En uno de cada tres accidentes de bicicletas alguno de los involucrados estaba distraído
jueves, 19 de abril de 2018
Judith Herrera C.
Nacional
El Mercurio
De los 7.234 siniestros registrados, 2.196 corresponden a que el ciclista, conductor o peatón implicado "no estaba atento a las condiciones del tránsito en el momento".
Caminar mientras se envían mensajes de WhatsApp, conducir hablando por celular o andar en bicicleta con los audífonos puestos y escuchando música son algunas de las situaciones que al sumarse se convierten en la principal causa de los accidentes de ciclistas en la Región Metropolitana. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), entre 2013 y 2017 en la capital se registraron 7.234 siniestros de bicicletas, de los cuales 2.196 (30%) correspondieron a que el pedalero, conductor o peatón involucrado "no estaba atento a las condiciones del tránsito en el momento". Le siguen "desobedecer el signo pare" (375) y "desobedecer la luz roja" (271). "Hemos visto un alza importante de conductores y ciclistas que son más imprudentes, manejan con el celular en la mano o con audífonos, que terminan distrayéndolos", comenta Luis Alberto Stuven, secretario ejecutivo de la Conaset. En ese contexto, añade que el principal problema es que "en un accidente, en el caso del automóvil, este tiene su carrocería, pero en una moto o una bicicleta, es la misma persona". Conducta César Garrido, vocero del movimiento Furiosos Ciclistas, advierte que "el grueso de los siniestros de ciclistas es por alcance o viraje de autos, por un desconocimiento de parte de los conductores de que la bicicleta es un vehículo más, pero que tiene más vulnerabilidades en el caso de un accidente". Agrega que "hay ciclistas que conducen escuchando música con volumen alto, distraídos, pero aun así son menos que los automovilistas, ya que las consecuencias son más graves para un ciclista que para un conductor". El teniente Francisco Ortega, de la zona de Tránsito, Carreteras y Seguridad Vial de Carabineros, plantea que "una bicicleta está más propensa a ser objeto de un accidente, a ser impactada por cualquier vehículo y las consecuencias que generará ese impacto serán mayores". Para Tomas Echiburú, concejal de Providencia y vocero de la organización Muévete, se necesita mejorar las condiciones de movilidad de la ciudad: "Un tema clave es el estado de las ciclovías; es muy difícil leer las trayectorias, incluso en las que son de mayor calidad. Termina siendo intuitivo cómo el ciclista se maneja; por ejemplo, en Ñuñoa hay zonas donde el auto tiene ceda el paso, y el ciclista también". Sobre las distracciones, agrega que "en muchos países, lo que se ha tomado como política es crear concientización del riesgo que implica para el resto el medio de transporte que ocupo; es decir, si caminas distraído, en el peor de los casos, te pones en riesgo a ti mismo; en bicicleta es más peligroso, y en auto, ya es el máximo nivel de accidentabilidad". Mejorar las condiciones Según las organizaciones, la moción parlamentaria -que también tiene apoyo desde el Ejecutivo- para reducir el límite máximo de velocidad de 60 a 50 km/h, sería una solución para bajar el número de accidentes. Amarilis Horta, directora de la organización Bicicultura y presidenta del Consejo de la Sociedad Civil (Cosoc) de la Subsecretaría de Transportes, apunta a que "lejos la medida más importante, necesaria y urgente es el 'calmado' de tránsito; lograr que los vehículos motorizados circulen a velocidades compatibles con los otros modos: peatonal, ciclista y motociclista". Esto, dice, junto con la "creación de zonas 20 y 30 K/, unidas a una fiscalización adecuada", permitiría mejorar las condiciones de convivencia vial. Acerca del proyecto para reducir la velocidad urbana, Stuven plantea que "podemos entender el eventual malestar de algunos conductores, pero esto tiene como objetivo la protección de las personas que están fuera del automóvil".
La moción que está en el Congreso propone la reducción de la velocidad máxima.
