Dólar Obs: $ 956,32 | -1,25% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.207,48
IPC: 0,40%
Cine

Dos noches hasta mañana

sábado, 17 de marzo de 2018

Ascanio Cavallo
Agenda
El Mercurio




La arquitecta francesa Caroline (Marie-Josée Croze) debe quedarse un día más de lo previsto en la capital lituana, Vilnius, mientras su exigente pareja la apura desde París: es perceptible desde los primeros minutos que se trata de una relación en problemas. En el hotel conoce a Jaakko (Mikko Nousiainen), un DJ finlandés que está de gira con su grupo. Pasan juntos una noche de copas y diversión y sueño, casi sin hablar, porque ella pretende que no sabe inglés. Al día siguiente, Caroline debe tomar su vuelo, pero la nube de cenizas de un volcán ha paralizado a los aeropuertos de Europa: ha de quedarse un segundo día con Jaakko y, ahora sí, empiezan a descubrir sus vidas.

Esta película pertenece a ese subgénero de las "conversaciones sin sexo" en el que militan Algo para recordar, Mi noche con Maud y Antes del amanecer: a pesar de la evidente atracción entre Caroline y Jaakko, y de que pasan dos noches en el mismo cuarto, todo lo que hacen es conocerse y en ese proceso -que es el mismo del enamoramiento- exponen y ocultan, de forma sucesiva, sus sueños y sus fracturas.

Caroline y Jaakko son profesionales exitosos, ganan dinero y están lejos de las penurias materiales. Pero este volcán que ha hecho erupción -un metaforón que hace doler las muelas- los deja en un territorio neutral, extraño para ambos, un tanto exótico, entregados a una confrontación consigo mismos. Esta confrontación no sería necesaria sin el elemento compulsivo que es la atracción mutua, el deseo de conocer y ser conocido por el otro.

El cineasta finlandés Miiko Kuparinen sigue este encuentro con delicadeza, sin apurar el ritmo natural con que dos personas se pueden observar, ofender, admirar y agredir en el marco de una jornada compartida en la que hay muchas más miradas que acciones. Las cosas siempre se pueden filmar con más o menos morbo. Kuparinen ha elegido una forma púdica, y no lo hace por arbitrio. Caroline y Jaakko son personajes dañados, aunque apenas se les note: solo en el curso del relato emergerá, casi con naturalidad, la extensión de ese daño. Y son personajes ansiosos, aunque tampoco lo dejen ver: están en busca de algo distinto de lo que tienen, un nuevo pacto afectivo, una vida nueva. Difícilmente soportarían un tratamiento más crudo, o siquiera menos pudoroso. Toda la película descansa sobre su fragilidad.

Para filmar de este modo se necesita querer a los personajes, como lo hace Richard Linklater en la trilogía de Before. Kuparinen está en las antípodas de la mirada distante, crítica, entomológica, que caracteriza a sus compatriotas más famosos, los hermanos Kaurismäki, y a una buena parte del cine nórdico. Su manera de filmar viene de otras fuentes, más compasivas, acaso más espirituales. El resultado es una película que brilla por no querer brillar, que resuena porque habla en voz baja.

2 YÖTÄ AAMUUN Dirección: Mikko Kuparinen. Con: Marie-Josée Croze, Mikko Nousiainen, Arly Jover, Jonas Braskys, Sakalas Uzdavinys, Juozas Gaizauskas. 84 minutos. 

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia