Dólar Obs: $ 981,71 | -0,07% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.079,21
IPC: 0,60%
Director nacional del SAG responde a los ganaderos magallánicos: "No estamos en el Far West"

martes, 29 de abril de 2008

Constanza Flores L.
Economía y Negocios Online, El Mercurio

Francisco Bahamonde rechazó las críticas que acusaban al Servicio Agrícola y Ganadero de exagerar en la fiscalización. Argumentó que existe un ordenamiento jurídico que todos deben respetar, y fue enfático al aclarar que "eso de que nos dejen trabajar tranquilos tiene límites".





El director nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Francisco Bahamonde, dijo sentirse "golpeado" y "sorprendido" por las declaraciones de empresarios de la Región de Magallanes (XII), quienes sindicaron a la entidad como una de las principales trabas a la iniciativa privada. Bahamonde respondió a las críticas, y ante el clamor de "déjennos trabajar tranquilos" recordó que está establecido por la legislación qué es lo que se puede hacer. "No estamos en el Far West", enfatizó.

Sus dardos estuvieron dirigidos principalmente a algunos de los empresarios que mueven la industria del ganado en la XII Región. Aclaró que, en general, las diferencias son mayores con quienes recién se han integrado al negocio de la exportación de carne. Bahamonde comentó que han tenido un historial de conflictos con ellos, y que muchas de estas disputas han terminado en tribunales porque algunos desconocen la autoridad y los mandatos del servicio. Para él, la animadversión hacia el sector público es una cuestión de actitud, porque como SAG están constantemente en diálogo con las asociaciones gremiales a las que pertenecen los ganaderos. "Yo diría que muchos de ellos han creído que pueden tener su propio ordenamiento jurídico para hacer lo que quieran. Eso es erróneo", afirmó.

-¿Es efectivo que el Servicio Agrícola y Ganadero habría entorpecido potenciales negocios con clientes mexicanos?

"A nosotros nos interesa de sobremanera ser extremadamente cuidadosos en la relación con cualquier contraparte sanitaria. Éste es un mercado importante que tenemos que cuidar, y eso se hace con todos. Además, la asociación a la cual pertenece el frigorífico que hace esta denuncia sabía a lo que venían las autoridades mexicanas. Su objetivo era revisar exclusivamente las plantas que ya les exportaban y que tenían el registro vencido o por vencer. No fue una decisión unilateral nuestra. Nosotros hemos trabajado todos estos años para abrir los mercados, pero para hacerlo bien. Y, por lo mismo, sabemos hasta dónde podemos llegar. Entonces, cuando la autoridad sanitaria de un país dice: "Mire, aquí tenemos un problema político, y ésta es la situación", sabemos que dejó de ser un problema nuestro. No podemos dinamitar a toda la industria por entrar en un conflicto".

-¿A qué atribuye la percepción negativa que tienen estos empresarios sobre el trabajo del sector público?

"Es que nosotros hemos clausurado varias plantas faenadoras. Pero porque no tenían agua potable, no tenían sistema de tratamientos de residuos industriales; de los materiales de riesgo, que no tenían ningún procedimiento sanitario. Entonces, si el déjenme trabajar tranquilo significa que pueden hacer lo que quieran con los alimentos de las personas, están equivocados".

-¿Qué actitud esperan de los ganaderos?

"Hay una responsabilidad importante que ellos tienen que asumir. Deberían ser más autocríticos y reconocer que hay cosas que no están haciendo bien. Si como país queremos ser una potencia agroalimentaria, hay actitudes que tenemos que desterrar".

Autoridad no reconocida

Bahamonde cuenta que en una de sus inspecciones en Tierra del Fuego, el SAG descubrió que una empresa que exportaba carne a la Unión Europea estaba utilizando fármacos no autorizados en Chile. La disputa terminó en tribunales, pero no por decisión del ente fiscalizador, sino porque la misma empresa desconoció su potestad cuando éste le prohibió continuar exportando a ese importante mercado.

-¿Usted cree que los empresarios desconocen la labor del SAG?

"Exactamente. Por ejemplo, hay un grupo de ganaderos que se ha opuesto sistemáticamente al control de un parásito llamado melófago, que afecta a los ovinos. Entonces, algunos alegan porque los controlamos mucho, y los que están en regla, porque sus animales se están contagiando. Es nuestro trabajo, pero detrás de él hay una buena causa. Primero, proteger la inocuidad de los alimentos para resguardar a quienes los consumen. Segundo, defender nuestras exportaciones, y mejorar la calidad de lo que hacemos como país, con la certificación".

-¿Cómo podría lograrse un acercamiento de ustedes hacia los empresarios?

"Nosotros trabajamos con las asociaciones. Particularmente, me he reunido varias veces con ellos allá. Ellos nos han planteado que no están de acuerdo con el tema del melófago. Nosotros hemos dado argumentos y estamos trabajando en los procedimientos. Pero como SAG estamos conscientes de que la ventaja que Chile tiene en ganadería y en agricultura va por el lado de la sanidad. No nos podemos dar gustitos, porque nos ha costado mucho expandirnos. Hoy estamos presentes en mercados en que países más grandes no están. Y ése es un patrimonio que en conjunto tenemos que cuidar".

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia