Una APEC "austera" para 2019, nueva oficina de ProChile en China, en la provincia de Sichuan, y el acuerdo con Brasil copan agenda económica exterior de Chile
domingo, 13 de mayo de 2018
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio
Queda un año y medio para que Chile se convierta nuevamente en la sede de la Cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC), un evento que no se ha realizado en el país desde 2004 y en cuya versión anterior participaron líderes mundiales como el ex Presidente Bush o el recién reelecto Presidente Vladimir Putin. En esta oportunidad se espera la llegada de figuras igual de emblemáticas, tanto de las 21 economías que componen el foro -que representan 57% del PIB mundial - como de líderes empresariales de talla global. Hasta ahora, el Presidente de China, Xi Jinping, es el único mandatario ya confirmado para el evento en el que Chile actuará como anfitrión y en el que -según la Direcon- habrá tres prioridades dentro de las reuniones centrales: el rol de la mujer, las pymes y la transformación digital. Además, se espera que los partícipes estimen metas para 2030. Claro que hoy la realización de APEC ha salido a la palestra en Chile por una situación mucho más doméstica: su costo y el hecho de que los fondos para su realización no estén en la Ley de Presupuestos. De hecho, en el marco de toda la discusión que abrió Hacienda en torno a presiones de gasto comprometido que no disponen de presupuesto asignado, el director de Presupuestos, Rodrigo Cerda, mostró el 2 de mayo un power point en el Congreso haciendo presente que no están los US$ 55 millones comprometidos para los costos de APEC de noviembre de 2019. Pero según explicaron desde la Direcon, no se ha puesto ni se pondrá en duda la realización de la Cumbre, pues además, es un compromiso que el Presidente Piñera asumió durante su mandato anterior, hace cuatro años. No obstante, y en la línea del plan de recorte de gastos que ha sido impulsado por Hacienda, la cumbre dispondría de un menor monto que lo presupuestado. "Obviamente, que en un contexto de austeridad fiscal, nosotros vamos a hacer, dentro de lo que el formato de APEC permite, una cumbre austera", explicó el director de la Direcon, Rodrigo Yáñez. Según la autoridad, la estrategia para lograr lo anterior sería la optimización de las reuniones que se realizarán en noviembre del próximo año. "Queremos tener una cumbre austera, pero no bajar la calidad de las reuniones, ni la seguridad -que dependerá de las policías-, sino mejorar la eficiencia de la discusión", detalla Yáñez. En lo concreto, esto significa que, en vez de las alrededor de 200 reuniones que habrían estimado, se realizarán entre 90 y 140 durante los días que dure el encuentro. Así, el presupuesto estimado será más cercano al régimen de los US$ 40, muy inferior a los US$ 200 millones de Papua Nueva Guinea en 2018, o los US$ 100 que se gastaron en China en 2014, para la misma cumbre. El presupuesto para Chile, resumió Yáñez, se acercará más a la cumbre de Perú en 2016 (US$ 40 millones). Además, fuentes conocedoras del proceso de organización de la cumbre aseguraron que se están abordando otras medidas para minimizar los gastos. ¿Qué beneficio tiene ser anfitrión de este evento? Desde la Direcon explicaron que la cumbre permitirá consolidar el liderazgo de Chile en materias de comercio exterior, debido a la posición estratégica del país en el epicentro de Asia Pacífico. "En un contexto proteccionista, tenemos una gran oportunidad para aumentar nuestra influencia e integración con el mundo mediante avances obtenidos en negociaciones clave como el CPTPP, la futura incorporación de Estados Asociados a la Alianza del Pacífico o la negociación de acuerdos bilaterales con Argentina y Brasil", añadió Yáñez. Otras materias que ocupan hoy a los encargados de la apertura de mercados en Chile son, por un lado, continuar profundizando las relaciones con Chile y por otro, concretar el anunciado Acuerdo de Libre Comercio con Brasil. En relación con China, si bien ProChile tiene oficinas en Hong Kong, Shanghái, Guangzhou (Cantón) y Beijing -todas ciudades muy desarrolladas, en la franja "costera" del país-, el objetivo ahora es abrir pronto una nueva oficina en Chengdú, la capital de la provincia de Sichuan, ubicada hacia el interior del gigante asiático, un mercado mucho menos explorado, pero que, al igual que el resto del país, ha aumentado considerablemente su poder adquisitivo y desarrollo. "Nos parece que Chengdú es un punto interesante para consolidar una mejor presencia en el centro de China, y otros países de la región también lo están haciendo. No queremos perder posiciones por llegar tarde", explica Yáñez. HABRÁ TRES PRIORIDADES dentro de las reuniones centrales de la Cumbre APEC en Chile: el rol de la mujer, las pymes y la transformación digital
