Las FF.AA. turcas lanzaron ayer la fase terrestre de la operación "Rama de Olivo" en la región de Afrín, al noroeste de Siria, con el objetivo de golpear a la milicia kurda local (Unidades de Protección del Pueblo, YPG). Ankara considera a este grupo como terrorista por sus vínculos con el proscrito Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía. Según un comunicado castrense, en las operaciones aéreas de ayer participaron 32 aviones, que destruyeron 45 objetivos, entre refugios, depósitos de munición y posiciones armadas. Medios turcos aseguraron que el Ejército controla nueve pueblos de la zona.