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Ejecutivo de la constructora brasileña Marcio Faria entrega detalles de los sobornos en el país trasandino

Odebrecht pagó US$ 25 millones en coimas en Argentina: "Todo fluía con Néstor Kirchner"

martes, 08 de mayo de 2018

Hugo Alconada Mon LA NACIÓN/ARGENTINA/GDA
Internacional
El Mercurio

La Nación de Argentina accedió a videos de una delación compensada que revela nuevas aristas del caso de corrupción regional.



La constructora brasileña Odebrecht pagó durante gobiernos kirchneristas coimas por US$ 25 millones a funcionarios argentinos de Obras Públicas para la extensión de las redes troncales de gasoductos, según confesó en Brasil uno de los máximos ejecutivos de la constructora Marcio Faria, quien se acogió al régimen de la delación compensada.

Ante los fiscales que escucharon su confesión en Curitiba, Faria identificó al entonces presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Carlos Wagner, y al lobista Jorge "Corcho" Rodríguez como los intermediarios de esos sobornos, antes y después de la muerte del ex Presidente Néstor Kirchner.

La confesión quedó registrada en los videos judiciales a los que accedió La Nación, en donde se revelan los negocios oscuros de la compañía y la implicación de funcionarios y empresarios argentinos.

Faria detalló que Odebrecht había subcontratado en esa obra a una empresa constructora de Wagner, Esuco, pero que los sobornos se pagaron mediante "transferencias en el exterior".

El ejecutivo explicó que Odebrecht pagó esas coimas y que "andaba todo bien", sin que el ministro Julio de Vido o su lugarteniente en el Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, se quejaran (Ver recuadro). Hasta que murió Kirchner, el 27 de octubre de 2010, y todo cambió. "Lo primero que decidimos hacer es dejar de pagar".

La interrupción de las coimas, añadió el delator, generó que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner dejara de pagarle los certificados de obra del proyecto para la extensión de las redes troncales de gas "y todo se empezó a demorar".

Los cortocircuitos terminaron, rememoró Faria, cuando "Corcho" Rodríguez contactó a Flavio Bento e Faría, entonces número uno de Odebrecht en Argentina -sin parentesco con el delator-, "para resolver los problemas". Entonces se reanudaron las coimas "y el contrato volvió a funcionar".

Posiciones encontradas

Desde Brasil exigen que Argentina garantizare, por escrito, que no avanzará contra aquellos brasileños que ya confesaron sus delitos dentro de la investigación Lava Jato ya que, argumentan, investigarlos en el país trasandino implicaría una violación al principio de que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito.

Desde Argentina replican, desde lo formal, que la legislación local impide que se imponga la firma de un compromiso de este tipo a los jueces o fiscales, mientras que desde la cuestión práctica explican que primero es necesario conocer qué confesaron los arrepentidos en Brasil para, a partir de allí, determinar si se trata de los mismos hechos que se investigan en Argentina.

¿Qué surge del material que obtuvo, analizó y completó La Nación? Que los ex ejecutivos de Odebrecht identificaron tres grandes negociados de la constructora en Argentina: el proyecto para extender las redes troncales de gasoductos, para construir una planta potabilizadora y para soterrar un tren liviano.

También detallaron las reglas del juego imperantes para operar en Argentina. Entre otras, la obligación de asociarse con -o subcontratar- a empresas locales sugeridas por el gobierno nacional. Y la necesidad de contratar lobistas que, además de abrirles puertas en Buenos Aires y el interior, actuaron de puente con el equipo del ex ministro De Vido, actualmente detenido, ya que la justicia argentina lo acusa de malversación de fondos y defraudación al Estado.

Tras poner contra las cuerdas a presidentes, vicepresidentes, ex mandatarios (ver relacionado de Perú), ministros, diputados y senadores, las delaciones judiciales de la constructora Odebrecht se han convertido en una amenaza para la clase política latinoamericana y evidenciaron la corrupción sistémica en la región.

Según la llamada "confesión del fin del mundo" de 77 funcionarios de Odebrecht y los datos del Departamento de Justicia de EE.UU., entre 2001 y 2016 la constructora abonó más de US $3.500 millones en sobornos para más de 100 proyectos en Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, República Dominicana, Panamá, Venezuela, Angola y Mozambique.

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