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Fallecen decenas de niños:

En uno de los peores ataques de la guerra siria, 250 civiles mueren en afueras de Damasco

miércoles, 21 de febrero de 2018

Benjamín Mejías Valencia
Internacional
El Mercurio

Fuerzas de Al Assad lanzaron una ofensiva aérea contra los últimos bastiones rebeldes.



Cuando se creía que la guerra en Siria había empezado a perder intensidad por el predominio de las fuerzas gubernamentales con apoyo de Rusia e Irán, el conflicto de siete años que ha dejado casi medio millón de muertos, seis millones de desplazados y cinco millones de refugiados vivió una de sus peores jornadas.

En el suburbio de Guta Oriental, un bastión opositor en las afueras de Damasco, los intensos bombardeos que iniciaron aviones y helicópteros al servicio de Bashar al Assad han dejado desde el domingo y hasta ayer cerca de 250 civiles muertos-entre ellos 60 menores-, según denunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

La misma organización no gubernamental con sede en Londres precisó que uno de los blancos fue el hospital de Arbín, atacado en dos oportunidades por aparatos rusos.

Un fotógrafo de la agencia AFP incluso pudo registrar en Arbín un cazabombardero Sukhoi Su-34 sobrevolando la zona.

"Hemos recibido a un niño de un año, tenía el cuerpo azul, su corazón apenas latía. Cuando le abrí la boca para ponerle un tubo respiratorio vi que estaba llena de arena. Había sido evacuado de debajo de los escombros", explicó el médico Abu al Yusr a la AFP.

"Le saqué rápidamente la arena de la boca pero había llegado a los pulmones. Los limpiamos y volvió a respirar de nuevo", añadió emocionado, asegurando que sólo es un caso entre centenares.

El periódico sirio Al Watan, cercano al régimen de Al Assad, anunció que los ataques aéreos en Guta "son un preludio a una operación (terrestre) a gran escala que puede empezar en cualquier momento".

Desde la otra vereda, la coalición de oposición siria acusó a Rusia de intentar "enterrar el proceso político" para buscar una solución negociada al conflicto que empezó en 2011.

El coordinador de la ONU para la ayuda humanitaria en Siria, Panos Moumtzis, pidió el cese inmediato de los bombardeos, mientras que la Unicef a través de un comunicado en blanco -por quedarse "sin palabras"- rechazó los ataques y advirtió en el encabezado que "ninguna palabra puede hacer justicia a los niños asesinados, a su madres, a sus padres y a su seres queridos".

En Estados Unidos dijeron estar "profundamente preocupados" por los ataques sirios y rusos. "El cese de la violencia debe comenzar ahora", apuntó la portavoz del departamento de Estado, Heather Nauert, al criticar lo que llamó "tácticas de asedio y hambre" del régimen sirio.

Desde mediados de 2017, Guta Oriental era una de las "zona de distensión" creadas por un acuerdo entre Rusia e Irán, los dos principales aliados del régimen, y Turquía, que apoya a la oposición.

Ofensiva turca

En otro frente de la guerra, la ofensiva turca contra una milicia kurda en Afrín, noroeste de Siria, dio ayer un giro inesperado con el despliegue de fuerzas prorrégimen sirio en el enclave kurdo, de inmediato atacadas por disparos turcos.

La llegada de las fuerzas prorrégimen a una región semiautónoma kurda, que escapa al control de Siria desde 2012, significa un cambio mayor que complica la guerra civil.

Para Ibrahim al Assil, analista político del Middle East Institute de Washington, la guerra contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha sido un pretexto de muchas partes para introducir sus fuerzas militares en Siria.

"El régimen sirio y los rusos nunca han tenido como foco la guerra contra el Estado Islámico. Si lo ponemos en un mapa, la mayoría de los ataques aéreos rusos fueron en áreas donde el EI no tiene fuerzas presentes y los civiles sirios son quienes han estado pagando el precio por esa guerra. Esto muestra que el conflicto militar continuará hasta que la comunidad internacional juegue un rol constructivo al poner presión para reducir la violencia", explicó el analista.

Según Al Assin, la responsabilidad de los bombardeos recae en el régimen sirio y es Rusia quien debería usar su ventaja militar para presionar al régimen de Al Assad a que detenga los enfrentamientos.

"Los ataques aéreos rusos en Guta y la intervención turca en Afrín muestran que los poderes regionales e internacionales son ahora partes directas en el conflicto. Esto complica aún más la situación y cualquier solución política para disminuir la violencia. La guerra en Siria ya no es una guerra entre sirios, sino un campo para los conflictos regionales e internacionales", apuntó Al Assil.

Pausa humanitaria

Naciones Unidas pidió a inicios de febrero un alto a los ataques para poder asistir a los heridos en zonas de difícil acceso.

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