Miembros del consejo fiscal proponen establecer esta instancia por ley y reformar la regla
viernes, 23 de febrero de 2018
Mariana Penaforte
Economía y Negocios
El Mercurio
Avanzar hacia el cierre del déficit llegando a un balance, que sus miembros tengan dedicación exclusiva y un presupuesto asignado y la creación de un mecanismo de rendición de cuentas al Congreso son parte de las recomendaciones.
Creado hace cuatro años y medio, en el primer gobierno de Sebastián Piñera, el Consejo Fiscal Asesor (CFA) es una instancia que colabora, solo a solicitud expresa del ministro de Hacienda, en la discusión, análisis y emisión de recomendaciones en materias relacionadas con la regla fiscal que opera en Chile desde 2001. Si bien en los últimos años ha habido pequeños cambios a sugerencia de los consejeros que han pasado por la instancia, no ha existido básicamente ninguna modificación a la institucionalidad desde su creación. De hecho, las distintas autoridades han propuesto tramitar una ley que le entregue autonomía al consejo, lo que no ha ocurrido a la fecha. Lo hizo el programa de gobierno de Michelle Bachelet y también es una de las propuestas del nuevo programa de Piñera. A fines del año pasado, los consejeros Gonzalo Sanhueza y Hermann González -este último vicepreside la instancia- publicaron un artículo en una edición especial sobre política fiscal de la revista de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, donde exponen una serie de recomendaciones y propuestas para cambiar el consejo chileno. Institucionalizarlo . Los economistas señalan que hay que crear el consejo fiscal mediante una ley como un organismo técnico y autónomo, donde todos o parte de sus miembros tengan dedicación exclusiva y con un presupuesto asignado, dado que ello le daría mayor legitimidad e injerencia en el debate público. Esta ley debería aumentar sus atribuciones en línea con las recomendaciones internacionales y crear mecanismos de rendición de cuentas al Congreso. Reformar la regla fiscal. Afirman que una de las prioridades que debe tener el consejo fiscal autónomo es aunar ideas y promover un debate técnico que permita revisar las metodologías de cálculo de los parámetros de largo plazo del presupuesto y proponer una nueva regla fiscal, que conserve el espíritu de la que existe hoy, pero que sea mucho más simple, transparente y permita recuperar la legitimidad perdida. "De cara al público, la regla fiscal chilena es compleja y difícil de replicar, lo que le resta transparencia y, con el tiempo (y los resultados), le ha quitado legitimidad. A modo de ejemplo, se desconoce la forma en que se proyectan los ingresos fiscales efectivos a partir de un escenario macroeconómico dado, de manera tal que se debe avanzar en formalizar y transparentar la metodología", dice el artículo. Cambio en los consejos consultivos. Los economistas afirman que hay que reevaluar la metodología de cálculo de los parámetros de largo plazo usados para el ajuste cíclico de los ingresos: el precio de referencia del cobre y el PIB tendencial. "La experiencia de los últimos años ha dejado en evidencia que estos parámetros han sido altamente procíclicos y dependientes de la información disponible en el momento en que se realiza la consulta. Propuestas en esta materia han surgido de los propios miembros de los comités, cuyos conocimientos deberían ser tomados en cuenta para discutir mejoras metodológicas en esta materia", sostienen. Llegar al equilibrio fiscal. Respecto de la regla fiscal, señalan que la inexistencia de una meta numérica fija, como existió al inicio de este instrumento, y la falta de definición y compromiso con un camino de consolidación fiscal han permitido implementar una política fiscal fuertemente expansiva, con el consecuente aumento del endeudamiento público. De esta forma, afirman que es necesario avanzar gradualmente hacia el cierre del déficit estructural y definir por ley el balance -déficit nulo- como un nuevo objetivo numérico de la regla fiscal.
