"Parece que a Evo Morales solo le gusta escuchar sus propios alegatos"
viernes, 23 de marzo de 2018
Matías Bakit
Nacional
El Mercurio
El senador acompañó hasta ayer a la delegación chilena.
"Tengo gran esperanza", dice el senador de Evópoli, Felipe Kast, sobre el fallo de la Corte. Como todos los parlamentarios presentes, pasó de los nervios iniciales a la satisfacción, tras escuchar el primer día de alegatos de Chile. Ayer, antes de regresar a Chile, habló con "El Mercurio". -¿Qué destacaría del alegato chileno? -Rescato al menos tres cosas. Una es que claramente quedó de manifiesto que no existe ninguna obligación de negociar nada y que todos los intercambios que hemos tenido desde 1904 han sido de buena fe y que, por lo tanto, no hay ningún acto jurídico pendiente. Segundo, rescato que el equipo chileno claramente demostró la gravedad que significaría para el mundo diplomático internacional que cualquier conversación diplomática se transformara en una obligación jurídica. Tendría implicancias tremendamente nefastas. Tercero, es el hecho de que el Tratado de 1904 no dejó pendientes, y eso fue ratificado por escritos tanto de Bolivia como de Chile. Por lo tanto, la piedra angular de toda la construcción de este juicio se les cae por completo. -¿Puede influir en la Corte el discurso considerado "emocional" de Bolivia? -Si influye, tendremos que en el futuro hacer valer que el tribunal se alejó de lo que le correspondía. Pero, por el momento, estoy convencido de que la Corte se siente más cómoda fallando en derecho y, por lo mismo, espero que no les haya caído muy bien que venga Evo Morales a presionarlos políticamente. Por lo demás, parece que a Morales solo le gusta escuchar sus propios alegatos. -¿Qué le parece que autoridades de distintos colores hayan participado en este proceso? -Habla de un gran capital político que tenemos en Chile y es que en materia de relaciones exteriores somos uno solo. Eso habla muy bien de que el interés que está hoy acá es el interés superior del país, más que cualquier interés particular de un gobierno de turno.
