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Pyongyang suspendió ayer abruptamente el diálogo con Corea del Sur:

Norcorea amenaza con cancelar cumbre con Trump si EE.UU. insiste en desnuclearización "unilateral"

miércoles, 16 de mayo de 2018

Jean Palou
Internacional
El Mercurio

Pese a las advertencias del régimen hacia Washington y Seúl, en el terreno se confirman avances, con el desmantelamiento de la central de pruebas nucleares del régimen.



Kim Jong-un todavía tiene sorpresas guardadas. Pese a que el reciente proceso de deshielo en la península coreana ya había acostumbrado a los observadores a los gestos de buena voluntad y las señales de confianza, Pyongyang acaba de recordar que sigue siendo impredecible y que no está todo dicho. Más aún, todo podría volver a punto cero: anoche, el viceministro de Relaciones Exteriores, Kim Kye Gwan, mediante un comunicado, aseguró que Corea del Norte se replanteará la cumbre entre Kim y el Presidente de EE.UU., Donald Trump, si Washington insiste en su idea de que el régimen abandone "unilateralmente" su arsenal nuclear.

Si el gobierno estadounidense "nos arrincona y nos pide unilateralmente abandonar nuestras armas nucleares, no vamos a tener ningún interés en las conversaciones y vamos a tener que reconsiderar si aceptamos la futura cumbre" prevista para el 12 de junio en Singapur, estableció el documento difundido por la agencia oficial KCNA.

Horas antes, el régimen ya había dado muestras de esta posición al suspender abruptamente una ronda de conversaciones de alto nivel con Seúl, al denunciar como una "provocación" los ejercicios militares entre EE.UU. y Corea del Sur en la región.

Según KCNA, las maniobras "Max Thunder", en las que participan las fuerzas aéreas de EE.UU. y Corea del Sur, constituyen un ensayo para una "invasión" a Corea del Norte y vulneran la "Declaración de Panmunjom", suscrita el 27 de abril por Kim y el Presidente surcoreano, Moon Jae-in.

"EE.UU. tendrá que sopesar cuidadosamente todo lo relacionado con la prevista cumbre con Corea del Norte, a tenor de estos provocadores ejercicios militares conjuntos", advirtió KCNA, que también anunció la cancelación de la ronda de conversaciones entre dirigentes de alto nivel norcoreanos y surcoreanos -entre ellos, el ministro de Defensa surcoreano, Cho Myoung Gyeon-, previstas para hoy en la localidad fronteriza de Panmunjom.

En los ejercicios militares, que comenzaron el viernes y durarán dos semanas, participa un centenar de aviones, entre ellos, ocho del tipo F-22, indetectable al radar, así como cazabombarderos F-15 y bombarderos estratégicos B-52.

Aunque Pyongyang ya había recalcado que consideraba indispensable la cancelación de esas maniobras para continuar el diálogo, sobre todo la cumbre entre Kim y Trump, la Casa Blanca replicó que no tiene previsto modificar sus planes. "No hemos escuchado nada de ese gobierno (norcoreano) ni del gobierno de Corea del Sur que indique que no vayamos a continuar con esos ejercicios o que no vayamos a seguir planificando nuestra reunión entre el Presidente Trump y Kim Jong-un para el próximo mes", dijo la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Heather Nauert.

Todavía no está claro si la amenaza de cancelar la cumbre Trump-Kim es seria o si se trata de una forma de presionar para fijar posiciones antes del encuentro. Pero al menos, en el terreno hay avances concretos para desescalar el conflicto, con el inicio del desmantelamiento del complejo de pruebas nucleares de Punggye-ri, la primera evidencia de que el régimen es serio en sus planes de desnuclearizar la península.

Según un análisis de imágenes satelitales realizado por expertos del sitio especializado 38 North, Corea del Norte ya comenzó a demoler varias instalaciones del sitio y a retirar los rieles que utilizan los vagones de minería. El régimen anunció el sábado que la clausura de Punggye-ri -donde alcanzó a realizar seis ensayos nucleares- será entre el 23 y el 25 de mayo, con la presencia de medios extranjeros.

"Se están anticipando con el desmantelamiento de edificios para que cuando los visitantes extranjeros lleguen vean un sitio relativamente raso y observen los pasos finales, como el sellado de los túneles", explicó a "El Mercurio" Jenny Town, editora de 38 North, quien descartó que los norcoreanos "estén destruyendo la evidencia" antes de que lleguen los observadores. La experta rechazó también que el sitio sea inutilizable para futuras pruebas nucleares, como se ha especulado después de un derrumbe tras el último ensayo en septiembre pasado, ya que por la profundidad de la montaña de granito denso y diorita todavía hay complejos de túneles "que nunca se han utilizado y siguen operativos" en Punggye-ri.

"El desmantelamiento del sitio es sin duda un gesto diplomático", recalcó Town, reparando igualmente que todavía hay que analizar el alcance de las operaciones: "Queda por ver si destruirán realmente los complejos de túneles mediante explosiones, o simplemente, sellarán las entradas, dejando los túneles intactos pero inactivos y con difícil acceso".

El embajador norcoreano en la Conferencia del Desarme de la ONU dijo ayer que quieren "participar en los esfuerzos" para lograr la prohibición de ensayos nucleares.

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