Aunque aún es poco conocido, el aceite de ciruela -que no tiene fragancia y se extrae de las semillas de esta fruta- es cada vez más valorado por el mundo cosmético. Conocido como plum seed oil o plum kernel oil en inglés, algunos aseguran que es más poderoso que el aceite de argán y de marula a la hora de proteger la piel y el pelo de los efectos de los radicales libres que producen degradación celular, gracias a su alto contenido de vitamina C y flavonoides. En términos más específicos, este aceite trae un alto contenido de tocoferoles naturales (vitamina E), entre 5 y 10 veces superior a otros aceites. Esto lo convierte en un insumo de gran calidad para nutrir la piel y un excelente protector de los tejidos frente al daño oxidativo al que están sometidos diariamente. "También aporta vitamina E y betacaroteno, los que contribuyen a proteger las membranas celulares de los radicales libres, para permitir que el cuerpo combata la pérdida de elasticidad", explica la cosmetóloga Catalina Aguirre Boza. Por otro lado, agrega, aplicar aceite de ciruela en la piel ayuda a aclarar las manchas oscuras y así darle un aspecto más saludable. "Dentro de los ácidos grasos que aporta el aceite de ciruela está el oleico (70% aproximadamente) y el linoleico (alrededor de un 20%), los que ayudan a regenerar, suavizar e hidratar la piel", asegura.
El aceite se puede aplicar en todo el cuerpo, para hidratar y atenuar estrías, y especialmente en la zona de la cara y el cuello. Está disponible en forma de gel, aceite, emulsión o crema; la elección de la textura depende del tipo de piel que se tenga. También se puede usar el aceite puro directamente, cuando se quiere favorecer la cicatrización. El aceite puro también se utiliza en el pelo, cuando está reseco, para darle más vida e hidratación. *