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Piñerismo aplica riguroso cuestionario a quienes aspiran integrar su gobierno
domingo, 21 de enero de 2018
M. Valenzuela y A. Lingua
Reportajes
El Mercurio
Hoy sería un día clave para el Presidente electo Sebastián Piñera. Se trata de la fecha que se autoimpuso para tener resuelto el equipo de ministros que lo acompañará a partir de marzo, cuando asuma por segunda vez el gobierno. En su círculo más estrecho, aseguran que el anuncio podría producirse a mediados de esta semana y que podría incluir no solo los nombres de quienes liderarán los ministerios, sino también de los subsecretarios e, incluso, los intendentes. Por eso, en las últimas dos semanas el trabajo se ha intensificado para el equipo que lidera Gonzalo Blumel. Contrarreloj deben cumplir con los dos objetivos encomendados por Piñera y su brazo derecho, Andrés Chadwick: canalizar el interés de quienes se quieren incorporar al gobierno y chequear acuciosamente sus respectivas hojas de antecedentes. Con la exigencia autoimpuesta y la carga laboral, Blumel reclutó esta semana a Ignacio Guerrero, quien se sumó al trabajo que estaba realizando junto al coordinador legislativo de la Fundación Avanza Chile, Juan Francisco Galli, y la asesora en coyuntura política de la Fundación, Isabel Plá. Guerrero lideró entre el 2010 y 2014 la Unidad de Regiones de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), y tras el gobierno asumió la Subgerencia de Desarrollo Regional de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa). En el círculo del Presidente electo se comenta que así como para la segunda vuelta electoral el trabajo quedó en manos de los ex colaboradores del Ministerio del Interior, esta etapa, la de instalación, quedó a cargo de los ex funcionarios de la Segpres. En la más absoluta reserva, el "team Blumel" -como le llaman algunos- trabaja en las propuestas presentadas por los partidos para la conformación de los equipos de gobierno, además de otros nombres que fueron sumados por el propio Piñera. "Son ellos los que están canalizando el interés de todas las personas que se quieren integrar al gobierno y los encargados de ver dónde se ajustan más los perfiles", cuenta un cercano al Presidente electo que está al tanto del trabajo que realiza este equipo de Blumel. Pero en Apoquindo 3000 aclaran que este equipo "en ningún caso está convocando a gente al gobierno, porque para eso está el procedimiento que estableció el Presidente con los partidos. La misión de ellos es facilitar y apoyar el proceso de instalación". No repetir errores del primer mandato En paralelo, y a pesar del trabajo ya realizado previamente por los partidos, este equipo está realizando un chequeo de los antecedentes de los postulantes a fin de evitar cualquier suspicacia que "empañe" el inicio del gobierno de Piñera y episodios como el ocurrido en 2011. En esa oportunidad, el recién asumido ministro de Energía, Fernando Echeverría, admitió que una constructora, en la cual tenía participación, prestaba servicios a empresas del área energética. La incompatibilidad provocó que durara tan solo tres días en el cargo. Este asunto es motivo de preocupación a todo nivel, incluso en regiones, donde dirigentes de los partidos han comentado a algunos reparos y algunas incompatibilidades en que podrían incurrir personeros que fueron incorporados a las listas elaboradas. El tema, por ejemplo, será abordado en RN mañana, cuando la directiva se reúna con todos los presidentes regionales del partido, en la sede de Antonio Varas 454. En el entorno del Presidente electo señalan que cualquier precaución "no está demás". Por ello, Blumel y su equipo diseñaron dos áreas de trabajo. La primera, se basa en datos proporcionados por Dicom, informes financieros, páginas del Poder Judicial y Google, básicamente. Y, la segunda, en la aplicación de un exhaustivo cuestionario, similar al aplicado en 2010, aunque más extenso. Las preguntas apuntan básicamente a determinar si existe algún conflicto de interés, causas judiciales pendientes en el caso de los interesados, de sus cónyuges, hijos o familiares directos, y detalles de sus bienes e inversiones, y de sus trabajos anteriores. Se les preguntaría si existe algún hecho controversial que pueda complicar su desempeño en el sector público. Y es que existe consenso en el equipo de Piñera en que debe ser el mismo postulante el que debe transparentar si existe alguna situación que pueda acarrearle un problema y le impida ejercer el cargo. Más de un filtro Debido al manejo de información privada de las personas, el equipo de Blumel ha trabajado alejado del resto de los miembros que colaboran con el Presidente electo y a puertas cerradas, concientes de que cualquier filtración es un riesgo y que de su labor dependerá la tranquilidad del Presidente una vez que anuncie a su gabinete y que inicie su periodo de vacaciones. "Se trata de un cuestionario de primer nivel", dice un cercano a Piñera. Este sería el segundo filtro de los postulantes, pues cada uno de ellos ya fue sometido a preguntas en sus respectivos partidos, donde incluso se contrataron empresas externas a fin de profesionalizar aún más este proceso, como ocurrió en el caso de la UDI. Una vez resuelta esta etapa de chequeo, los datos de los interesados son entregados en carpetas al Presidente electo, quien las trabaja junto a su equipo más estrecho liderado por Chadwick, y que también integran Cecilia Pérez y Cristián Larroulet. Uno de los aspectos que ha facilitado el trabajo de chequeo -explican en los partidos de Chile Vamos-, es que esta vez, a diferencia del primer gabinete de Piñera, hay más postulantes que vienen del mundo político y, específicamente, que pasaron por el Congreso, a quienes se les exige que exhiban este tipo de información en sus respectivas páginas web de la Cámara y del Senado. El asunto se tornaría más complejo en el caso de aquellos que vienen del mundo privado. Quienes han compartido estos días con Piñera, aseguran que entre los criterios que se ha fijado, para la elección de su gabinete, figuran la experiencia política y profesional, "el compromiso con el programa de Gobierno" en las distintas áreas, la relevancia de esa designación para los partidos políticos, y "que tengan una clara vocación de servicio público y tengan una proyección política". Este último punto, es de vital importancia para el Presidente electo para proyectar la continuidad de Chile Vamos en el gobierno. También se ha fijado objetivos como la participación de mujeres, permitir el ingreso de gente joven y sumar a todas "las fuerzas políticas que se sientan representadas con su programa". De hecho, si bien algunos descartan que Piñera vaya a sumar a su gobierno a algunos ex DC desencantados, podría incorporar a algún representante del movimiento Ciudadanos, como una señal de apertura hacia otras fuerzas políticas que no pertenecen a Chile Vamos.
Las preguntas apuntan a determinar si existe algún conflicto de interés, causas judiciales pendientes en el caso de los interesados, de sus cónyuges, hijos o familiares
directos, y detalles de sus bienes e inversiones, y de sus trabajos anteriores.
Existe consenso en el equipo de Piñera en que debe ser el mismo postulante el que debe transparentar si existe alguna situación que pueda acarrearle un problema y le
impida ejercer el cargo.
