El tour del pendrive
viernes, 23 de febrero de 2018
JOSÉ VÁSQUEZ
Espectáculos
El Mercurio
Alexander y Randy, que comandan el actual combo de Gente de Zona, sudan carisma. El dúo cubano se pasea con desparpajo por cualquier escenario empujado por una alegría caribeña que relativiza cualquier problema. Si la vida presenta obstáculos, no dejarán de sonreír y "La gozadera", su mayor hit, aparece como la representación de una especie de leitmotiv musical: que la parranda nunca se detenga, un lema que fluye natural en una Quinta Vergara que cerró su segunda jornada convertida en una fiesta, no muy distinta al panorama de resort isleño. La alegría del conjunto es contagiosa y saca sonrisas hasta cuando, en un exceso de sinceridad, cuentan que durante su show habrá muchas pistas grabadas. "Tenemos colaboraciones con grandes artistas que no pudieron venir, pero los traemos en pendrive ", contaron muy relajados. Mientras la mayoría de los artistas se esfuerza en ocultar estas triquiñuelas de sonido, Gente de Zona las transparenta, a pesar de lo evidente de la ausencia en el escenario de Enrique Iglesias, Wisin o Jennifer Lopez, entre otras voces que se sucedieron durante toda la presentación. En un evento internacional y de la importancia con que se amplifica el Festival en el contexto latinoamericano, resulta llamativo que un conjunto que, además, es parte del jurado -por lo que llegó con mayor anticipación a su presentación en Viña-, no haya preparado un espectáculo donde pudo suplir algunos de estos doblajes con sus mismos colegas evaluadores, como ocurrió con Miguel Bosé, quien sacó de la testera al dúo Ha*Ash o, incluso, con artistas locales, tan ausentes en esta edición, en vez de dejar correr las pistas con las voces de tipos como Pitbull. La etiqueta del "momento Viña" fue obviada, dejando pasar una buena ocasión para grabar nuevas postales, algo así como lo que ocurrió en 2012, cuando Marc Anthony invitó a José Luis Perales a cantar con él. Las colaboraciones musicales siguen marcando el presente de la industria discográfica, que avanza a ritmo de singles, antes que de álbumes y donde la velocidad del streaming empuja la generación de nuevos éxitos. Una rapidez que, en su trasvasije al espectáculo en vivo, con ejemplos como este, podrían decantar en un desinterés por el show en directo, bajo estos términos. Al final, el inicio de la presentación asomó como una declaración editorial: una salsera versión de Queen y su "The show must go on" ("El show debe continuar"), con una orquesta liderada por una sección de vientos, anticipó la salida al escenario del dúo, que con esa contagiosa alegría animó a una Quinta con "Bailando", de Enrique Iglesias, quien se volvió a escuchar en Viña del Mar.
