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CorporateVenturing: La clave para impulsar la productividad y la economía

lunes, 12 de febrero de 2018

Economía y Negocios Online


Claudio Barahona Jacobs Country Manager Chile Telefónica Open Future

En los últimos años hemos sido testigos de cambios profundos impulsados por la innovación y la tecnología, que han impactado a las distintas industrias y también al mundo entero. Esto no sólo en lo relacionado a la transformación digital de empresas, sino que en el sentido integral de los negocios. Hoy, empresas que tienen menos de 15 años de vida, tienen mayores capitalizaciones bursátiles que otras compañías que llevaban décadas liderando los mercados internacionales.

Las grandes empresas que piensan que su industria está protegida y que sólo deben estar preocupados por su Ebitda, podrían ser los próximos Kodak o Blockbuster. La transformación digital nos obliga a cambiar y a modernizar nuestros procesos.

Facebook y Google se llevan cada vez más porcentaje de la torta publicitaria y plataformas como YouTube o Netflix, han generado cambios en los hábitos de los televidentes, quienes ven sus contenidos favoritos cuando quieren y donde quieren, mediante el dispositivo que más le acomode, lo que pone a aprietos a los canales de televisión, porque la gente ya no quiere estar obligado a ver la serie nocturna a las 22.30 horas.

¿Retail? ¿Energía? ¿Manufactura? ¿Agricultura? ¿Turismo? Estamos ante un escenario donde los cambios son parte del día a día, en cada una de las industrias. Es cosa de minutos para encontrar alguna startup que esté cambiando las reglas del juego para siempre, mediante el uso de la tecnología y la innovación.

Ante este fenómeno, los ejecutivos de las grandes empresas en Chile tienen sólo tres opciones. La primera es mirar para el lado y pensar que nada de esto está pasando. La segunda es sentirse amenazados por la disrupción e intentar frenar la innovación, transformándose así en empresas que no quieren tomar lo mejor de la tecnología, dejando pasar así una gran oportunidad.

Finalmente, la tercera opción es aceptar que las industrias están cambiando, y comenzar a ser parte de estas transformaciones, trabajando junto al ecosistema de innovación, con herramientas como el “Corporate Venturing” (CV). Este modelo busca invertir, trabajar y colaborar formalmente con startups y empresas de tecnología en escalamiento. Las fórmulas pueden ser diversas: ir por el camino de las aceleradoras corporativas; ser aportantes en un fondo de capital de riesgo, o bien montar sus propios brazos de inversión de riesgo, conocidos como corporate venture capital (CVC). Sea cual sea el camino, estas iniciativas tienen un mismo objetivo: invertir en innovaciones que puedan fortalecer el negocio actual de una corporación o participar en aquellas empresas que podrían cambiar por completo una industria.

Este concepto no es nuevo y de hecho en Estados Unidos prácticamente el 90% de las grandes empresas tienen iniciativas de CV, mientras que en Chile aún son pocas, pero las empresas todavía tienen la oportunidad de desarrollar este modelo de colaboración e innovación.

Una gran empresa debería realizar corporate venturing en tres horizontes. En primer lugar, a través de innovaciones que optimicen su actual negocio mejorando su Ebitda. Por ejemplo, que una gran empresa de retail use la Inteligencia Artificial para potenciar sus góndolas de exhibición, para que el cliente siempre encuentre inventario del producto que está buscando. En un segundo término, aprovechando el crecimiento de mercados adyacentes a su actual negocio, escalando nuevas tecnologías y adaptando modelos de negocios existentes. En este caso, una corporación de la industria del retail podría trabajar con innovaciones como Glovo o Cornershop, como bien lo está haciendo Walmart, ocupando los modelos de la economía colaborativa para lograr el despacho a domicilio en sólo 30 minutos.

En el tercer horizonte, nos encontramos con una visión más de futuro, en donde una gran empresa va descubriendo y validando negocios totalmente desconocidos y que podrían ser los que en un par de años hagan una total disrupción en su mercado. Así, por ejemplo, este mismo retail podría aventurarse al invertir en una startup que permita hacer compras mediante la Realidad Virtual, potenciando modelos de negocios que generarían grandes cambios en las compras físicas tradicionales.

Para que todo esto ocurra, la mirada de las corporaciones debe ser amplia, porque muchas de ellas tienen sus ojos tan solo en los vaivenes económicos, por lo que la profundidad debe ser mucho mayor: la clave está en cómo enfrentamos esa amenaza y la transformamos en oportunidades.

Las expectativas de crecimiento económico para este año parecen ser positivas y no sólo apuntan a lo que hará el nuevo gobierno, ya que en general se vislumbra un 2018 como un año de inversiones para Chile. Pero tengamos cuidado, ya que una economía no mejora sólo gracias a expectativas y nuevas autoridades. Una economía no crece sólo gracias a una mayor inversión, sino que también requiere una mayor productividad.

En ese sentido, para generar estos cambios el rol de las grandes empresas es fundamental y por ello resulta apremiante que cada día más compañías se sumen al Corporate Venturing con una visión de negocio. No me cabe duda de que si en Chile pasamos de un puñado de grandes empresas a más de 100 realizando iniciativas de CV, no sólo estaremos mejorando la productividad y nuestra economía digital, sino que también estaremos creando empleos de calidad, potenciando las investigaciones científicas chilenas y diversificando por completo nuestra matriz productiva, altamente dependiente de los commodities.
Estos cambios no son solo cuestión de sobrevivencia para las empresas del hoy, sino que además estaríamos un paso más cerca de convertirnos en un país desarrollado.

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