este, en tanto, hoy Boston Celtics recibe a Cleveland Cavaliers, también con la llave empatada.