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Summer Tompkins demandó en octubre acogerse a la ley chilena para ser considerada legítima heredera. Este martes, la defensa de Kristine McDivitt ingresó un escrito de "excepciones dilatorias" en esta controversia que ve un juzgado de Puerto Varas.

Defensa de viuda de Tompkins en picada contra la demanda de la hija del ecologista

viernes, 23 de febrero de 2018

Azucena González
Economía y Negocios
El Mercurio




Al rojo sigue el conflicto entablado en Chile por Summer Tompkins, hija de Douglas Tompkins, en contra de la viuda del ecologista, Kristine McDivitt -además de Debra Ryker, coadministradora del trust de Tompkins-, cuyo foco de disputa es la herencia del conservacionista fallecido en 2015. En octubre del año pasado, Summer Tompkins demandó en tribunales chilenos ser reconocida como legítima heredera de su padre y pidió que se aplicara la ley chilena en la sucesión de los bienes que quedaron al fallecimiento de su progenitor, como lo adelantó "El Mercurio".

Pero este martes, la defensa de las demandadas contestó en el tribunal a estas pretensiones a través de un escrito en el que oponen "excepciones dilatorias", rebatiendo todos los temas fundamentales planteados en la demanda de Summer Tompkins.

En el escrito -de 102 páginas, patrocinado por el abogado Pedro Pablo Gutiérrez, entre otros-, se plantea que Douglas Tompkins nunca tuvo su último domicilio en Chile, cuestión fundamental para aplicar la ley y los tribunales chilenos.

Pero que además estos mismos hechos, en que se discute en esencial lo mismo entre las mismas partes, ya están siendo conocidos en dos procesos en Estados Unidos, y respecto de uno de ellos ya hay una sentencia de primera instancia desfavorable para la demandante. Por ende, se sostiene en el escrito, el tribunal local es "incompetente" para conocer este litigio.

"Esta circunstancia, convenientemente omitida por la actora, demuestra que la demanda es absolutamente frívola e instrumental (...) con el impropio propósito de eludir los efectos jurídicos adversos que se siguen de ellos para la demandante", y lo que impide "que este juicio pueda seguir tramitándose", declara el escrito.

Y continúa: "La actora ha intentado torcerle la mano a la justicia en los Estados Unidos, que ya dictaminó -en primera instancia-, que a la demandante no le corresponde una mayor porción en la herencia de su padre, pues su sucesión debe gobernarse íntegramente por la ley de California", sostiene el escrito, agregando que consciente de ello la demandante ha optado por iniciar esta acción en Chile, "con el inaceptable propósito de instrumentalizar la jurisdicción chilena, a fin de intentar obtener una decisión distinta a la ya emitida en California. Todo lo anterior con el objeto de continuar su venganza personal en contra de la última voluntad de su padre".

En un acápite, el documento señala: "La demandante es una millonaria socialité californiana que habita en uno de los barrios más lujosos de San Francisco. Su acomodada situación deriva de que su madre le donó varios millones producto de la venta de Esprit, y de casarse con uno de los miembros de una de las familias más ricas de San Francisco, California". Y profundiza: "Mediante su demanda la actora intenta ridiculizarlo (a Tompkins), presentándolo como un violador de las leyes por no haberla considerado en su herencia (...) DT jamás habría podido imaginar que su hija intentaría explotar su muerte (...) para hacerse más rica y, de paso, intentar destruir su legado y memoria", dice el texto, afirmando que se trata de una hija "claramente desvinculada del estilo de vida, creencias y proyectos de DT".

Demanda en EE.UU.

En el escrito se detalla que el 17 de junio de 2016 la hija de Tompkins presentó una demanda en juzgados de Los Angeles, California, en que se plantea lo mismo que en Chile: que se aplique la ley chilena, para asegurar su participación obligatoria en los bienes de su padre. Pero el 17 de agosto de 2017 ese tribunal "rechazó la demanda", sostiene el texto, planteando que el domicilio de Tompkins y la aplicabilidad de la ley chilena a su sucesión "es irrelevante porque, conforme a la ley del estado de California, los trust se regulan por la ley del estado que elija su creador, y DT fue explícito en señalar que el trust se gobernaba por la ley californiana", explica el texto. Ante tal decisión hubo una apelación, aún pendiente, recurso que data del 20 de octubre de 2017. "Inauditamente, el mismo día que la actora apelaba, decidió presentar su demanda en Chile (...) Exactamente al tiempo de fracasar su pretensión en Estados Unidos y de anunciar que apelaba, decidió abrir con el mismo objeto un nuevo frente en Chile. Esta conducta no puede sino calificarse de improcedente y temeraria", agrega el texto.

El 8 de diciembre de 2017, esta vez Kristine McDivitt y Debra Ryker iniciaron otro proceso en Estados Unidos llamado probate -análogo al trámite de posesión efectiva de Chile-, que debe culminar con una decisión acerca de la validez del testamento de Tompkins, acción a la que Summer Tompkins interpuso objeciones, en un caso aún no resuelto por dicho tribunal. "Aquí, una vez más, las partes en los procesos son exactamente las mismas y, una vez más, las cuestiones debatidas son idénticas", enfatiza el texto.

El domicilio y ciudadanía

Respecto del domicilio de Douglas Tompkins, el escrito plantea que la demanda confunde el domicilio político -que es el que debe considerarse para aplicar la ley chilena a la sucesión- del domicilio civil.

El escrito hace especial hincapié en que Tompkins no tuvo su último domicilio en Chile, pues jamás constituyó domicilio en nuestro país, y que "tuvo mucho cuidado de mantener su ciudadanía estadounidense y procuró deliberadamente nunca perder su domicilio en California", y que hizo esfuerzos para evitar pasar demasiado tiempo en cualquier país que no fuera Estados Unidos, "de manera de no adquirir la calidad de residente en ellos o perder su domicilio norteamericano".

Se adjunta un cuadro en el que se detalla que el conservacionista nunca solicitó la nacionalidad ni la ciudadanía chilenas; siempre ingresó con permiso de turista y jamás solicitó ni obtuvo visa; no se casó en Chile ni tuvo hijos chilenos; no percibió rentas de fuente chilena, no tuvo cuenta bancaria en Chile ni una tarjeta de crédito o débito emitida por alguna institución chilena, ni solicitó créditos a bancos situados en Chile, y nunca votó en Chile. Y, en cambio, siguió pagando impuestos federales en Estados Unidos, votó en las elecciones federales y estatales en California y mantuvo seguros médicos en Norteamérica.

"La demandante es una millonaria socialité californiana que habita uno de los barrios más lujosos de San Francisco. (...) DT jamás habría podido imaginar que su hija intentaría explotar su muerte (...) para hacerse más rica y, de paso, intentar destruir su legado y memoria", dice el texto.

"Es evidente que la demanda corresponde a un tardío ajuste de cuentas entre ella y su difunto padre. Se trata, en otras palabras, de la vía que ha encontrado para sanear sus propias heridas internas".

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