Grupo sanitario de japonesa Marubeni apuesta a crecer en Chile con nuevas adquisiciones
lunes, 07 de mayo de 2018
Marco Gutiérrez V.
Economía y Negocios
El Mercurio
La compañía, que opera en el norte y sur del país, ya analiza quedarse con otra sanitaria, pese a que acaba de comprar Aguas Chañar junto a Toesca. Igualmente, afina su arribo a Colombia.
Aguas Nuevas, el grupo sanitario controlado por las firmas niponas Marubeni y Network Corporation of Japan (INCJ), apuesta seguir creciendo en Chile luego de que a fines de abril, junto a Toesca Asset Management, comprara (en unos US$ 65 millones) la empresa sanitaria Aguas Chañar, que presta servicios en la Región de Atacama y pertenecía al consorcio Icafal, Vecta e Hidrosan. El gerente general de Aguas Nuevas, Salvador Villarino, revela que podrían comprar otra sanitaria en Chile, que se sumaría a las cuatro que ya están bajo su alero: Aguas del Altiplano, en Arica-Parinacota y Tarapacá; Aguas Araucanía, en la IX Región; Aguas Magallanes, en el extremo sur del país y ahora Aguas Chañar. "Al grupo se le hacía fácil incorporar una cuarta empresa operativa y nos pone en buena posición para incorporar una quinta y, por qué no, una sexta", comenta Villarino. El ejecutivo admite que la estrategia del grupo es seguir creciendo en Chile, pero también en la región. "Los accionistas japoneses, y también Toesca, siguen creyendo en el sector sanitario chileno. Estamos viendo opciones tanto en el sector regulado como en el rubro industrial con empresas mineras", señala. La compañía de Marubeni ya está sondeando la opción de adquirir una firma sanitaria de menor tamaño en nuestro país, sobre la cual Villarino declinó entregar detalles, por razones de confidencialidad del proceso. Admite que podrían ir nuevamente a esa compra con Toesca, pero aún no lo decide. Aguas Nuevas es hoy el tercer grupo sanitario de Chile, con cerca de 550 mil clientes, una facturación de US$ 180 millones al año (sin contar la reciente compra de Aguas Chañar) e inversiones por US$ 60 millones previstas para 2018. Sobre proyectos en el ámbito minero, Villarino explica que se trata de contratos de servicios que darían como grupo Aguas Nuevas, y no mediante su coligada Osmoflo, que da soluciones en desalinización y tratamiento de residuos industriales líquidos. "Los proyectos mineros se han reactivado de forma tremenda y las empresas se han acercado a nosotros", sostiene. La expansión regional -señala el ejecutivo- se daría en primera instancia arribando a Colombia, donde ya cuentan con dos due diligence fallidos, aunque ahora están en un tercer proceso, que esperan concretar. Fortalecer a Atacama Salvador Villarino detalla que para potenciar Aguas Chañar, que atiende a cerca de 100 mil clientes en la Región de Atacama, invertirán US$ 100 millones en un plazo de cinco años. Uno de los pilares de este plan es robustecer los sistemas de producción de agua (superficiales o de pozos), destacando la ampliación de plantas de osmosis. El grupo prevé cambiar 16 kilómetros de redes del sistema sanitario en el primer año de operaciones, subiendo a 20 kilómetros anuales de renovación. Mejorar el tratamiento de aguas servidas y la digitalización de los sistemas productivos y su control a distancia son otros desafíos en materia de inversiones. La compañía de Marubeni buscará mejorar de forma importante la calidad del servicio de Aguas Chañar, "que ha sufrido por cambios climáticos, como los aluviones que hubo en Copiapó", comenta Villarino. Recuerda que la firma estatal Econssa está construyendo una desaladora para Atacama, que estaría lista en 2019. "Si baja la rentabilidad de las sanitarias, no se pueden hacer las inversiones, que son para el Estado, pues estas son concesiones".
SALVADOR VILLARINO, GERENTE GENERAL DE AGUAS NUEVAS.
