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Región de Coquimbo:

Chile cuenta con el primer espacio para instalar telescopios privados

viernes, 23 de marzo de 2018

Lorena Guzmán H.
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

En El Sauce ya funcionan 25 instrumentos que hacen ciencia, astrofotografía y siguen restos de satélites, todos operados remotamente.



En la comuna de Río Hurtado, en la Región de Coquimbo, hay 25 telescopios mirando al cielo. Ellos son parte del Observatorio El Sauce, un complejo que hace ciencia, pero arrendando espacio para que terceros instalen sus telescopios. Junto a ello, les ofrece la tecnología para que los instrumentos sean operados remotamente. "Somos uno de los mayores sitios del tipo en el mundo", dice Andrés Jordán, astrónomo de la U. Católica y socio de Obstech, la empresa chilena que opera el sitio y que nació al alero de esta casa de estudios y del Centro de Astro-Ingeniería UC.

En una planicie a 1.600 metros de altura están instalados los telescopios, que tienen dueños tan diversos como la francesa Ciel Austral, que se dedica a la astrofotografía; un astrónomo aficionado de las Islas Cook, y empresas de Estados Unidos y Suiza.

Si bien los usos que se les dan a los instrumentos son muy variados -como fotografías estelares o el seguimiento de restos de satélites-, la ciencia tiene un espacio reservado en este nuevo formato. "Los grandes observatorios no siempre pueden recibir los proyectos chicos, porque generalmente están sobrepasados. Acá pueden tener cabida", cuenta Andrés Jordán.

ChileScope es un grupo ruso de astrónomos, profesionales y amateurs. Desde El Sauce ofrecen astronomía on demand y sus clientes van desde astrofotógrafos hasta astrónomos con proyectos pequeños. Uno de estos últimos, por ejemplo, realizó el seguimiento a una de las fuentes detectadas de ondas gravitacionales, trabajo que fue publicado en una revista científica.

Si bien El Sauce no es el primero en su tipo -hay instalaciones equivalentes en Nuevo México, Estados Unidos, Namibia y Australia-, los cielos chilenos son un gran imán para quienes buscan acceso a la instrumentación astronómica.

Esa es una las razones por la que Ciel Austral decidió instalarse ahí. "Nos permitió acceder a cielos muy puros y estables. Son más de 300 noches perfectamente despejadas, lo que no tenemos en Francia", dice Philippe Bernhard, quien se encarga de procesar las imágenes. Tuvieron tan buenos resultados -20 veces más imágenes que cuando las tomaban en Europa-, que acaban de instalar un segundo telescopio.

Otro de los atractivos del sitio es la tecnología que está detrás de su operación remota, la que es 100% chilena. Su autonomía es tal, que, por ejemplo, Chilescope permite ingresar todos los parámetros de la observación directamente en su sitio web. Mientras que Ciel Austral opera desde Francia.

Hasta ahora, solo el clima ha sido un reto mayor en la operación, cuenta Vincent Suc, ingeniero eléctrico y también socio del proyecto. "Tras los aluviones de mayo pasado se cortó internet y por varios días no pudimos subir, porque los caminos estaban intransitables".


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