La línea de tres defensores se vuelve a poner de moda en el torneo
viernes, 23 de febrero de 2018
Claudio Herrera
Deportes
El Mercurio
Fue bandera del último campeón y ahora se sumó la U a la corriente. Los especialistas enjuician el modelo y advierten los requisitos para utilizarlo.
Eduardo "Mocho" Gómez, uno de los mejores zagueros centrales que dejó la década del 80 en Chile, acumuló fama jugando casi siempre en una línea de cuatro defensores. "Ahí los laterales tenían que ser maestros para cerrar, pero con Roberto Hernández en La Serena conocí la táctica con tres centrales y me gustó. La U lo empezó a hacer ahora y seguramente le da más equilibrio, porque es un equipo que va al frente y deja espacios, con tres atrás queda más resguardada". La de Ángel Hoyos fue una de las cinco escuadras que ubicaron tres defensores centrales en su campo durante la 3ª fecha del torneo (ver infografía) y por momentos obligó a San Luis a homologar el dibujo, cuando Gonzalo Sepúlveda se empotró entre Andrés Robles y José Rojas. ¿Qué se busca con esta innovación? "Por sobre todo ganar un jugador más en una línea avanzada, superioridad en una zona determinada del campo, ya sea para tener más opciones de ataque o para 'boicotear' la salida del rival", sintetiza Ricardo Zazo, entrenador español y analista de Perarnau Magazine. "Colo Colo cuando tenía problemas defensivos recurrió a la línea de tres y se hizo fuerte atrás, porque corta de inmediato el contragolpe del rival. Tiene tipos que son agresivos, la pelota viene en el aire y ya te están chocando, no te dejan girar. Es una forma que requiere más trabajo, por una cuestión matemática, debes dividir el ancho de la cancha en tres y no en cuatro", expone el técnico Víctor Hugo Castañeda. Germán Cavalieri, coach de Palestino, reconoce que algunos jugadores bajo esta fórmula "se sienten más desnudos, pero es una sensación, sí necesitas más concentración, porque hay menos gente para el relevo". ¿Ayuda este diseño para construir juego desde el fondo? Zazo enseña: "Sí, pero se pueden usar distintas salidas de balón, desde tres centrales tipo o una salida lavolpiana con un pivote que baje a recibir. Las variantes son múltiples. El mejor ejemplo era la Juventus de (Antonio) Conte. Chiellini, Barzagli y Bonucci no eran unos dechados de virtudes con las piernas, pero sí lo suficiente como para permitir a Pirlo recibir solo. Y eso era mucho". La ubicación de los carrileros, y características de estos ("si son extremos reconvertidos o laterales clásicos", aseguran), se vuelve crucial para determinar la pureza de la apuesta.
