Ministro Carmona hizo un llamado a preservar la labor del Tribunal Constitucional
sábado, 07 de abril de 2018
Cinthya Carvajal
Nacional
El Mercurio
El magistrado abandona su cargo luego de nueve años. Ahora, el Presidente de la República debe elegir a su reemplazante.
Sonriente se veía ayer al ministro y ex presidente del Tribunal Constitucional Carlos Carmona Santander, en la despedida que le hicieron sus pares. Cerca del mediodía, los diez magistrados que integran el tribunal se reunieron en la sala de Pleno en una ceremonia en la que se le entregó un reloj como obsequio. En el encuentro, Carmona hizo un llamado a preservar la labor del tribunal, por su importancia en la institucionalidad del país. Mientras que el presidente del organismo, Iván Aróstica, agradeció su aporte a la justicia constitucional y destacó que él fue quien materializó el regreso al barrio cívico y a la nueva sede. El magistrado cesará en sus funciones el lunes 9 de abril, después de nueve años en el tribunal: en 2009 fue nombrado por Michelle Bachelet. De esta manera, será el Presidente de la República Sebastián Piñera quien tendrá que designar en las próximas semanas a su sucesor. Carmona fue elegido presidente del TC el 5 de agosto de 2014, luego que se cumpliera con un acuerdo de dividir la presidencia de dos años con la ministra Marisol Peña. A esta fórmula se llegó luego de seis empates entre ambos en la elección para suceder a Raúl Bertelsen. En este cargo se desempeñó hasta el 28 de agosto de 2017. Cuando asumió la presidencia, el 29 de agosto de 2014, prometió -no juró-, pese a ser católico practicante, porque según dijo en una entrevista a "El Mercurio", "Lo encuentro ofensivo para quienes no son católicos". Tras la partida del magistrado, el Pleno del TC corre el riesgo de no tener el quórum de ocho magistrados para sesionar, en el caso que se enfermen dos integrantes. Esto, porque en tres años no se ha nombrado a los ministros suplentes. Lo que piensa de las críticas al TC En su discurso al asumir como presidente del TC se refirió a las críticas históricas que ha enfrentado el organismo y a los cambios en la Constitución. "Lo que nos corresponde hacer es cautelar la Constitución. Nosotros cautelamos la Constitución que existe en el 2014, con 34 reformas constitucionales desde 1980. No estamos para defender al gobierno o a la oposición. Quienes piensan que esa es nuestra tarea le hacen un daño al tribunal, porque lo abanderizan y lo politizan". Aunque reconoció que no se puede "evitar que se use en el debate político la amenaza de recurrir al tribunal para cerrar la discusión pública", Carmona advirtió en esa oportunidad que "nosotros estamos para resolver genuinos problemas constitucionales, y no para servir de refugio artificial a ciertas posiciones que participan en este debate". También descartó que el TC esté llamado a respaldar opiniones o posiciones corporativas de tipo laboral, empresarial o religioso a priori . "No actuamos por prejuicio", dijo. Respecto de la discusión de los cambios constitucionales, el magistrado explicó que el TC no era "poder constituyente" y que la "modificación de la Constitución no es algo que esté en la esfera de nuestras atribuciones". Algo similar a lo que se plantearía en un comunicado público que habían consensuado el miércoles pasado para pronunciarse acerca de las críticas que han recibido, y que se firmaría antes de la partida de Carmona. La declaración habría quedado suspendida tras la presentación de dos proyectos de ley de congresistas de la oposición para modificar las atribuciones del TC, porque se consideró que ya no sería "oportuno" realizarla.
El TC terminó el control preventivo de la ley sobre universidades estatales sin declarar ningún artículo inconstitucional. El fallo se emitirá en los próximos días.
