Oficialista Abdo gana elecciones de Paraguay y mantiene a los conservadores en el poder
lunes, 23 de abril de 2018
Amanda Marton Ramaciotti
Internacional
El Mercurio
Con el 46,4% de los votos, frente al 42,7% de Efraín Alegre, quien aseguró que su equipo "fiscalizará" las actas electorales.
En una contienda que resultó ser mucho más estrecha de lo que se preveía, Mario Abdo Benítez, candidato del gobernante Partido Colorado, ganó anoche las elecciones presidenciales de Paraguay con una diferencia de casi cuatro puntos porcentuales sobre su principal rival, Efraín Alegre, de la alianza opositora de centroizquierda Ganar. Abdo obtuvo el 46,4% de los votos, frente al 42,7% de Alegre, según los datos preliminares del Tribunal Electoral. Los sondeos a boca de urna difundidos al cierre de las mesas, sin embargo, proyectaban un triunfo mucho más holgado del candidato oficialista, de casi 12 puntos porcentuales. Tras la confirmación de los resultados, Alegre agradeció el apoyo a los paraguayos y a su equipo de campaña. Pero advirtió que su equipo "fiscalizará" las actas electorales. "Valoramos los resultados del TREP (Transmisión de Resultados Electoral Preliminares) como lo que son, resultados preliminares. Creemos que el cambio en Paraguay es irreversible, más temprano que tarde", dijo a la prensa a las puertas de su casa en Asunción. Mientras tanto, en la sede del Partido Colorado, estallaron los fuegos artificiales. En su primer discurso como ganador, Abdo felicitó "a todos los paraguayos que han sido protagonistas de una nueva gesta democrática" y agradeció a los que votaron por él. "El pueblo votó por la unidad del Paraguay y no por la división del Paraguay. Hoy me comprometo a ser un factor de unión en el futuro del Paraguay", añadió. El Tribunal Electoral estimó la participación en 65% de los 4,2 millones de paraguayos habilitados para sufragar en unos comicios donde también se eligieron 45 senadores, 80 diputados, 18 legisladores del Parlamento del Mercosur y 17 gobernadores. Abdo (46) llegó a los comicios tras una reñida interna con el actual Presidente, Horacio Cartes, luego que se opusiera, el año pasado, a una reforma constitucional que pretendía permitir la reelección presidencial. Accionista de dos empresas vinculadas a la construcción, el oficialista se declara defensor de la familia tradicional y enemigo del aborto. Hijo de Mario Abdo, un ex secretario del ex dictador Alfredo Stroessner (1954-1989), el ex senador rechazó ayer las críticas que recibe por la cercanía de su familia con Stroessner: "Me he ganado credenciales democráticas en mi trayectoria política", declaró el político, quien se comprometió a impulsar reformas para luchar contra la corrupción y sanear el debilitado Poder Judicial para acabar con el clientelismo político y la connivencia entre funcionarios y líderes narco. Él confía en su capacidad para construir consenso pese a las altas posibilidades de que en el Congreso no cuente con mayoría oficialista. Paraguay ha vivido bajo la hegemonía del Partido Colorado durante los últimos 70 años, con la sola excepción del gobierno del ex Presidente izquierdista Fernando Lugo (2008-2012), quien fue destituido en un juicio político un año antes de completar su mandato y ayer respaldaba a Alegre. "Marito", como se le conoce popularmente, asumirá el cargo el 15 de agosto para un período de gobierno de cinco años, ya que en Paraguay no existe segunda vuelta electoral. Abdo ha prometido mantener el rumbo económico de apertura a la inversión, con facilidades impositivas, para estimular el pujante sector agroexportador que catapultó al país al cuarto lugar mundial en exportación de soja. Hereda un país que creció sostenidamente los últimos años (en promedio, 4% anual), pero que tiene una distribución muy desigual de la riqueza. "Todavía tenemos deudas sociales", reconoció Cartes al salir del local de votación. La pobreza en 2017 subió al 28,9% respecto del 26,6% de 2016, lo que implica que de los 6,7 millones de habitantes que tiene el país, 1,9 millones son pobres. "La campaña electoral fue algo aburrida, con dos figuras que no convencen y no parecen representar un cambio para un país que lo necesita por sus indicadores de pobreza, pero también de educación y de salud", comentó a "El Mercurio" Dominique Demelenne, profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Asunción. Paraguay tiene un sistema público de salud incapaz de atender las necesidades básicas de los ciudadanos y una educación pública en la que se invierte muy por debajo de la media recomendada por la Unesco. Según analistas, la victoria de Abdo ratifica la hegemonía del Partido Colorado. "Aunque ha clamado ser un hombre de consensos, ha dicho que establecerá un gobierno solo con afiliados a su partido, descartando a los tecnócratas, y reivindicando el rol de los dirigentes de base", dijo a este diario Herib Caballero Campos, académico de la Universidad Nacional de Asunción. Tanto Demelenne como Caballero sostienen que otro desafío importante para Abdo será la renegociación del contrato que vence en 2023 de la gigante hidroeléctrica Itaipú con Brasil. ''Hoy me comprometo a ser un factor de unión en el futuro del Paraguay". ............................................................................................................................. Mario Abdo Benítez, EN SU PRIMER DISCURSO COMO GANADOR.
