Roja femenina: La vida de las mundialistas después de los aplausos
martes, 24 de abril de 2018
Felipe Lemunguir
Deportes
El Mercurio
Mientras unas pocas mezclan la pelota con los libros -con Doctorado en Física incluido-, todas han realizado sacrificios para dedicarse a su redonda pasión, que en Chile aún es amateur.
No todo es fútbol en la vida de la Roja femenina. No al menos para aquellas que ahora vuelven a sus rutinas, que incluyen fútbol, pero también trabajos y estudios. La vida ha marcado diversos caminos para las seleccionadas. Mientras la ingeniera comercial María José Rojas juega en el Orca Kamogawa de Japón, donde recibe un sueldo, el camino en EE.UU. de Christiane Endler mezcló su desempeño bajo el arco con la escuela de negocios. Hoy juega en el fútbol rentado francés, en el mismísimo PSG. La realidad cambia para las futbolistas que militan en Chile: a diferencia de las diez seleccionadas que se dedican al fútbol profesional en el extanjero, las doce que juegan en clubes locales son amateurs. Fútbol y estudios Fernanda Pinilla (24), oriunda de Puente Alto, se desempeña como defensa en la U, pero no siempre el fútbol ha sido su prioridad. "Dependía de cómo le iba en el colegio. Si la mamá no la dejaba ir, no iba. A los 15 años se fue a la UC y llegábamos a las 23:30 a la casa. Era muy sacrificado. Lo único que yo esperaba es que me dijera que no quería ir más", cuenta Ricardo Pinilla, su padre. Tras egresar de cuarto medio, ella tomó una decisión que sorprendió a sus padres. Entró a estudiar Licenciatura en Física en la Universidad de Chile, y cinco años después entró al programa de Doctorado en Física. Su padre cuenta cómo ha logrado compatibilizar su posgrado, los entrenamientos, y además la presidencia de la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (Anjuff). "Cuando entró a la universidad se le complicaron los horarios. Se cambió a Audax Italiano, que quedaba más cerca de la casa, para poder jugar los fines de semana, además de competir por la universidad, ya que tenía beca deportiva. Ahora, todas las mañanas sale conmigo a las 7:00, la dejo en la universidad, luego ella va a las reuniones de la Anjuff y en la tarde al Centro Deportivo Azul. Entrena tres veces por semana por el club, y dos por la universidad. Ella pudo haber escogido entre estudiar o jugar, pero al final se aventuró y eligió las dos", resume su padre. Del Morning a los jeans Su Helen Galaz (26) se crió en una familia futbolizada. Y a los 15 años empezó a cambiar su vida. "Un vecino que era utilero de la selección la llevó a probarse y quedó. De ahí se fue a Santiago Oriente, Osorno, Everton y Santiago Morning", comenta su hermano Felipe. "La han llamado de Colo Colo, pero no quiere ir porque es muy hincha de la U. Y como el fútbol femenino no es profesional en que le paguen, su pasión es más grande", agrega. La defensa del "Chago" Morning está estudiando para convertirse en Preparadora Física -antes intentó sin éxito en Pedagogía en Educación Física-. Hoy vive con su abuela en Santiago y trabaja con su madre en un taller de terminación de jeans. Allí va todas las semanas en un horario flexible que le permite generar ingresos. Entrena y estudia en las tardes. "Su Helen -agrega Felipe Galaz- ha recibido ofertas del extranjero, pero quiere terminar sus estudios primero. No quiere irse a otro país, que le vaya mal y luego volver sin haber terminado su carrera". De Chile Chico a Brasil Antes de ser múltiple campeona con Colo Colo y alzar la Copa Libertadores, Claudia Soto (24) vivía en Chile Chico y también jugaba básquetbol. "Como en Chile Chico hay pocos habitantes, había una liga amateur de cinco equipos y ella jugaba con niños más grandes. Y ya destacaba. Después fue a jugar a Los Antiguos, un pueblo de Argentina, y en 2008, en Coyhaique, quedó en una selección regional Sub 17. Y la llamaron para un mes de trabajo en Quilín. Ya en marzo, Ronnie Radonich, a cargo de la categoría, la seleccionó y fue a disputar la Copa Mundial Sub 17 de Trinidad y Tobago en 2010", narra su hermano Carlos Soto. Tras el Mundial, quedó en Colo Colo, fue capitana y logró todos los títulos. Vivía en una pensión del club, y mientras entrenaba terminó la enseñanza media e ingresó a estudiar Pedagogía en Educación Física, carrera que no terminó. "Estuvo dos años, fue becada, pero siempre comentó que era muy sacrificado. Cuando se salió le llegó un reto, pero siempre le dijimos que ya habría tiempo. Ahora optó por irse a Brasil (Grêmio Osasco Audax). Ahora -cierra su hermano- quiere ganar la Copa Libertadores en otro país". '' Ella ha recibido ofertas del extranjero, pero quiere terminar sus estudios primero. No quiere irse a otro país, que le vaya mal y luego volver sin haber concluido su carrera". FELIPE, hermano de Su Helen Galaz.
